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El crecimiento exponencial de la Inteligencia Artificial ha reconfigurado las necesidades de infraestructura digital, obligando a las organizaciones a escalar más allá de los límites físicos de los centros de datos individuales.
Cisco ha situado este desafío en el centro de su estrategia con el lanzamiento del sistema de routing Cisco 8223, un router Ethernet fijo de 51,2 Tbps impulsado por el nuevo chip Silicon One P200, cuya arquitectura está diseñada específicamente para gestionar interconexiones de alto rendimiento entre múltiples centros de datos.
Durante la presentación a medios, la dirección técnica de Cisco explicó que el 8223 no es únicamente una evolución de hardware, sino una respuesta estructural a los cuellos de botella que surgen cuando las cargas de IA no pueden procesarse en un único entorno físico. Martin Lund, Vicepresidente Ejecutivo de Common Hardware Group, subrayó que «la computación de IA necesita interconexiones entre decenas de miles de GPUs distribuidas; sin redes confiables, seguras y programables, esa computación simplemente no es viable».
El concepto de “scale across” y su implicación en las redes de nueva generación
Uno de los términos clave introducidos durante la sesión informativa fue “scale across”, una evolución conceptual del modelo clásico de escalabilidad que Cisco emplea para describir la conexión entre centros de datos separados geográficamente. Tradicionalmente, las arquitecturas de red se organizaban en torno a la escala vertical (“scale up”) dentro de un servidor o nodo, o la escala horizontal (“scale out”) dentro de un mismo centro de datos. Sin embargo, la madurez y complejidad de los modelos de IA actuales ha hecho necesario extender este concepto a una tercera dimensión: el escalado intercentros.
Según Rakesh Chopra, SVP y Fellow de Silicon One, el entrenamiento de modelos como ChatGPT-5 podría requerir hasta 50.000 GPUs, una magnitud que hace inviable mantener todo el procesamiento dentro de un solo entorno físico. El término “scale across” responde a esta necesidad de interconectar centros de datos con ratios de ancho de banda mucho mayores que los de las redes WAN tradicionales. Cisco estima que una red intercentros capaz de sostener estos flujos de datos debería ofrecer alrededor de 13 petabits por segundo, algo que, según los portavoces, solo puede alcanzarse con arquitecturas no modulares basadas en routers fijos como el 8223.
Reducción de chips y consumo: claves del rediseño
Uno de los aspectos técnicos más destacados de la presentación fue la reducción del consumo energético y del número de componentes gracias al diseño del chip Silicon One P200. Mauricio Cruz, vicepresidente de gestión de producto, explicó que el nuevo dispositivo condensa en una única unidad de silicio funciones que anteriormente requerían múltiples NPUs y chips de interconexión.

En cifras concretas, el sistema 8223 logra:
- Reducción del espacio ocupado en rack: de 10RU a 3RU.
- Disminución del número de chips: hasta un 99% menos de componentes activos respecto a generaciones anteriores.
- Reducción del consumo energético equivalente: hasta un 65%, debido a la integración de funciones y a la menor distancia de movimiento de los bits dentro del chip.
- Optimización térmica: mediante rediseños en el flujo de aire, jaulas ópticas, sistemas de ventilación y futuros planes de adopción de refrigeración líquida.
Además, el paso de un proceso de fabricación de 7 nm a 5 nm ha contribuido a mejorar la eficiencia térmica y energética del silicio.
Profundización en seguridad integrada y cifrado poscuántico
La protección de datos en tránsito y la seguridad del sistema a lo largo de todo su ciclo de vida fueron otros ejes fundamentales abordados por Cisco. Según la compañía, los routers 8223 incluyen en el chip capacidades nativas de cifrado a velocidad de línea, compatibilidad con estándares como MACsec, IPSec y CloudSec, así como con protocolos resistentes a ataques criptográficos derivados de la computación cuántica (Post-Quantum Cryptography).
A nivel operativo, la seguridad del sistema se extiende a través de:
- Autenticación integral de la cadena de confianza: no solo en el plano de control, sino también en el plano de datos.
