La banda de 6 GHz, considerada por muchos operadores como la última ventana viable en el espectro medio para el despliegue de redes móviles de próxima generación, ha sido objeto de un piloto conjunto entre Telefónica, Nokia y la Universitat Politècnica de València (UPV). El ensayo, realizado en el campus de Vera, ha validado la viabilidad técnica de esta frecuencia para soportar servicios avanzados como la realidad extendida o la holografía en futuras redes 6G.
El piloto se desarrolló en el laboratorio holográfico 5G del instituto iTEAM, una instalación que desde su creación ha servido como entorno de pruebas para tecnologías inalámbricas emergentes. En esta ocasión, se utilizó la parte alta de la banda de 6 GHz (6.425-7.125 MHz), también conocida como banda n104 en la nomenclatura 3GPP.
Según Telefónica, esta franja de espectro ofrece una combinación poco habitual: gran capacidad de transmisión y una cobertura que, con el uso de antenas activas de MIMO masivo, puede asemejarse a la de la banda de 3.5 GHz, actualmente la más utilizada para 5G.
La clave está en la tecnología de antenas. Las soluciones empleadas por Nokia permiten concentrar la señal y mitigar las pérdidas de propagación típicas de frecuencias más altas. Esto facilita el uso de infraestructuras ya existentes, como estaciones base urbanas, sin necesidad de una densificación excesiva de la red. En palabras de Gerardo Rovira, director de Acceso Móvil y Núcleo de Red de Telefónica España, “la banda de 6 GHz permitirá no solo responder a la creciente demanda de datos, de la manera más eficiente, sino que es crítica para asegurar espectro para el futuro lanzamiento de 6G”.
Aunque el despliegue comercial de 6G aún se sitúa en el horizonte de la próxima década, la presión sobre el espectro disponible ya es tangible. La banda de 6 GHz, actualmente compartida entre usos licenciados y no licenciados, se encuentra en el centro de un debate regulatorio en Europa. Mientras que algunos países han optado por liberar parte de esta banda para Wi-Fi 6E, otros operadores defienden su uso prioritario para redes móviles. Telefónica se alinea con esta última postura.
El piloto ha contado también con la participación del proyecto europeo IMAGINE-B5G, enmarcado en el programa Smart Networks and Services (SNS), que busca acelerar la investigación aplicada en redes más allá del 5G. La colaboración entre industria y universidad, en este caso con la UPV, refuerza la posición de España como uno de los polos de experimentación tecnológica en Europa. David Gómez-Barquero, subdirector del iTEAM y responsable del laboratorio, destaca que “el laboratorio holográfico 5G del iTEAM-UPV se convierte en una infraestructura clave para las comunicaciones 6G del futuro y uno de los primeros bancos de pruebas de esta tecnología a nivel mundial”.
Desde el punto de vista técnico, los resultados del piloto muestran que la banda de 6 GHz puede alcanzar una cobertura similar a la de 3.5 GHz, pero con una capacidad notablemente superior. Esto permitiría absorber el crecimiento del tráfico de datos previsto para los próximos años sin comprometer la eficiencia del despliegue. Álvaro Sánchez, director de Negocio en Nokia, lo resume así: “La disponibilidad de la banda completa de 6 GHz abre la puerta a una nueva era en la conectividad móvil”.
Sin embargo, la adopción de esta banda para redes móviles no está exenta de desafíos. La coexistencia con otros servicios, la necesidad de armonización regulatoria a nivel europeo y la inversión en nuevas infraestructuras son factores que aún deben resolverse. La prueba realizada en Valencia no zanja estos debates, pero aporta evidencia técnica en un momento en que las decisiones sobre el uso del espectro se están acelerando.
La Comisión Europea ya ha iniciado consultas sobre la asignación futura de la banda de 6 GHz, y se espera que el tema sea central en las próximas reuniones del RSPG (Radio Spectrum Policy Group). Mientras tanto, operadores como Telefónica buscan posicionarse con anticipación, mostrando que la tecnología está lista y que el ecosistema industrial puede responder si se dan las condiciones adecuadas.
En paralelo, el piloto refuerza el papel de la UPV como nodo de innovación en tecnologías de red. El laboratorio holográfico, que ya ha sido utilizado para pruebas de realidad aumentada y entornos inmersivos, se perfila ahora como una de las primeras plataformas en Europa para validar casos de uso de 6G. La colaboración con Nokia y Telefónica permite además una transferencia directa de conocimiento hacia la industria, algo que no siempre ocurre en proyectos de investigación académica.
A medida que se acerca el ciclo de estandarización de 6G, previsto para 2026-2027, el valor estratégico de estas pruebas piloto aumenta. No solo por su impacto técnico, sino también por su peso en las decisiones regulatorias y en la configuración del ecosistema europeo de telecomunicaciones.
La banda de 6 GHz, hasta hace poco relegada a un segundo plano, podría convertirse en el eje central de la próxima generación de redes móviles.