La tecnología se ha convertido en un factor decisivo en la estrategia de las empresas de distribución en España. Según el informe Perspectivas Retail en España elaborado por KPMG, el 73% de las compañías del sector considera prioritaria la transformación digital, especialmente en la integración de canales, la gestión del inventario y la anticipación de la demanda del consumidor.
En este contexto, la Identificación por Radiofrecuencia (RFID) emerge como una de las herramientas clave para avanzar hacia un modelo de comercio híbrido, en el que la interacción física y digital se complementan.
La eliminación de las colas como prioridad
El tiempo de espera en tienda continúa siendo un obstáculo para la compra presencial. Un estudio de Coleman Parkes señala que cuatro de cada diez consumidores en España abandonan un establecimiento para evitar colas en el momento del pago. Ante esta situación, el despliegue de sistemas de autopago basados en RFID empieza a consolidarse como una alternativa.
Estos dispositivos permiten que el comprador introduzca los artículos en un cajón de lectura automática, recibiendo en segundos el importe a abonar y la confirmación de la operación. Incluso las devoluciones pueden gestionarse con el mismo sistema. El personal de la tienda, por su parte, queda liberado de tareas repetitivas y puede concentrarse en servicios de mayor valor añadido para el cliente.
Gestión de inventario y personalización
El uso del RFID también ofrece un acceso inmediato a la información sobre los productos, lo que abre la posibilidad de una atención más precisa. Los empleados disponen de datos en tiempo real que facilitan recomendaciones basadas en disponibilidad de tallas, colores o combinaciones, tanto en el propio establecimiento como en otros puntos de venta o en el canal online.
Los probadores inteligentes representan una aplicación destacada de esta tecnología. Equipados con sensores RFID, reconocen las prendas y muestran en pantallas interactivas datos sobre materiales, existencias, alternativas de estilo y opciones de compra en línea. Este nivel de detalle contribuye a que el consumidor pueda tomar decisiones más rápidas y con mayor información a su alcance.
RFID como soporte de la omnicanalidad
El fenómeno phygital —la convergencia entre lo físico y lo digital— se ha convertido en una condición esencial para el retail actual. El servicio click & collect, por ejemplo, solo es viable si el inventario está sincronizado en tiempo real entre la tienda y el comercio electrónico.
La RFID facilita esa coordinación: reduce errores en la gestión de existencias, actualiza el stock de manera instantánea y evita que el cliente adquiera productos no disponibles. Para los distribuidores, esta visibilidad sobre el inventario contribuye a optimizar los flujos logísticos y minimizar incidencias.
En palabras de Maribel Payan Sutil, directora ejecutiva de IderoTech, “los retailers deben adaptarse al actual perfil del consumidor, que demanda una mayor personalización, información y eficiencia. Desde IderoTech, a través de nuestra filosofía IDNext, situamos a la innovación como pilar fundamental, ya que gracias al avance en tecnología es posible generar mejores experiencias para el usuario durante su proceso de compra y aumentar la competitividad”.
IderoTech y el mercado del RFID
Fundada en 2022, la compañía española IderoTech ha desarrollado más de 60 proyectos vinculados a soluciones de RFID. La empresa trabaja en la implantación de sistemas que permitan a las organizaciones mejorar el control de stock, avanzar hacia modelos de economía circular y reforzar la sostenibilidad de la cadena de suministro.
Su enfoque incluye la puesta en marcha de herramientas que faciliten el acceso a esta tecnología a empresas de distintos tamaños, con equipos de especialistas que acompañan la integración de principio a fin.
Evolución del retail en España
El despliegue de RFID en el comercio minorista español está alineado con una tendencia internacional que apunta a la digitalización total del punto de venta. A medida que las compañías buscan reducir costes operativos, garantizar precisión en la gestión de inventarios y mantener una experiencia fluida para el consumidor, la adopción de esta tecnología se perfila como un elemento de diferenciación en el corto plazo.
Aunque la implementación supone inversiones iniciales relevantes, los analistas del sector destacan que su impacto se mide en la capacidad de integrar todos los canales de venta y optimizar la toma de decisiones estratégicas con base en datos precisos.