- Protocolo de intercambio de claves poscuántico (PQ EAP-TLS y PQ SSH): integrados próximamente en IOS XR y plataformas basadas en SONiC.
- Protección frente a accesos físicos y ataques laterales: mediante validación del hardware en el ciclo completo de fabricación, distribución y operación.
Cisco afirmó que esta integración de seguridad responde a las nuevas exigencias de transportar grandes volúmenes de datos sensibles entre ubicaciones físicas, y que la pérdida de un solo paquete en estas redes puede comprometer el resultado de procesos de entrenamiento con costes millonarios.

Arquitectura abierta, programabilidad y soporte para múltiples NOS
Uno de los principios de diseño destacados del sistema 8223 es su orientación hacia una arquitectura abierta. Cisco ha confirmado que el sistema puede operar con diferentes sistemas operativos de red (NOS), incluyendo:
- SONiC (Software for Open Networking in the Cloud), en su versión inicial.
- IOS XR, disponible en fases posteriores.
- NX-OS, en desarrollos futuros para plataformas basadas en Silicon One.
La plataforma de programación P4 incorporada al chip permite actualizar el sistema con nuevos protocolos de red, encabezados emergentes y funciones específicas sin sustituir el hardware. Esta capacidad de actualización dinámica permite, por ejemplo, adaptar el equipo a estándares como UEC (User-Extensible Control) incluso si fueron desarrollados años después del diseño original del dispositivo.
Cisco Silicon One: integración vertical y diferenciación frente a competidores
Durante la presentación, los responsables de la compañía destacaron que Cisco es el único proveedor de redes que diseña sus propios chips de silicio y sistemas finales, lo que le permite controlar el proceso completo de innovación y responder con mayor agilidad a las demandas del mercado.
La familia Silicon One está compuesta por distintas series (G, P, etc.) adaptadas a necesidades específicas de routing, switching, acceso y centros de datos. Esta arquitectura modular basada en bloques de comunicación comunes permite escalar desde dispositivos de acceso de bajo ancho de banda hasta infraestructuras que superan los 3 Exabits por segundo en topologías de tres niveles.
Interoperabilidad óptica y soporte para diferentes tipos de conectividad
El sistema 8223 está disponible en dos versiones, con conectores OSFP y QSFP-DD, lo que permite a los clientes seleccionar la opción óptica más adecuada para sus entornos. Cisco ha confirmado la compatibilidad con una amplia gama de transceptores, incluyendo:
- DR4
- FR4
- PCo (Parallel Coherent Optics)
- Coherent plugables de hasta 800ZR
Esta flexibilidad óptica permite que el mismo sistema sea desplegado en entornos de hyperscalers, nubes privadas, operadores de telecomunicaciones o grandes empresas con requerimientos de tráfico intercentros.
Clientes iniciales y disponibilidad comercial
Según confirmó Cisco durante el encuentro con medios, los primeros sistemas 8223 ya han sido enviados a una selección de clientes hyperscaler para pruebas de integración en sus propias arquitecturas. Aunque la compañía no ha especificado los nombres, se indicó que muchos de ellos ya trabajaban con generaciones anteriores de Silicon One y que han incorporado este nuevo dispositivo como parte de su evolución tecnológica.
Implicaciones para el futuro de las infraestructuras de IA
El avance hacia arquitecturas distribuidas en IA requiere redes diseñadas desde su base para transportar volúmenes masivos de datos con latencias mínimas, altos niveles de seguridad y eficiencia energética. La apuesta de Cisco por una solución fija, compacta, programable y abierta se alinea con esta tendencia.
El modelo 8223 representa una alternativa al uso de chasis modulares, permitiendo a las organizaciones construir redes de escala petabit sin necesidad de implementar centenares de planos o topologías de alta complejidad. Su integración con sistemas operativos abiertos y el soporte continuo a nuevos estándares garantizan una adaptabilidad progresiva sin penalización en rendimiento ni consumo.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
