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Madrid destina 196 millones a impulsar industria deep tech

Madrid destina 196 millones a impulsar industria deep tech

  • Madrid aprueba 196 millones para impulsar un modelo industrial sostenible basado en deep tech, con 44 medidas centradas en startups, energía y economía circular.
Madrid Connect 2025

Madrid ha puesto cifras a su ambición tecnológica. El Ayuntamiento ha aprobado una inversión de 196 millones de euros para el periodo 2025-2027 con el objetivo de transformar el modelo productivo de la ciudad hacia uno más sostenible, competitivo y basado en tecnología profunda. El anuncio se produjo durante la clausura de Madrid Connect 2025, un encuentro que reunió a más de 200 actores del ecosistema científico, empresarial y de inversión en Talent Garden Madrid.

La iniciativa, articulada a través del Plan Industrial 2025-2027, incluye 44 medidas orientadas a facilitar el escalado de startups deep tech, fomentar la economía circular y reforzar la transferencia de conocimiento entre universidades, centros de investigación y empresas. Según datos del Ayuntamiento, se trata de la mayor dotación presupuestaria destinada hasta la fecha a política industrial en la capital.

Durante las dos jornadas del evento, organizado por el Parque Científico de Madrid (PCM) con el respaldo del consistorio y la colaboración de instituciones como la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Complutense, el CSIC y la Enterprise Europe Network, se abordaron los principales retos para consolidar a Madrid como nodo europeo de innovación tecnológica. La ciencia, la energía y la circularidad fueron los ejes de debate.

Madrid Connect 2025
Madrid Connect 2025

Ciencia aplicada a la industria: del laboratorio a la fábrica

Uno de los focos del encuentro fue la necesidad de institucionalizar la transferencia de conocimiento. Marta del Castillo, directora general del PCM, subrayó que el Parque actúa como puente entre la investigación y la producción industrial: “Estamos trabajando para facilitar el paso de las empresas ya desarrolladas a las Factorías Industriales del Ayuntamiento de Madrid, donde puedan producir de forma escalable”.

Félix Zamora, de la UAM, recordó que los parques científicos permiten elevar el nivel de madurez tecnológica (TRL) de las startups deep tech, mientras que María Inmaculada López, desde Compluemprende, destacó la creación de 19 preincubadoras en facultades para fomentar el emprendimiento desde el origen del conocimiento. Javier Etxabe, del CSIC, insistió en la necesidad de formar equipos multidisciplinares que acompañen a los investigadores en el proceso de creación de empresas tecnológicas.

Aunque el discurso sobre la transferencia lleva años presente en foros académicos, el consenso en MC25 fue claro: sin estructuras estables y recursos específicos, la conexión entre ciencia e industria seguirá dependiendo de iniciativas individuales.

Energía, circularidad y regulación: tensiones de la transición

La segunda mesa del día abordó los vectores energéticos y la circularidad como pilares del nuevo modelo industrial. Jesús Montes, de Moeve Energy Technology Intelligence, advirtió que muchas tecnologías emergentes fracasan por no haber sido concebidas con una lógica industrial desde el inicio. “Hay que alinear universidades, empresas y centros tecnológicos para evitar que los desarrollos se pierdan en las fases intermedias”, señaló.

Pedro Pereira, desde la Universidad de Calgary, fue más allá: “El hidrógeno no es una moda tecnológica, es un objetivo colectivo para reducir emisiones. Las empresas consolidadas deben asumir riesgos y transformar sus procesos industriales”. Su intervención puso sobre la mesa una tensión latente: la velocidad de la innovación frente a la inercia del tejido productivo.

Lidia Caramazana, de Naturgy, enumeró los tres grandes retos de la innovación energética —descentralización, digitalización y descarbonización— y defendió la colaboración con startups como vía para acelerar la cadena de valor del biogás, el almacenamiento y las energías marinas. También introdujo un matiz menos visible: “La transición energética debe ir acompañada de una transición extractiva. Las nuevas energías requieren otros recursos minerales”.

Desde Eurecat, Miquel Rovira defendió la circularidad como una estrategia industrial con impacto medible: “Reciclar una lata de aluminio ahorra hasta un 95 % de las emisiones respecto a producir una nueva. La digitalización será clave para garantizar la trazabilidad mediante blockchain y pasaportes digitales de producto”.

Sin embargo, varios ponentes coincidieron en que la normativa actual sigue siendo un freno. “La barrera no es tecnológica, sino regulatoria: está pensada para corporaciones, no para startups”, advirtió Caramazana.

Madrid Connect 2025
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Startups deep tech: del prototipo al mercado

En el bloque final, centrado en startups, se presentaron tres casos de innovación aplicada al sector energético e industrial: Gnanomat, Empirical Advances y Drage & Mate. María Jesús Romero, directora general de Economía e Industria del Ayuntamiento, anunció la creación de un sandbox de pruebas para facilitar el escalado de estas empresas.

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Roberto Clemente, CEO de Gnanomat, explicó que desarrollan nanomateriales para sistemas de acumulación de energía: “El reto no es crear tecnología, sino lograr que el mercado la adopte. La innovación abierta es clave para alinear nuestras soluciones con las necesidades reales de la industria”.

Amalio Garrido, de Drage & Mate, fue más crítico con el entorno europeo: “La aversión al riesgo de las corporaciones es paralizante. Necesitamos que la administración pública facilite entornos donde mostrar innovaciones reales: eso reducirá el miedo y acelerará la adopción”.

Rafael Mombiedro, de Empirical Advances, propuso que el Ayuntamiento habilite instalaciones industriales de demostración: “El Parque Científico nos ha ayudado a escalar, pero necesitamos espacios para validar nuestras soluciones a escala industrial”.

El consenso fue claro: Madrid cuenta con el talento, la ciencia y el tejido empresarial necesarios para liderar el deep tech europeo, pero necesita reforzar los espacios de prueba y los mecanismos de colaboración público-privada.

Una apuesta estructural con proyección europea

La directora del PCM, Marta del Castillo, cerró el evento destacando que Madrid Connect ha logrado su objetivo: conectar ciencia, talento e industria en torno a los grandes retos tecnológicos de la próxima década. Aunque aún es pronto para medir el impacto del Plan Industrial 2025-2027, el enfoque estructural y la dotación presupuestaria marcan un cambio de escala respecto a iniciativas anteriores.

Madrid aspira a consolidarse como nodo europeo de tecnología limpia y circular. Para lograrlo, deberá mantener el ritmo inversor, adaptar su marco regulatorio y, sobre todo, facilitar que la innovación salga del laboratorio y llegue al mercado.

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