Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con…
La evolución hacia las redes móviles de sexta generación está redefiniendo las funcionalidades tradicionales de las infraestructuras de telecomunicaciones. Nokia lidera este proceso mediante el desarrollo de una tecnología denominada 6G Sensing, que incorpora capacidades de detección ambiental directamente en la red. A diferencia del modelo actual centrado exclusivamente en la transmisión de datos, esta nueva generación habilita la percepción del entorno físico, posibilitando aplicaciones industriales avanzadas sin necesidad de sensores adicionales.
Según ha declarado Rolf Werner, vicepresidente senior para Europa en Nokia, el cambio entre el 5G y el 6G no radica únicamente en una mejora de velocidad o capacidad, sino en una transición hacia redes con capacidad cognitiva. Esta evolución se fundamenta en la integración de tecnologías como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, que permiten interpretar los datos captados por las señales de radio de forma continua y autónoma.
Tecnología JCAS: detección y comunicación en una sola infraestructura
El eje técnico de este avance se basa en el concepto JCAS (Joint Communication and Sensing), que combina simultáneamente las funciones de comunicación y percepción. La señal de radiofrecuencia utilizada para conectar dispositivos también actúa como herramienta para detectar objetos, movimientos o alteraciones en el entorno.
Esta arquitectura está siendo probada en entornos industriales a través del consorcio alemán KOMSENS-6G, en el que Nokia participa junto a entidades como Bosch. Las primeras pruebas han validado la viabilidad técnica de integrar capacidades sensoriales en redes 6G sin comprometer la estabilidad de la comunicación.
Aplicaciones sectoriales con impacto operativo
Entre los posibles usos industriales, destacan aquellos orientados a la movilidad, la salud, la logística y la automatización. En el sector del transporte, la red podría identificar peatones u obstáculos en tiempo real, incluso en condiciones adversas de visibilidad, lo que podría incorporarse a los sistemas de asistencia a la conducción o al desarrollo del vehículo autónomo.
En el ámbito sanitario, se están realizando ensayos con instituciones como el Instituto Fraunhofer y el hospital Charité de Berlín para la monitorización remota de constantes vitales sin contacto físico, eliminando la necesidad de dispositivos de medición corporales. Esta tecnología permitiría la supervisión en tiempo real de pacientes en entornos clínicos o domiciliarios.
En otros sectores como la seguridad pública o la automatización industrial, 6G Sensing puede ofrecer funcionalidades para controlar grandes concentraciones humanas, activar protocolos ante alteraciones detectadas en fábricas o generar alertas medioambientales en función de parámetros físicos recogidos directamente por la red.
Posicionamiento comercial y nuevos modelos de servicio
Además del impacto técnico, la detección en red representa una posible vía de monetización para los operadores de telecomunicaciones. La capacidad de generar información contextual y sensorial a través de la infraestructura existente permitiría a los proveedores ofrecer soluciones específicas a sectores como la movilidad urbana, la logística de última milla, la gestión de recursos naturales o la planificación territorial.
La eliminación de la necesidad de desplegar sensores dedicados reduce las barreras de entrada para este tipo de servicios, ampliando el abanico de actores que podrían beneficiarse de esta funcionalidad sin realizar inversiones adicionales en hardware especializado.
Reconfiguración del rol de la red móvil
La red deja de ser un simple canal de transmisión para convertirse en una infraestructura con capacidad de observación, análisis y respuesta. Esta transformación amplía el alcance de las redes móviles hacia funciones tradicionalmente atribuidas a sistemas distribuidos de sensores, consolidando su papel como eje central en la infraestructura digital de próxima generación.
Nokia plantea este modelo como un paso intermedio hacia un sistema de percepción distribuida, donde las redes actuarán como nodos cognitivos que integran datos físicos y digitales para facilitar la toma de decisiones en tiempo real. El desarrollo de esta tecnología se alinea con los trabajos preparatorios para el futuro estándar 6G, previsto para su despliegue inicial en la próxima década.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
