La adopción de tecnologías bajo demanda como la nube pública, el Software como Servicio (SaaS) y la inteligencia artificial generativa (Gen AI) se ha acelerado en los últimos meses en todo el mundo. Sin embargo, un estudio global publicado por el Instituto de Investigación de Capgemini advierte de que la falta de control sobre los costes, la complejidad operativa y las deficiencias en la gobernanza ponen en riesgo la rentabilidad de estas inversiones.
Según el informe La paradoja de la tecnología bajo demanda: equilibrar la velocidad y el gasto , tres de cada cuatro empresas superaron sus presupuestos de nube pública, con un exceso medio del 10%. El 68% de las organizaciones gastó más de lo previsto en Gen AI y un 52% en SaaS.
Crecimiento de la inversión en tecnologías bajo demanda
El estudio recoge que la proporción de tecnologías bajo demanda dentro de los presupuestos de TI pasará del 29% al 41% en el próximo año. La mayoría de los ejecutivos encuestados (77%) considera que la escalabilidad y el rendimiento de la nube son elementos clave para el crecimiento y la diferenciación competitiva.
El cambio de modelo se traduce en un paso desde inversiones de capital intensivo hacia un enfoque basado en el consumo. Esto implica beneficios en términos de flexibilidad, aunque a costa de mayores riesgos financieros.
Karine Brunet, directora general de Servicios de Infraestructura en la Nube de Capgemini y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo, señaló que aunque los gastos en tecnología bajo demanda podrían duplicarse en los próximos tres o cuatro años, las compañías deben “ganar transparencia y control sobre los costes” mediante arquitecturas nativas en la nube y estrategias de FinOps que integren gobernanza y automatización.
Excesos presupuestarios y riesgos asociados
El 82% de los directivos encuestados reconoció un incremento significativo de los costes vinculados a la nube, el SaaS y la Gen AI. Entre los factores que explican este aumento se encuentran la inflación, la expansión de la infraestructura digital y la rápida incorporación de la inteligencia artificial generativa.
La descentralización de compras tecnológicas agrava la situación: el 59% del gasto en Gen AI y el 48% en SaaS procede de unidades de negocio fuera del área de TI. Casi todos los directivos (98%) admitieron haber adquirido tecnología al margen de los departamentos responsables, lo que genera ineficiencias y expone a las empresas a vulnerabilidades de seguridad.
Resultados limitados frente a las expectativas
Pese a las inversiones realizadas, los resultados obtenidos están lejos de lo esperado. Solo un 29% de las organizaciones alcanzó el ahorro de costes previsto con SaaS, el 33% logró la calidad esperada en servicios en la nube y apenas el 38% experimentó una aceleración real en la innovación mediante Gen AI.
Estos datos revelan que la mayoría de las compañías no está consiguiendo transformar el gasto en valor medible, lo que aumenta la presión sobre los equipos financieros y de tecnología para mejorar la eficiencia de las inversiones.
FinOps: disciplina necesaria pero poco extendida
La disciplina de FinOps, centrada en la gestión financiera de entornos cloud y servicios bajo demanda, se presenta como una herramienta clave para equilibrar costes y valor. Sin embargo, el estudio refleja que su grado de madurez sigue siendo limitado.
Aunque el 60% de las empresas utiliza herramientas de gestión de costes en la nube, solo el 37% evalúa su eficacia y actúa en consecuencia. Asimismo, tres de cada cuatro compañías han creado o planean crear equipos de FinOps, pero en su mayoría con un enfoque operativo y sin influencia real en las decisiones estratégicas. Apenas un 2% aplica FinOps de forma integral a nube, SaaS y Gen AI.
Impacto energético y sostenibilidad
El consumo descontrolado de tecnología bajo demanda tiene también consecuencias ambientales. Más de la mitad de las organizaciones (53%) considera que la utilización no optimizada incrementa las emisiones de carbono. Sin embargo, solo el 36% ha definido una estrategia que vincule sostenibilidad y gestión financiera.
Entre las medidas recomendadas se encuentran el desarrollo de arquitecturas energéticamente eficientes, la optimización del uso de almacenamiento y procesamiento, la desconexión de recursos inactivos y la programación de cargas de trabajo. Estas acciones permitirían reducir simultáneamente costes y emisiones.
Perspectivas para las empresas
Los hallazgos del estudio sugieren que la transición hacia tecnologías bajo demanda continuará aumentando, pero que solo aquellas compañías que refuercen la disciplina financiera, la gobernanza tecnológica y la integración de criterios de sostenibilidad podrán transformar el gasto en resultados tangibles.
Metodología del estudio
El informe se elaboró a partir de una encuesta realizada en mayo de 2025 a 1.000 ejecutivos de empresas con ingresos anuales superiores a 1.000 millones de dólares en 12 sectores y 14 países de América del Norte, Europa y Asia-Pacífico. Además, Capgemini llevó a cabo entrevistas en profundidad con diez directivos para complementar los resultados cuantitativos.
