NetApp ha presentado la versión 3.0 de Keystone, su modelo de almacenamiento como servicio (STaaS), con una serie de mejoras orientadas a ampliar la flexibilidad operativa y la eficiencia en entornos híbridos y multinube. El anuncio, realizado el 24 de septiembre en Madrid, refuerza la estrategia de la compañía por consolidar su posición en el mercado de infraestructura de datos gestionada bajo demanda.
La nueva versión de Keystone introduce capacidades diseñadas para responder a las exigencias cambiantes de las organizaciones que operan en modelos híbridos. Entre las novedades destacan las opciones de capacidad «burst», que permiten absorber picos de carga sin degradar el rendimiento, y una mayor flexibilidad en la facturación, con frecuencias ajustables según las necesidades financieras de cada cliente. También se han incorporado configuraciones estandarizadas para acelerar el despliegue del servicio, herramientas de medición más detalladas para el control del uso de entrada/salida (IO) y mejoras logísticas que reducen los tiempos de entrega.
Según el informe IDC Primary Storage de junio de 2025, NetApp mantiene una posición destacada en el segmento de almacenamiento all-flash, un contexto que da soporte a la evolución de Keystone como plataforma de consumo de infraestructura. Aunque la compañía no ha sustituido las versiones anteriores, Keystone 3.0 se presenta como una capa adicional que amplía las posibilidades de adopción sin forzar migraciones inmediatas.
El modelo de consumo de Keystone se basa en suscripción o pago por uso, con tarifas fijas para la capacidad contratada y para los picos de consumo. Esta estructura busca ofrecer previsibilidad presupuestaria sin renunciar a la elasticidad operativa. La compatibilidad nativa con entornos híbridos y multinube se mantiene como uno de los pilares del servicio, gestionado desde la plataforma BlueXP, que centraliza el control de los distintos entornos de almacenamiento.
Una de las piezas menos visibles pero estratégicamente relevantes es la figura del Keystone Success Manager, un recurso incluido en todas las suscripciones sin coste adicional. Este acompañamiento técnico y operativo, tanto para clientes como para partners, apunta a reducir la fricción en la adopción del modelo STaaS, especialmente en organizaciones con entornos complejos o en transición hacia arquitecturas cloud-native.
Aunque el concepto de STaaS no es nuevo, su implementación efectiva sigue siendo desigual. Algunas empresas, especialmente en sectores regulados o con cargas de trabajo críticas, mantienen reservas sobre la externalización del almacenamiento. Sin embargo, la posibilidad de gestionar entornos híbridos desde una única consola, con métricas unificadas y procesos de escalado automatizados, empieza a inclinar la balanza en favor de modelos como Keystone.
En contraste con otras propuestas del mercado, NetApp ha optado por mantener la coexistencia entre versiones, lo que permite a los clientes adoptar las nuevas funcionalidades de forma progresiva. Esta estrategia evita interrupciones operativas, pero también refleja una tensión habitual en los servicios gestionados: cómo equilibrar la innovación continua con la estabilidad que demandan los entornos empresariales.
El lanzamiento de Keystone 3.0 se inscribe en un contexto más amplio de transformación del consumo de infraestructura. La demanda de modelos flexibles, predecibles y alineados con el gasto operativo sigue creciendo, especialmente en organizaciones que buscan reducir su dependencia de inversiones de capital. En este escenario, la capacidad de integrar almacenamiento on-premise con servicios cloud bajo una única suscripción se convierte en un factor diferenciador.
A medio plazo, la evolución de Keystone podría extenderse hacia modelos aún más integrados con herramientas de observabilidad, automatización y políticas de gobernanza de datos. Por ahora, la versión 3.0 refuerza el enfoque modular y adaptable del servicio, en un mercado donde la frontera entre infraestructura y servicio continúa difuminándose.
