Meta Superintelligence Labs, el ambicioso proyecto de Mark Zuckerberg para liderar la carrera hacia la inteligencia artificial general, afronta ya una oleada de dimisiones. Al menos ocho investigadores y directivos han abandonado la división en menos de dos meses, poniendo en entredicho la viabilidad de la iniciativa.
Fuga de talento en el nuevo laboratorio de superinteligencia
Meta Superintelligence Labs (MSL), la división que Mark Zuckerberg presentó en julio para acelerar el desarrollo de “superinteligencia personal”, está experimentando una ola de salidas inesperadas. Según confirmaron medios como WIRED y Business Insider, al menos ocho empleados —entre ellos investigadores, ingenieros y directivos— han abandonado el proyecto apenas semanas después de su lanzamiento.
Entre los más destacados figuran Avi Verma y Ethan Knight, dos exmiembros de OpenAI que apenas permanecieron un mes en Meta antes de regresar a su antigua compañía. También renunció Rishabh Agarwal, investigador con experiencia en Google Brain y DeepMind, quien afirmó en redes sociales que, tras siete años en el sector, buscaba “otro tipo de riesgo”.
A esta lista se suman veteranos de Meta como Bert Maher y Tony Liu, claves en el desarrollo de herramientas críticas como PyTorch y Triton, ampliamente utilizadas en el entrenamiento de modelos de IA. Maher se ha incorporado a Anthropic, mientras que Liu ha anunciado un proyecto independiente de divulgación sobre sistemas de IA.
Meta y el reto de retener talento en plena guerra por la IA
Zuckerberg lanzó Meta Superintelligence Labs con una agresiva campaña de fichajes, ofreciendo paquetes salariales valorados en cientos de millones de dólares. La estrategia buscaba captar a investigadores de OpenAI, Google DeepMind y Anthropic, con el objetivo de acortar distancias en la carrera por la inteligencia artificial general (AGI).
Sin embargo, las condiciones generaron tensiones internas. La llegada de perfiles con sueldos astronómicos ha incomodado a parte de la plantilla veterana, que llevaba años en Meta antes del giro estratégico hacia la “superinteligencia”. Según fuentes citadas por Business Insider, este descontento se habría traducido en amenazas de dimisión y, finalmente, en una ola de salidas.
Meta, por su parte, resta dramatismo a la situación. “Alguna rotación es normal en una organización de este tamaño”, señaló un portavoz de la compañía.
Reorganizaciones y señales de debilidad
Las salidas se producen en un contexto de inestabilidad dentro de la estrategia de inteligencia artificial de Meta. En los últimos meses, la compañía ha reestructurado varias veces sus equipos de investigación, dividiendo a los empleados en hasta cuatro unidades diferentes, según The Wall Street Journal.
A ello se suman los cambios en el liderazgo: Chaya Nayak, directora de gestión de producto en IA generativa, ha dejado Meta para unirse a OpenAI; mientras que Shengjia Zhao, uno de los creadores de ChatGPT, fue nombrado jefe científico de MSL tras un confuso proceso en el que incluso llegó a firmar un contrato de retorno a OpenAI.
Pese a los problemas de atracción y retención de talento, Meta continúa firmando acuerdos con startups de IA. Su nuevo director de IA, Alexandr Wang (ex Scale AI), confirmó recientemente una colaboración técnica con Midjourney, especializada en generación de imágenes y vídeo. Esto apunta a que la compañía busca acelerar la creación de contenidos audiovisuales generados por IA, con la mirada puesta en su integración en Facebook e Instagram.
Implicaciones para el sector y la competencia europea
El arranque accidentado de Meta Superintelligence Labs envía un mensaje claro al sector: incluso con grandes inversiones y paquetes millonarios, la guerra por el talento en inteligencia artificial no se resuelve fácilmente. OpenAI, Anthropic y Google siguen atrayendo a los perfiles más experimentados, y Meta deberá demostrar que puede ofrecer no solo capital, sino también estabilidad y un rumbo claro en su investigación.
Para las empresas europeas y españolas que dependen del ecosistema de herramientas como PyTorch, las salidas de figuras clave de Meta pueden generar incertidumbre sobre la evolución futura de las plataformas de código abierto. Además, la competencia global por investigadores de IA refuerza el desafío de la UE y de España para retener talento propio y desarrollar proyectos estratégicos en un sector que marcará la competitividad en la próxima década.
