A medida que Europa busca afianzar su autonomía tecnológica en un escenario global cada vez más competitivo, un nuevo informe identifica los pilares estratégicos que podrían sostener su soberanía digital durante la próxima década.
Publicado por GITEX AI EUROPE en colaboración con la firma de análisis LUE, el whitepaper Digital Sovereignty: Technology Leadership Made in Europe propone una hoja de ruta basada en cuatro vectores: potencia de cómputo, infraestructura cloud, estándares open source y capital para startups.
La publicación llega en un momento en que el mercado TIC europeo alcanza un valor de 1,02 billones de euros, según datos citados en el informe. Sin embargo, esa magnitud no garantiza liderazgo. El documento advierte que, sin una capacidad propia para escalar tecnologías críticas como la inteligencia artificial, Europa corre el riesgo de quedar subordinada a infraestructuras y normativas externas.
El primer eje identificado es el cómputo como nueva potencia industrial. Aunque se prevé que la capacidad de los centros de datos europeos crezca un 70% hasta 2030, la demanda impulsada por aplicaciones de IA podría superar con creces esa expansión. Alemania, por ejemplo, necesitaría triplicar su capacidad actual antes de que termine la década, lo que implicaría inversiones de hasta 60.000 millones de euros.
Programas como InvestAI, dotado con 200.000 millones de euros, ya están en marcha para financiar cinco gigafactorías de IA en el continente. Estas instalaciones, equipadas con más de 100.000 GPUs cada una, estarán abiertas tanto a grandes empresas como a startups y centros de investigación. El informe subraya que este despliegue debe ir acompañado de una integración energética limpia, reforzando el vínculo entre digitalización y transición energética.
El segundo pilar es la soberanía cloud. Aunque el 40% de las empresas europeas ya alojan al menos el 40% de sus aplicaciones en la nube, se espera que esa cifra alcance el 91% en 2028. Sin embargo, el 70% del mercado cloud europeo está en manos de proveedores no europeos.
El informe no plantea un aislamiento tecnológico, pero sí una transición hacia arquitecturas soberanas que garanticen control operativo, legal y de datos dentro del marco europeo. La meta es asegurar transparencia y auditabilidad sin sacrificar interoperabilidad ni capacidad de innovación.
En ese contexto, el software de código abierto se presenta como un tercer eje estratégico. Las tecnologías cloud basadas en open source, desarrolladas por comunidades globales, ofrecen independencia frente a proveedores propietarios y fomentan una innovación más distribuida.
Iniciativas como el Sovereign Cloud Stack (SCS), financiado por el Ministerio Federal de Economía y Acción Climática de Alemania, permiten a las empresas construir y migrar entre plataformas sin restricciones, reforzando la autonomía tecnológica sin renunciar a la colaboración internacional.
El cuarto vector es el capital. A pesar del talento técnico europeo, solo el 5% del capital riesgo global fluye hacia startups del continente, según la Fundación Bertelsmann. Esta brecha limita la capacidad de escalar proyectos deep-tech en Europa y los empuja a buscar financiación o sedes fuera de la región.
Para contrarrestarlo, el informe propone un ecosistema de financiación en fase de crecimiento, impulsado por coinversión público-privada y fondos industriales estratégicos. Ejemplos ya en marcha incluyen el DeepTech Future Fund de KfW (1.000 millones de euros) y el proyecto IPCEI sobre cloud y servicios de nueva generación, que canaliza 3.000 millones hacia infraestructuras y semiconductores europeos.
El documento concluye que la soberanía digital no implica aislamiento, sino sistemas abiertos por diseño y seguros por defecto. La clave estaría en una ejecución coordinada entre políticas públicas, industria y actores internacionales.
GITEX AI EUROPE celebrará su próxima edición del 30 de junio al 1 de julio de 2026 en Messe Berlin. El evento, respaldado por el Senado de Berlín y Berlin Partner, reunirá a más de 1.400 empresas, startups e instituciones de más de 100 países. En su segunda edición, el foro se consolida como uno de los principales espacios de colaboración tecnológica en Europa, con foco en IA, computación cuántica, ciberseguridad y cloud.
