El secretario de Estado de Industria, Jordi García Brustenga, intervino en la 39ª edición del Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, organizado por AMETIC y celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Durante su intervención, presentó las principales líneas de actuación del Ministerio de Industria y Turismo para el curso 2024-2025, con especial énfasis en la consolidación de una política industrial estructurada y el fortalecimiento del tejido empresarial de pequeñas y medianas empresas (pymes).
La intervención, desarrollada en un tono técnico y orientado a la colaboración institucional, sirvió como primera aparición pública de García Brustenga desde su nombramiento como secretario de Estado, cargo que asumió a mediados de julio. El responsable ministerial subrayó la necesidad de aprovechar el clima de cooperación entre administraciones y empresas, destacando el “ánimo y ambición” detectado en su reciente visita a compañías industriales como Textil Santanderina.
Último año del Plan de Recuperación: ejecución completa y transición estratégica
Uno de los ejes principales de su intervención fue la culminación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, cuyo último año de ejecución se inicia en septiembre. García Brustenga insistió en la voluntad del Ministerio de “invertir hasta el último euro” disponible, con la intención de completar la ejecución de los fondos europeos asignados al plan. En paralelo, anunció el inicio de los trabajos para definir una política industrial posrecuperación, subrayando que el escenario futuro no podrá replicar el contexto previo a 2019.
Según explicó, la actual coyuntura internacional —marcada por tensiones geopolíticas, transformación tecnológica y competencia global— exige una estrategia de política industrial más estructurada y sostenida en el tiempo. Para ello, el Gobierno trabaja en dos frentes: la tramitación parlamentaria de la Ley de Industria y Autonomía Estratégica, y la defensa de una partida específica de política industrial en el próximo marco financiero plurianual de la Unión Europea.
Reforma de la Ley de Industria y coordinación institucional
La futura Ley de Industria, actualmente en tramitación parlamentaria, busca actualizar un marco legislativo vigente desde 1992. García Brustenga destacó que muchas de las actividades industriales actuales ni siquiera existían cuando se redactó la norma original. El nuevo texto pretende dotar de un marco estable a las políticas industriales, alineando los recursos financieros y regulatorios con los objetivos de largo plazo.
Asimismo, defendió una mayor coordinación entre niveles de gobierno y propuso una arquitectura institucional capaz de sostener una política industrial continuada, superando la fragmentación actual. En esta línea, explicó que se está negociando con socios europeos la creación de un instrumento comunitario que financie directamente políticas industriales desde Bruselas, siguiendo modelos más integrados como los de Estados Unidos o China.
Estrategias sectoriales: del textil al vehículo eléctrico
En paralelo al diseño de una política global, el Ministerio está desarrollando estrategias sectoriales específicas para industrias consideradas clave, como el textil, la automoción o los semiconductores. A este respecto, García Brustenga explicó que sectores tradicionalmente castigados por la deslocalización, como el textil, pueden beneficiarse de nuevas oportunidades vinculadas al reciclaje y el ecodiseño, si cuentan con el acompañamiento adecuado.
En el caso de la automoción, alertó sobre las consecuencias de la transición al vehículo eléctrico para las empresas proveedoras de componentes de combustión, que afrontan riesgos de pérdida de actividad. El secretario de Estado anticipó un nuevo plan para el sector del automóvil que se presentará próximamente, con el objetivo de reforzar la cadena de valor vinculada al vehículo eléctrico y conectado.
Nueva convocatoria AEI: retos concretos para clústeres de pymes
Como instrumento experimental para orientar el crecimiento empresarial, el Ministerio lanzará esta semana una nueva convocatoria de ayudas a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AEI), conocidas como clústeres. Dotada con 5 millones de euros, la convocatoria financiará proyectos colaborativos que respondan a tres retos estratégicos:
- Ciudades climáticamente neutras: iniciativas empresariales que contribuyan a la transición energética y la sostenibilidad urbana.
- Construcción industrializada: proyectos que aceleren la transformación del sector de la edificación hacia modelos más eficientes y sostenibles.
- Transformación del sector de componentes de automoción: apoyo a empresas afectadas por el cambio tecnológico hacia el vehículo eléctrico.
La convocatoria servirá como prueba piloto de un modelo basado en misiones, similar al planteado por la economista Mariana Mazzucato, en el que los retos públicos actúan como vector de innovación y cooperación empresarial.
Refuerzo de las políticas públicas para pymes
El segundo gran bloque de la intervención estuvo centrado en el apoyo a las pymes, segmento que García Brustenga definió como eje prioritario de su mandato. Señaló tres razones para intensificar las políticas específicas para estas empresas: los fallos de mercado que limitan su financiación, su papel como bien público que requiere protección institucional, y la necesidad de marcar dirección estratégica en un entorno de transformación.
En cuanto a la financiación, recordó que instrumentos como ENISA —que recientemente ha lanzado el fondo FE-PYME— y CERSA —que ofrece avales en colaboración con sociedades de garantía recíproca— continúan operativos y abiertos a propuestas. Además, destacó el papel de la EOI y de los Digital Innovation Hubs como facilitadores de capacidades para la pyme.
Desde el punto de vista institucional, anunció la reactivación del Consejo Estatal de la Pyme, cuya primera sesión se celebró el pasado 1 de julio, con el objetivo de crear grupos de trabajo y avanzar en medidas concretas. Entre ellas, mencionó el desarrollo del primer informe oficial sobre morosidad, una problemática que considera crítica para el crecimiento del tejido empresarial.
Dirección estratégica y visión de país
Por último, García Brustenga defendió el papel del sector público como orientador del crecimiento, no solo como corrector de desequilibrios. A través de la definición de retos compartidos, explicó, se puede movilizar al ecosistema empresarial hacia objetivos comunes, generando economías de escala y facilitando la convergencia entre sectores.
Esta visión estratégica se extiende a futuras áreas de actuación, como el desarrollo de capacidades industriales en defensa, la gestión de emergencias climáticas o el aprovechamiento del potencial de los centros de datos como nuevos vectores de transformación económica.
Perspectiva para el curso 2024-2025
A modo de cierre, el secretario de Estado planteó dos líneas de trabajo para el nuevo curso político: consolidar una política industrial nacional con capacidad estructural y visión europea, y reforzar el papel de las pymes como motor de innovación y crecimiento. Invitó a los asistentes a contribuir a esta agenda desde el ámbito empresarial, institucional y tecnológico, reiterando la necesidad de cooperación entre todos los niveles de la administración.
La participación de García Brustenga sirvió, además, para reforzar el vínculo entre el Ministerio de Industria y AMETIC, entidad que ha colaborado en anteriores propuestas como los PERTE de digitalización o economía circular, y que, según señaló, continuará desempeñando un papel relevante en la definición de nuevos retos industriales.
