El grupo europeo OVHcloud acaba de anunciar el despliegue de una nueva arquitectura de refrigeración en sus centros de datos, basada en inteligencia artificial y desarrollada durante los últimos dos años. Esta generación tecnológica, que se estrena en su centro de Roubaix (Francia), introduce un modelo de Smart Rack que combina una ingeniería hidráulica optimizada con algoritmos predictivos. El objetivo: disminuir significativamente el consumo de electricidad y agua, sin comprometer el rendimiento de los servidores.
Según datos internos del grupo, el consumo eléctrico asociado a la refrigeración se reduce hasta en un 50 %, mientras que el uso de agua desciende un 30 % respecto a las infraestructuras anteriores. Este avance se enmarca en el proceso de transformación de OVHcloud hacia un modelo de cloud industrial y sostenible, que apuesta por una mayor autonomía tecnológica en sus procesos.

Una arquitectura centrada en eficiencia y mantenimiento
El núcleo de esta transformación radica en una revisión completa del diseño de los racks. Frente al modelo tradicional, OVHcloud ha adoptado una organización en clústeres conectados en serie para su refrigeración. Esta estructura mantiene la disposición en paralelo de los servidores de cada clúster, facilitando su mantenimiento sin penalizar el rendimiento.
Uno de los elementos clave del rediseño es el sistema hidráulico de tipo “pull”, que asegura que cada servidor reciba el caudal y presión de agua exactos que necesita. Los componentes críticos, como las CPU y GPU, se refrigeran mediante bloques de agua directos al chip diseñados por la propia empresa. Todo este circuito de agua está completamente cerrado y se integra en una única red que cubre todo el datacenter.
La innovación no solo se centra en los racks. El módulo de refrigeración externo, conocido como CDU (Cooling Distribution Unit), se ha redimensionado para ser un 50 % más compacto. Equipado con más de treinta sensores, este módulo controla variables como la presión, la temperatura y la velocidad del agua, permitiendo una refrigeración adaptativa en tiempo real. El sistema actúa de forma autónoma, ajustando su comportamiento en función de la carga de trabajo y las condiciones ambientales.
Menos espacio, menos ruido, menos consumo
El nuevo circuito de refrigeración se cierra con el llamado Smart Dry Cooler, ubicado en el exterior. Este equipo, más compacto que su predecesor y con la mitad de ventiladores, contribuye a la reducción del consumo energético general del sistema. Además de ahorrar espacio, el diseño contribuye a disminuir el nivel de ruido, un factor cada vez más relevante en entornos urbanos donde se ubican algunos centros de datos.
Esta reducción de consumo no implica pérdida de control. Gracias a los sensores distribuidos en todo el sistema, los algoritmos pueden ajustar variables como la velocidad de las bombas o la apertura de válvulas, adaptándose a distintas prioridades operativas: desde la conservación del agua hasta la optimización del coste energético en función del horario o de las condiciones meteorológicas.
Datos, predicción y simplificación
La capa de inteligencia que habilita estos ajustes nace del análisis continuo de datos procedentes de los distintos componentes del sistema: racks, módulos de refrigeración y Dry Coolers. Toda esta información se almacena en un datalake que nutre los algoritmos de aprendizaje automático. Con ello, OVHcloud consigue prever patrones de uso, anticipar fallos y ajustar la operación de los equipos antes de que se produzcan desviaciones significativas.
Una de las aplicaciones más llamativas de esta IA predictiva se encuentra en la gestión del agua. Al cruzar datos operativos con información meteorológica local, los modelos son capaces de calcular con precisión la cantidad necesaria para los sistemas de enfriamiento adiabático, eliminando la necesidad de circuitos de recirculación. Esto permite prescindir de componentes hidráulicos adicionales como depósitos, bombas auxiliares o sensores de nivel, simplificando la infraestructura y su mantenimiento.
Algoritmos que priorizan sostenibilidad
Más allá del control técnico, la IA del sistema incorpora variables externas que impactan directamente en el modelo de operación. Si hay limitaciones de ruido en el entorno, puede optar por reducir la velocidad de los ventiladores, incluso si ello implica un mayor uso de agua. Si el precio de la electricidad se dispara, el sistema puede reaccionar bajando el ritmo de refrigeración o ajustando los flujos para maximizar la eficiencia térmica.
Esta lógica de adaptación dinámica refuerza una tendencia más amplia en la industria: utilizar la inteligencia artificial no solo para incrementar el rendimiento, sino para equilibrar recursos, responder a restricciones regulatorias y anticipar demandas futuras. En este caso, OVHcloud lo aplica con una doble finalidad: optimizar costes operativos y reducir la huella ambiental de sus instalaciones.
Una evolución industrial con 25 años de recorrido
Desde el año 2003, OVHcloud opera centros de datos con refrigeración líquida a gran escala. Esta experiencia, sumada a su modelo industrial integrado verticalmente, le permite desarrollar y fabricar sus propios equipos, incluyendo servidores y módulos de refrigeración. En ese contexto, el desarrollo de la nueva generación de Smart Racks no representa un salto aislado, sino una evolución lógica de su estrategia.
El grupo cuenta actualmente con más de 100 patentes relacionadas con refrigeración, una cifra que refleja el peso del I+D dentro de su estructura. Este esfuerzo ha permitido que sus datacenters presenten algunos de los índices PUE (Power Usage Effectiveness) y WUE (Water Usage Effectiveness) más bajos del sector, tanto en Europa como a escala global.
En febrero de 2025, OVHcloud se sumó oficialmente a la coalición para una IA sostenible, compromiso que ahora toma forma concreta en su infraestructura física. El despliegue de esta nueva tecnología en Roubaix es solo el primer paso: la compañía prevé extenderla progresivamente al resto de sus centros de datos.
Un modelo replicable en la era post-hídrica
La presión sobre los recursos hídricos y el coste creciente de la electricidad han convertido la eficiencia energética en un criterio estratégico, no solo técnico. A diferencia de otras grandes compañías que dependen de proveedores externos para refrigerar sus instalaciones, OVHcloud apuesta por soluciones propias, adaptables y escalables.
El diseño modular del nuevo sistema permite replicar el modelo en distintos entornos climáticos sin necesidad de rediseños complejos. Este punto cobra relevancia a medida que se multiplican las zonas con restricciones de agua o normas más exigentes en cuanto a ruido y emisiones.
El caso de OVHcloud ilustra cómo la innovación aplicada a infraestructuras puede abrir nuevas posibilidades para un cloud más eficiente y sostenible, sin depender exclusivamente de offsets ni compensaciones externas. La inteligencia artificial, en este escenario, no se limita a predecir, sino que interviene, reajusta y aprende. Con cada datacenter, también evoluciona el algoritmo.
