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Huawei Connect Europe 2025: inteligencia artificial y sostenibilidad en el centro

Huawei Connect Europe 2025: inteligencia artificial y sostenibilidad en el centro

  • En Madrid, Huawei presenta en su evento europeo su hoja de ruta para digitalizar y descarbonizar Europa, con un enfoque en IA, 5G y socios locales.
Huawei Connect Europe 2025 en Madrid

La décima edición del Huawei Connect Europe, celebrada por primera vez en Madrid, ha proyectado una imagen de continuidad estratégica: Huawei quiere quedarse en Europa, y quiere hacerlo como actor central en su transformación digital y ecológica. Bajo el lema All Intelligence, Greener Europe, la compañía ha presentado una visión en la que inteligencia artificial, la conectividad avanzada y energía limpia no sólo coexisten, sino que actúan como motores conjuntos de un nuevo ciclo económico continental.

La elección de Madrid no es casual. España representa, para Huawei, un mercado donde puede desarrollar alianzas industriales, operar centros logísticos y presentar proyectos piloto. A la vez, es uno de los países que más activamente ha desplegado redes 5G, infraestructura crítica y digitalización de servicios públicos.

En ese marco, la intervención de David Wang, Director Ejecutivo del Consejo de Administración de Huawei, ha enfatizado que “el mundo inteligente se acerca más rápido de lo que jamás imaginamos” y que tecnologías como la inteligencia artificial, el 5G y la energía verde transformarán todas las industrias. Wang ha cuantificado ese impacto con una cifra: 22,3 billones de dólares que la IA, por sí sola, aportaría a la economía mundial en cinco años.

David Wang, Director Ejecutivo del Consejo de Administración de Huawei
David Wang, Director Ejecutivo del Consejo de Administración de Huawei

Más allá de su precisión macroeconómica, lo relevante es el uso de esta proyección como justificación de una urgencia. Si el crecimiento está en juego, la adopción temprana se convierte en necesidad. Europa, en esta narrativa, aún está a tiempo, pero debe acelerar.

IA, pymes y el salto tecnológico asimétrico

Una de las novedades presentadas en el evento ha sido la solución HUAWEI eKit 4+10+N, un conjunto de productos dirigidos a pequeñas y medianas empresas en cuatro escenarios principales: oficina, comercio, educación y sanidad. Estas soluciones han sido diseñadas, según explicó Leo Chen, Vicepresidente de la Unidad de Ventas para Empresas, para facilitar una adopción “rápida y sin complejidades” por parte de organizaciones que carecen de departamentos de IT robustos.

Leo Chen, Vicepresidente de la Unidad de Ventas para Empresas
Leo Chen, Vicepresidente de la Unidad de Ventas para Empresas

Lo significativo no es tanto la tecnología –Huawei ya opera en estos segmentos– como el cambio en el modelo de distribución. La compañía ha desplegado un nuevo sistema de entrega que agrupa integración previa, servicios de configuración y soporte unificado, orientado a un canal de partners e instaladores locales. Según cifras compartidas durante el evento, más de 1.000 distribuidores europeos ya operan con estas soluciones.

Este planteamiento apunta a un problema estructural: la brecha digital dentro del tejido productivo europeo no se resolverá únicamente con infraestructuras o plataformas cloud. Son las pymes, en su mayoría, las que sostienen el empleo y buena parte del valor añadido nacional, pero también las que menos capacidades técnicas tienen para abordar una digitalización compleja. Huawei parece querer colocarse como facilitador de esa transición, ofreciendo herramientas empaquetadas y soporte local.

No obstante, subsisten varias tensiones. La estandarización de soluciones plantea desafíos de personalización, especialmente en sectores como la educación o la sanidad, donde las normativas y procesos operativos difieren entre países. Además, la promesa de soporte distribuido requiere una red de socios con capacidades técnicas homogéneas, algo difícil de sostener en regiones con infraestructuras dispares y marcos regulatorios fragmentados.

Infraestructura energética e inteligencia computacional

Huawei Connect Europe 2025 en Madrid
Huawei Connect Europe 2025 en Madrid

En paralelo a la digitalización, el evento ha hecho hincapié en el eje energético. Wang mencionó ejemplos de despliegues en Austria y Bulgaria, con instalaciones fotovoltaicas y sistemas de almacenamiento de energía que suman cientos de megavatios hora. Según datos compartidos, Huawei ha entregado ya más de 238.000 millones de kilovatios hora de electricidad limpia a Europa, una cifra que equivaldría al consumo anual de 80 millones de hogares.

El mensaje implícito es claro: el proveedor tecnológico no se limita a redes y dispositivos, sino que se presenta también como parte de la infraestructura de generación y gestión energética. Esta transversalidad –desde los sistemas de carga de vehículos eléctricos hasta las plataformas de almacenamiento– refuerza la narrativa de “doble transición”: digital y ecológica al mismo tiempo.

Una de las implicaciones técnicas es la necesidad de inteligencia en el borde (edge computing) para la gestión energética distribuida. En entornos donde la generación es descentralizada y la demanda fluctuante, los algoritmos deben operar localmente, optimizando flujos y previniendo fallos. Huawei, al integrar tecnologías de conectividad con soluciones de energía y almacenamiento, propone un ecosistema cerrado con IA en todos los niveles. Sin embargo, esa misma integración plantea interrogantes sobre interoperabilidad y dependencia tecnológica.

