BBVA ha renovado su acuerdo estratégico con la multinacional tecnológica Kyndryl mediante la creación de dos sociedades conjuntas (joint ventures) en España y México. Estas entidades estarán encargadas de prestar los servicios tecnológicos a la entidad financiera, en lo que supone una extensión de la colaboración iniciada entre ambas compañías años atrás.
El contrato implica una reorganización operativa que buscará mejorar la gestión de las infraestructuras tecnológicas del banco, incrementar la eficiencia en los procesos y asegurar el cumplimiento de los requisitos regulatorios del sector financiero.
Infraestructura crítica gestionada de forma compartida
La nueva estructura empresarial responde a un modelo de colaboración más estrecho entre banco y proveedor, que va más allá de la mera relación cliente-prestador de servicios. Las dos joint ventures actuarán como centros operativos de soporte tecnológico en sus respectivos países, desde donde se coordinarán servicios esenciales de infraestructura, ciberseguridad y operaciones digitales.
Carlos Casas, director global de Ingeniería (CIO) de BBVA, explicó que este acuerdo sitúa a Kyndryl como “socio estratégico”, y subrayó la relevancia de una relación basada en la resiliencia operativa ante un entorno normativo y tecnológico que evoluciona con rapidez.
Por su parte, David Soto, presidente de Kyndryl en España y Portugal, manifestó que la compañía trabajará “codo con codo” con los equipos del banco, apoyando los procesos de transformación digital desde su unidad de consultoría, Kyndryl Consult.
Incorporación de inteligencia artificial y nuevas capacidades técnicas
Una de las principales características del acuerdo es la integración de soluciones basadas en inteligencia artificial para optimizar las operaciones internas y anticipar posibles incidencias. Esta medida pretende aumentar la eficiencia de los sistemas, permitiendo a BBVA ofrecer un servicio más estable y continuo a sus clientes.
Además, las nuevas sociedades gestionarán procesos asociados a la infraestructura crítica de BBVA con estándares reforzados de seguridad, disponibilidad y calidad del servicio. Según fuentes de la entidad, esto se traducirá en una mayor capacidad de adaptación frente a las exigencias regulatorias y a las nuevas tendencias del mercado financiero.
Desarrollo de talento y continuidad de negocio
El acuerdo contempla también inversiones en desarrollo profesional y formación técnica, con el objetivo de asegurar la continuidad de los servicios tecnológicos. Se espera que parte del personal técnico que venía trabajando para BBVA pase a formar parte de las nuevas entidades conjuntas, consolidando así el conocimiento específico de los sistemas internos del banco.
En paralelo, esta estructura permite a Kyndryl gestionar de forma más directa los recursos técnicos que pondrá a disposición del banco, incluyendo herramientas, metodologías de gestión y prácticas de operación avanzada. Con esta fórmula, ambas partes buscan mantener niveles elevados de eficiencia y fiabilidad, claves en un entorno financiero altamente regulado y competitivo.
Modelo replicable para otras regiones
La creación de sociedades conjuntas en dos de los principales mercados donde opera BBVA podría anticipar un modelo replicable en otros territorios en el futuro, en función de los resultados obtenidos. Actualmente, BBVA está presente en más de 25 países, con una posición destacada tanto en España como en América Latina y Turquía.
Kyndryl, por su parte, presta servicios en más de 60 países y se especializa en la gestión de infraestructuras tecnológicas de misión crítica para grandes corporaciones. Sus servicios incluyen asesoramiento, implementación y gestión de sistemas complejos, lo que le permite adaptarse a entornos con altos requerimientos de estabilidad operativa.
Contexto en la industria de servicios tecnológicos financieros
El modelo de colaboración entre BBVA y Kyndryl se alinea con una tendencia creciente en el sector financiero global: la externalización estratégica de operaciones tecnológicas clave mediante fórmulas de co-gestión. Este enfoque permite a las entidades financieras acceder a capacidades técnicas especializadas sin renunciar al control operativo de los sistemas que soportan sus servicios principales.
En un entorno caracterizado por una fuerte presión regulatoria y una demanda creciente de servicios digitales, la gestión compartida de infraestructuras críticas mediante joint ventures se presenta como una alternativa viable a los modelos tradicionales de outsourcing.
Proyección operativa a medio plazo
La formalización de estas dos sociedades conjuntas marca un punto de inflexión en la estrategia de BBVA en materia tecnológica. Además de reforzar sus capacidades operativas en España y México, el banco adopta un enfoque que podría facilitar una mayor escalabilidad en sus operaciones y una mejor respuesta ante los desafíos del mercado financiero global.
El despliegue progresivo de soluciones de inteligencia artificial, sumado a la incorporación de metodologías ágiles y entornos de trabajo colaborativos, plantea una reconfiguración del modelo operativo interno del banco, que seguirá siendo objeto de análisis en los próximos ejercicios por parte del sector.
