La consultora tecnológica Making Science ha puesto en marcha AWAKE, un AI Venture Studio diseñado para industrializar la creación de startups y soluciones empresariales nativas de inteligencia artificial. El modelo, que ya ha sido testado internamente, se apoya en centros de excelencia distribuidos entre Chicago, Madrid y Tiflis, y busca convertir la eficiencia operativa derivada del uso intensivo de IA en un sistema replicable de innovación.
Según datos de la propia compañía, la integración de IA en sus procesos ha permitido duplicar la velocidad de desarrollo tecnológico y reducir significativamente los tiempos de despliegue de agentes autónomos. Esta experiencia previa sirve como base para AWAKE, que articula su funcionamiento en torno a dos motores: AI Create, centrado en la detección y validación de oportunidades, y AI Forge, encargado de construir y escalar los proyectos seleccionados.
El enfoque AI-first no es nuevo, pero Making Science lo lleva un paso más allá al combinarlo con una infraestructura global y una metodología que prioriza la creación de valor desde el diseño. En lugar de incubar ideas de forma aislada, AWAKE se plantea como una fábrica de innovación sistemática, donde cada nueva solución nace con ADN de IA y vocación internacional. La startup ad-machina, especializada en marketing automatizado, es uno de los casos que la compañía utiliza como referencia: desde su integración en el ecosistema de Making Science, ha multiplicado por diez su valoración.
Aunque el concepto de venture studio no es nuevo en el ecosistema tecnológico, su aplicación específica al desarrollo de soluciones IA-first introduce un matiz relevante. A diferencia de los modelos tradicionales de incubación, AWAKE no parte de la búsqueda de talento externo para construir startups, sino que utiliza capacidades internas y un marco operativo compartido para acelerar la creación de valor. Esto permite reducir fricciones habituales como la falta de recursos técnicos, la dispersión de equipos o la duplicación de esfuerzos en fases tempranas.
El CEO de Making Science, José Antonio Martínez Aguilar, lo resume como un intento de liberar al talento emprendedor de las barreras estructurales: “AWAKE es más que un venture studio, es una declaración de intenciones para industrializar la próxima generación de soluciones nativas de la IA”.
La estructura de AWAKE se apoya en tres pilares: pensamiento AI-first, integración global e infraestructura compartida. Esta última permite que los equipos trabajen desde el primer día con acceso a talento internacional, herramientas avanzadas y procesos estandarizados. En teoría, esto debería traducirse en una mayor velocidad de ejecución y una menor tasa de fallos en la fase de validación.
Sin embargo, el reto no es menor. La industrialización de la innovación, especialmente en un campo tan volátil como la inteligencia artificial, plantea tensiones entre escalabilidad y diferenciación. La estandarización de procesos puede acelerar el desarrollo, pero también corre el riesgo de homogeneizar las soluciones. En este sentido, el equilibrio entre eficiencia operativa y creatividad técnica será clave para el éxito del modelo.
El lanzamiento de AWAKE también refuerza la posición de Making Science como actor relevante en el ecosistema europeo de innovación digital. Con más de 1.200 empleados y presencia en 17 mercados, la compañía ha consolidado una estructura que combina consultoría, tecnología y capital riesgo. AWAKE se suma así a otras iniciativas como RAISING, su división de tecnología e innovación, y Ventis, su vehículo de inversión.
En paralelo, Making Science ha desarrollado herramientas propias como ad-machina, una plataforma de marketing basada en agentes autónomos, y soluciones como Trust Generative AI o Gauss AI, orientadas a la optimización de procesos empresariales mediante IA generativa. Estas tecnologías no solo alimentan el ecosistema interno, sino que también actúan como base para nuevas startups nacidas dentro de AWAKE.
La ambición del proyecto es clara: construir un modelo replicable que transforme la creación de startups en un proceso sistemático, impulsado por datos, talento distribuido y automatización. A medio plazo, esto podría posicionar a Making Science como uno de los primeros actores europeos en aplicar principios industriales a la innovación basada en IA.
No obstante, el éxito dependerá de la capacidad del estudio para mantener un flujo constante de ideas viables, atraer talento técnico de alto nivel y adaptarse a un entorno regulatorio que aún está en construcción. La reciente propuesta de reglamento europeo sobre IA, por ejemplo, podría afectar la escalabilidad de ciertos modelos si introduce restricciones sobre el uso de datos o la transparencia algorítmica.
Por ahora, AWAKE arranca con una hoja de ruta clara y una infraestructura operativa ya en marcha. Si logra mantener el ritmo y sortear los desafíos estructurales del sector, podría convertirse en un caso de estudio sobre cómo industrializar la innovación sin perder agilidad ni foco tecnológico.
