
Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
La normativa europea sobre servicios digitales ha sido objeto de críticas desde diversos sectores, incluidos ejecutivos de grandes tecnológicas estadounidenses. Sin embargo, según la comisaria europea de Tecnología, Henna Virkkunen, la mayor parte del contenido que se elimina de internet no responde a exigencias regulatorias impuestas por la Unión Europea, sino a decisiones unilaterales de las propias plataformas estadounidenses.
En una entrevista concedida a Euractiv, Virkkunen afirmó que “a menudo, en Estados Unidos, las plataformas tienen reglas más estrictas respecto al contenido”. Esta declaración se enmarca en el contexto del Digital Services Act (DSA), la normativa europea que regula los servicios digitales en el espacio comunitario y que ha sido cuestionada públicamente por figuras como Elon Musk, propietario de X (antes Twitter), quien ha llegado a calificarla de amenaza para la libertad de expresión.
Datos sobre la moderación de contenido
De acuerdo con los datos facilitados por la comisaria, entre septiembre de 2023 y abril de 2024, el 99% de los casos de retirada de contenido en línea registrados en la UE se produjeron como consecuencia de las condiciones de uso de plataformas como Meta o X. Solo el 1% de estos casos fue activado por lo que el DSA denomina trusted flaggers, organizaciones autorizadas para señalar contenido ilegal a las autoridades nacionales.
Además, únicamente el 0,001% de los casos señalados por estos flaggers dio lugar a una orden de retirada emitida por una autoridad pública, según los mismos datos.
La comisaria subrayó que esta información ha sido posible gracias a los requisitos de transparencia que impone el DSA a las plataformas digitales operativas en territorio europeo.
Reacciones desde Estados Unidos
El debate sobre la legislación europea ha adquirido mayor visibilidad en Estados Unidos, especialmente tras la gira que realizó Virkkunen este mes en el país norteamericano. Durante su visita, se reunió con directivos del sector tecnológico y con representantes políticos críticos con la normativa, entre ellos el congresista republicano Jim Jordan, asociado al movimiento MAGA y que ha remitido cartas tanto a Virkkunen como a la comisaria de Competencia, Teresa Ribera, cuestionando el DSA y la Digital Markets Act (DMA).
Virkkunen declaró que compartió con Jordan los datos mencionados sobre la retirada de contenidos, los cuales consideró de gran utilidad para aclarar malentendidos sobre el alcance real de la legislación europea. Recordó también que el DSA “solo se aplica en el territorio europeo”.
Casos de censura según normas estadounidenses
Uno de los puntos destacados por la comisaria fue el contraste entre los tipos de contenido eliminados por las plataformas según su política interna en Estados Unidos, frente a la postura más permisiva en la UE. Citó, como ejemplos, debates sobre la eutanasia o imágenes de obras de arte con desnudos, que pueden ser eliminados por las plataformas en EE. UU. pero que no son objeto de censura bajo la legislación comunitaria.
Esta diferencia ilustra, según Virkkunen, que las normas privadas de las tecnológicas estadounidenses tienen un mayor impacto en la moderación de contenidos que las regulaciones públicas europeas. A pesar de ello, evitó dirigir críticas explícitas contra los responsables de estas empresas, como Mark Zuckerberg o Elon Musk.
Un mercado clave para las tecnológicas
Virkkunen también recordó que la UE representa el mayor mercado externo para muchas plataformas digitales con sede en EE. UU., y que en algunos casos cuentan con más usuarios en Europa que en su propio país. Esta realidad, según apuntó, debería llevar a las empresas a prestar atención a las reglas del mercado europeo, en lugar de recurrir a campañas públicas de descrédito.
En cuanto a las investigaciones abiertas bajo el DSA —incluidas aquellas que afectan directamente a plataformas como Meta y X—, la comisaria justificó el tiempo que está llevando alcanzar conclusiones firmes, aludiendo a la necesidad de “una base legal sólida” para cada decisión adoptada.
Relevancia del DSA para la gobernanza digital
La normativa europea sobre servicios digitales entró en vigor con el objetivo de establecer una mayor rendición de cuentas por parte de las grandes plataformas tecnológicas, así como proteger los derechos de los usuarios en línea. Su aplicación incluye la obligación de publicar informes periódicos sobre moderación de contenido, transparencia algorítmica y mecanismos de denuncia, entre otros aspectos.
Frente a las críticas sobre una supuesta intromisión en la libertad de expresión, la Comisión Europea ha defendido la legislación como una herramienta para establecer normas claras y predecibles en un entorno digital dominado por un reducido número de actores globales.
Virkkunen insistió en que el DSA no impone censura desde los organismos públicos europeos, y que la mayor parte de las restricciones al contenido en línea siguen respondiendo a políticas internas decididas por las propias empresas tecnológicas. La comisaria reiteró su voluntad de seguir dialogando con representantes del sector en Estados Unidos, especialmente ante los desafíos regulatorios globales que plantea la expansión de las plataformas digitales.