Nike ha reestructurado sus divisiones internas para consolidar los equipos de Innovación, Diseño y Producto de Nike, Jordan Brand y Converse en una única unidad creativa. El movimiento, anunciado el 23 de octubre, se enmarca dentro de la estrategia corporativa Sport Offense de NIKE, Inc., y tiene como objetivo acelerar el desarrollo de productos centrados en el rendimiento deportivo.
La compañía estadounidense, con sede europea en los Países Bajos y presencia operativa en España, busca con esta integración fomentar la colaboración entre disciplinas y marcas, compartiendo tecnologías, procesos de fabricación y conocimiento aplicado. Según explicó Phil McCartney, Chief Innovation, Design and Product Officer de NIKE, Inc., la nueva estructura pretende “aprovechar todo nuestro potencial para ofrecer productos extraordinarios que hacen mejores a los atletas”.
La reorganización coincide con el lanzamiento de cuatro nuevas plataformas tecnológicas: Aero-FIT, Nike Mind, Project Amplify y Therma-FIT Air Milano. Cada una aborda un aspecto distinto del rendimiento deportivo, desde la transpiración hasta la preparación mental, pasando por la asistencia motorizada en el calzado o la regulación térmica en prendas técnicas.
Aero-FIT, por ejemplo, mejora la ventilación de las prendas deportivas al canalizar más del doble de flujo de aire que los tejidos convencionales. Nike Mind, desarrollada durante más de una década, aplica principios de neurociencia para diseñar calzado que ayude a los atletas a gestionar su estado mental antes y después de la competición. Project Amplify introduce un sistema de asistencia motorizada en zapatillas, una categoría aún incipiente en el mercado global. Y Therma-FIT Air Milano combina aislamiento térmico con la tecnología Nike Air para ofrecer distintas capas de abrigo en una sola prenda.
Estas innovaciones no surgen de forma aislada. Detrás de ellas hay una red de centros de investigación y desarrollo como el Nike Sport Research Lab, el Bowerman Footwear Lab o el Serena Williams Building, donde trabajan cerca de 1.000 diseñadores, ingenieros y científicos. El LeBron James Innovation Center, por su parte, actúa como núcleo de experimentación en biomecánica, materiales y neurociencia aplicada al deporte.
Aunque la unificación de equipos puede interpretarse como una apuesta por la eficiencia operativa, también plantea interrogantes sobre la autonomía creativa de cada marca. Jordan Brand y Converse, con identidades propias y públicos diferenciados, podrían ver diluida parte de su singularidad en un entorno más centralizado. Sin embargo, Nike insiste en que la voz del atleta seguirá guiando el proceso creativo, independientemente de la marca o la categoría.
La estrategia Sport Offense, bajo la que se enmarca esta transformación, busca acelerar el crecimiento de NIKE, Inc. en un contexto de presión competitiva creciente. Marcas como Adidas, Puma o Under Armour han intensificado sus inversiones en I+D, mientras que nuevos actores como On Running o Hoka han ganado cuota de mercado con propuestas técnicas muy enfocadas. En este entorno, la capacidad de Nike para traducir investigación en producto comercializable será clave.
España, donde Nike mantiene una red de distribución consolidada y una base de consumidores fiel, podría beneficiarse indirectamente de estas innovaciones. Aunque la compañía no ha detallado fechas de lanzamiento ni mercados específicos para las nuevas plataformas, es previsible que algunas de ellas lleguen a Europa en los próximos ciclos de producto.
Más allá del producto, la reorganización también tiene implicaciones internas. La colaboración entre diseñadores, ingenieros y científicos se verá reforzada por una estructura más transversal, aunque eso también exigirá nuevos modelos de liderazgo y gestión del talento. La referencia constante a figuras como Bill Bowerman o Kobe Bryant en el discurso corporativo apunta a una narrativa de legado e inspiración, pero la ejecución práctica dependerá de cómo se integren realmente los equipos.
En paralelo, la apuesta por tecnologías como la neurociencia aplicada o la asistencia motorizada en calzado sugiere una ampliación del campo de juego para Nike. No se trata solo de ropa o zapatillas, sino de soluciones híbridas que combinan hardware, software y ciencia del comportamiento. Una tendencia que ya se observa en otras industrias, como la salud digital o el entrenamiento personalizado, y que podría redefinir el papel de las marcas deportivas en los próximos años.
La compañía no ha ofrecido cifras concretas sobre inversión o retorno esperado, pero el despliegue simultáneo de cuatro plataformas sugiere una hoja de ruta ambiciosa. En un mercado donde la diferenciación tecnológica es cada vez más difícil de sostener, la capacidad de Nike para convertir ciencia en experiencia tangible será observada de cerca por analistas y competidores.
En definitiva, la creación de un equipo unificado de innovación no solo responde a una lógica de eficiencia, sino también a una necesidad estratégica: mantener la relevancia en un sector donde el rendimiento ya no se mide solo en segundos o gramos, sino también en datos, emociones y conexiones humanas.