En Europa, donde la autonomía estratégica y la soberanía digital se han convertido en objetivos políticos, este tipo de arquitectura concentrada exige garantías adicionales: estándares abiertos, auditabilidad, control de datos y capacidad de sustitución modular. El modelo de Huawei puede resultar eficaz en términos operativos, pero difícil de alinear con políticas de diversificación tecnológica y gobernanza descentralizada.

Educación técnica y formación profesional: el vector humano

Otro de los elementos reiterados durante la jornada fue el compromiso con el desarrollo del talento local. Según cifras de Huawei, ya se han formado más de 30.000 estudiantes europeos a través de sus Academias TIC, en colaboración con más de 600 instituciones educativas. Además, la empresa ha otorgado más de 7.600 certificaciones profesionales y planea capacitar a 50.000 nuevos perfiles TIC en Europa antes de 2030.

Estas iniciativas responden a una carencia ampliamente reconocida: Europa necesita millones de nuevos especialistas en tecnologías digitales si quiere alcanzar sus objetivos de competitividad y sostenibilidad. Huawei articula su respuesta a través de programas de formación, laboratorios conjuntos y competiciones técnicas, pero también con una lógica de captación temprana y fidelización de talento.

La pregunta no es tanto si estas iniciativas son útiles –claramente lo son– sino cómo se integran en los ecosistemas educativos nacionales, y qué nivel de independencia mantienen respecto al proveedor. Cuando el modelo de formación y certificación está asociado a un stack tecnológico cerrado, el riesgo de crear dependencia de proveedor se traslada también al plano del capital humano.

En este sentido, la formación promovida por Huawei representa un aporte real en términos de cualificación técnica, pero plantea también la necesidad de una gobernanza mixta: que los contenidos curriculares, las evaluaciones y los estándares de certificación respondan a criterios abiertos y no exclusivamente corporativos.

SHAPE 2.0 y el modelo de canal como plataforma estratégica

Huawei también ha presentado la evolución de su programa de colaboración con partners europeos, SHAPE 2.0, que amplía el modelo anterior con nuevas herramientas de formación, financiación y distribución multicanal. El nuevo plan incluye un fondo de 7 millones de euros para desarrollo de capacidades, un programa de certificación técnica específico (ACSA, CSD, EC) y un sistema unificado para la entrega de productos y servicios preconfigurados.

La compañía estima que para 2026 operará con más de 50 socios de distribución gold, 1.000 partners especializados y 10.000 instaladores certificados en toda Europa. Se trata de un despliegue ambicioso que refleja no solo una estrategia de ventas, sino una forma de consolidar presencia territorial, extender su cultura tecnológica y generar dependencia estructural en los mercados locales.

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En un entorno donde los gobiernos y las instituciones europeas promueven la diversificación de proveedores y el uso de tecnologías europeas, este modelo puede generar fricciones. El reto para Huawei será demostrar que su red de partners actúa con autonomía operativa, cumple con las normativas locales y no genera efectos de bloqueo tecnológico.

Desde el punto de vista de los profesionales que lideran compras tecnológicas en sectores industriales o de servicios públicos, esto se traduce en una necesidad concreta: examinar no solo el producto final, sino el ecosistema de soporte, la capacitación del canal y la capacidad de mantenimiento independiente del proveedor.

La presencia institucional y las señales políticas

Durante la apertura del evento intervino, por videostreaming, Matías González Martín, Secretario General de Telecomunicaciones del Ministerio de Transformación Digital y Función Pública. González destacó el papel del sector TIC en la descarbonización de Europa y mencionó dos iniciativas legislativas en curso: la posible inclusión del sector TIC en la taxonomía verde de la UE y un nuevo reglamento sobre eficiencia energética para centros de datos en España.

Estas intervenciones institucionales envían una señal doble. Por un lado, muestran que las autoridades reconocen el papel estratégico de la tecnología digital en la agenda climática. Por otro, legitiman la presencia de un proveedor global como Huawei en un terreno, el de las infraestructuras críticas, que hasta hace poco era objeto de exclusión en varios Estados miembro.

A medio plazo, esta ambivalencia política tendrá que resolverse. Si se aceptan proveedores extracomunitarios en sectores sensibles, habrá que establecer mecanismos de gobernanza más exigentes: auditorías técnicas, control de flujos de datos, acceso a código fuente, cumplimiento normativo y reversibilidad tecnológica.

En ausencia de esas garantías, la doble transición –digital y ecológica– podría acabar concentrando demasiado poder en manos de muy pocos actores.

El dilema de la eficiencia y la autonomía

Huawei ha presentado en Madrid una hoja de ruta coherente, técnicamente sofisticada y con múltiples puntos de entrada para empresas europeas. La integración de IA, conectividad y energía en soluciones empaquetadas, el foco en pymes, la formación técnica local y el despliegue de un canal de partners activos son ingredientes que cualquier proveedor global necesitaría para tener éxito en Europa.

Pero el éxito tecnológico no equivale, necesariamente, a legitimidad estratégica. En un contexto geopolítico donde Europa busca reducir dependencias, controlar su infraestructura crítica y reforzar la soberanía digital, los proveedores deberán operar bajo un nuevo contrato de confianza. Ese contrato no se basa sólo en capacidades, sino en garantías.

Huawei ha mostrado que puede ofrecer las primeras. Falta ver si los marcos regulatorios europeos exigirán –y obtendrán– también las segundas.

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