Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con…
Connect Europe, que agrupa a operadores que representan el 70 % de la inversión total del sector de la conectividad en Europa, ha solicitado a las instituciones europeas un replanteamiento estructural de la regulación de las telecomunicaciones.
En su respuesta a la Call for Evidence de la Comisión Europea, la organización insta a aprovechar la elaboración de la Digital Networks Act (DNA) como herramienta para superar el actual estancamiento competitivo de Europa frente a otras regiones.
Según la asociación, el marco regulador vigente ha quedado obsoleto frente a las dinámicas de mercado actuales. En su planteamiento, Connect Europe respalda una propuesta ambiciosa de la Comisión, en línea con los informes de alto nivel elaborados por Mario Draghi y Enrico Letta. La organización destaca que, de no corregirse el rumbo, la UE no alcanzará su objetivo de cobertura de fibra completa hasta 2051, ni conseguirá equipararse a sus homólogos internacionales en el despliegue del 5G standalone, según datos de la propia Comisión Europea.
Hacia un marco común basado en la inversión
Connect Europe considera imprescindible que la DNA se configure como un reglamento con fuerza legal directa, centrado en la competitividad, la simplificación normativa y la armonización entre Estados miembros. El objetivo es crear un entorno que fomente la inversión en infraestructuras digitales, estimule el desarrollo de nuevas tecnologías y elimine cargas regulatorias que, según argumentan, dificultan tanto el crecimiento empresarial como la prestación de servicios digitales avanzados.
En su documento de prioridades, la asociación plantea seis líneas de actuación concretas. En primer lugar, propone una simplificación radical del marco regulador eliminando obligaciones duplicadas o desfasadas. Entre las medidas sugeridas se encuentra la supresión de la Directiva sobre privacidad electrónica (ePrivacy Directive) y la reducción de cargas informativas a los operadores, especialmente cuando otras normativas horizontales ya garantizan el cumplimiento de los principios fundamentales.
Cambio de enfoque en el control del acceso
El segundo eje se centra en una transición desde la regulación ex ante hacia un modelo ex post, donde prevalezcan las normas del derecho de la competencia y la futura Ley de Infraestructura Gigabit (Gigabit Infrastructure Act). Esta transformación sustituiría el actual sistema basado en el concepto de poder significativo de mercado (SMP) por un mecanismo de intervención más puntual, reservado para casos concretos de cuellos de botella a nivel local. En este contexto, Connect Europe rechaza frontalmente la creación de un producto de acceso paneuropeo, calificándolo de inviable comercialmente y contradictorio con el objetivo de simplificación.
Política de espectro a largo plazo
En relación con la gestión del espectro radioeléctrico, la asociación propone licencias con una duración mínima de 40 años o, idealmente, indefinida, con renovaciones automáticas que proporcionen seguridad jurídica a los inversores. También aboga por mejorar la transparencia y la coordinación mediante mecanismos de revisión entre pares, recursos administrativos efectivos y mayor implicación de la Comisión Europea en la supervisión de los procesos nacionales.
Asimismo, plantea una gestión flexible y orientada al mercado del espectro, sin imposiciones homogéneas que puedan interferir en las decisiones de asignación a nivel estatal.
Equilibrio en el ecosistema digital
Una de las reclamaciones más destacadas del documento es la necesidad de corregir los desequilibrios estructurales del ecosistema digital. Connect Europe defiende la aplicación del principio mismo servicio, mismas reglas para garantizar una competencia justa entre proveedores de conectividad y grandes plataformas tecnológicas. En este sentido, solicita que se exija a estas últimas la negociación de condiciones razonables para el transporte de datos, respaldada por un mecanismo vinculante de resolución de conflictos.
La asociación también sugiere revisar las actuales normas de neutralidad de la red, con el fin de adecuarlas a las nuevas realidades tecnológicas. Entre las propuestas figura la exclusión de los servicios entre empresas (B2B) del ámbito de aplicación del Reglamento de Internet Abierto (Open Internet Regulation) y la incorporación de plataformas de entrega de contenidos (CDNs), sistemas operativos y otros intermediarios digitales a las obligaciones regulatorias. Además, solicita una recomendación jurídica que clarifique el marco de uso de tecnologías como la segmentación de red (network slicing) en 5G.
Gobernanza unificada y reducción de la fragmentación normativa
Otro de los pilares propuestos es el refuerzo de la gobernanza del mercado único de telecomunicaciones. Connect Europe subraya la necesidad de una mayor armonización regulatoria a escala comunitaria, coordinada directamente por la Comisión, con el objetivo de evitar disparidades normativas entre países que obstaculicen el desarrollo de servicios transfronterizos. Para ello, plantea un papel más activo del Ejecutivo europeo en la supervisión y orientación de las autoridades reguladoras nacionales, favoreciendo la adopción de prácticas comunes.
Adaptación normativa y sostenibilidad operativa
El último apartado se refiere a retos transversales como la integración de tecnologías emergentes, incluidas las comunicaciones directas vía satélite (Direct-to-Device), que actualmente no están contempladas en el marco regulador vigente. También se plantea la necesidad de alinear los objetivos ambientales con la simplificación administrativa, evitando nuevas cargas de reporte que, en opinión de la asociación, resultarían contraproducentes para los operadores.
Connect Europe concluye su propuesta reiterando su disposición a colaborar con las instituciones europeas para que la DNA se convierta en un instrumento que facilite la inversión estratégica en infraestructuras clave y fomente la eficiencia energética en las operaciones del sector. Alessandro Gropelli, director general de la organización, declaró: “No podemos seguir haciendo lo mismo y esperar resultados distintos. Por eso recibimos con gran interés la Digital Networks Act: una reforma profunda puede situar de nuevo a la UE en el mapa tecnológico global y ofrecer a los ciudadanos y empresas la conectividad avanzada que necesitan para competir”.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
