El OMODA 9 SHS, recientemente incorporado al mercado español, incorpora un sistema informático centralizado basado en el SoC (System-on-Chip) Snapdragon 8155 de Qualcomm, un componente que agrupa varios subsistemas y cuyo rendimiento alcanza los 8 billones de operaciones por segundo. Este sistema es clave para la gestión de las funciones de infoentretenimiento, conectividad y control de dispositivos dentro del vehículo.
La arquitectura electrónica del OMODA 9 SHS no solo responde a las demandas de un SUV híbrido de altas prestaciones —537 CV de potencia combinada y hasta 1.100 kilómetros de autonomía total—, sino que integra un procesador de última generación que permite iniciar los sistemas en apenas 2 segundos y ejecutar más de 20 comandos de voz en medio minuto.
Qualcomm 8155: integración de CPU, GPU y procesadores para IA
El SoC Snapdragon 8155 no se limita a un procesador central (CPU); incorpora además un procesador gráfico (GPU Adreno 640), una unidad de procesamiento para inteligencia artificial, interfaces de comunicación y controladores de memoria y pantalla. Esta combinación configura una plataforma de computación completa que centraliza funciones críticas del vehículo.
La CPU integra ocho núcleos Kryo 385 basados en las arquitecturas Cortex-A75 y A55. Por su parte, el procesador gráfico es capaz de renderizar contenido en pantallas de alta definición, incluyendo reproducción de vídeo en resolución 4K. El conjunto permite ejecutar una experiencia digital sin interrupciones, con tiempos de respuesta mínimos y una interfaz altamente sensible al tacto.
Software propio y experiencia de usuario estructurada
Sobre esta infraestructura de hardware, OMODA ha desarrollado un sistema operativo propio enfocado en la estabilidad, la seguridad en la conducción y la organización funcional de los menús. El entorno gráfico ha sido diseñado para garantizar una visualización clara, con funciones agrupadas por categorías y accesibles desde la pantalla principal de 12,3 pulgadas.
El sistema de reconocimiento de voz permite gestionar tareas como realizar llamadas, controlar el sistema de navegación, ajustar la climatización o manipular componentes como las ventanillas y el techo solar. El head-up display de 50 pulgadas complementa la interfaz visual con información proyectada directamente en el campo de visión del conductor.
Integración de servicios en línea y conectividad múltiple
El sistema central del OMODA 9 SHS admite una serie de aplicaciones conectadas a internet que incluyen navegación, reproducción de música y vídeo en streaming. A nivel de compatibilidad, el vehículo soporta Apple CarPlay, Android Auto y conexiones simultáneas mediante Bluetooth, así como carga inalámbrica de 50 W en la parte delantera y puertos USB/USB-C en ambas filas de asientos.
La conectividad de alta velocidad permite integrar dispositivos portátiles y mantener actualizados los servicios digitales sin comprometer el rendimiento general del sistema. La cámara de visión HD de 540º, el control de asistentes a la conducción y las luces ambientales también se gestionan desde la pantalla táctil principal, lo que unifica el acceso a las funciones del vehículo en un único punto de control.
Configuración electrónica enfocada en el rendimiento y la eficiencia
El uso del Snapdragon 8155 en el OMODA 9 SHS representa una apuesta por una arquitectura electrónica que agrupa procesamiento de datos, comunicaciones y control de periféricos en un único módulo. Esta integración reduce la latencia del sistema, disminuye el consumo energético y permite escalar nuevas funciones mediante actualizaciones de software.
El enfoque modular también facilita el mantenimiento y la gestión de datos en tiempo real, aspectos que resultan relevantes en vehículos que combinan propulsión híbrida y sistemas digitales avanzados. La capacidad de respuesta del sistema, sumada a su compatibilidad con tecnologías móviles, posiciona al modelo en un segmento orientado a una digitalización completa del habitáculo.
Perspectivas de aplicación tecnológica en automoción
La adopción de SoC avanzados como el Qualcomm 8155 en vehículos de producción en serie sugiere una consolidación de tendencias hacia la centralización computacional y la gestión por software de los componentes del automóvil. En lugar de emplear módulos aislados para cada función, los nuevos diseños apuestan por plataformas integradas que reducen la complejidad de cableado y permiten una mayor coherencia operativa.
Aunque este tipo de soluciones ya está presente en algunos modelos de alta gama, su implementación en vehículos del segmento medio-alto indica un proceso de estandarización tecnológica en la automoción. Esta transformación se traduce en nuevas exigencias de ciberseguridad, mantenimiento remoto y capacidad de actualización, elementos que ya comienzan a formar parte de la experiencia postventa.
