OpenAI, Nscale Global Holdings y Aker ASA han anunciado la puesta en marcha de Stargate Norway, un proyecto que dotará a Europa de una infraestructura de inteligencia artificial a gran escala alimentada exclusivamente con energía renovable. La instalación se ubicará en Kvandal, en las cercanías de Narvik, en el norte de Noruega, y se convertirá en la primera gigafactoría de OpenAI en el continente bajo el programa OpenAI for Countries.
El complejo contará con una capacidad inicial de 230 megavatios y desplegará 100 000 unidades de procesamiento gráfico (GPU) NVIDIA antes de que finalice 2026. Los planes contemplan ampliar la capacidad hasta 520 megavatios en fases posteriores, lo que situaría a Stargate Norway entre los mayores centros de datos especializados en IA de Europa. La inversión inicial asciende a 1 000 millones de dólares para una primera fase de 20 megavatios, con una aportación de capital de 250 millones de dólares por parte de Nscale y Aker, que operarán a través de una empresa conjunta a partes iguales tras la prevista fusión con Aker Horizons.
Ventajas de ubicación y enfoque energético
La elección de Narvik responde a la disponibilidad de energía hidroeléctrica abundante, baja demanda eléctrica local y precios de suministro inferiores a la media europea. Las condiciones climáticas frías de la región permiten optimizar los sistemas de refrigeración y reducir el consumo energético de la infraestructura. Además, la zona cuenta con una base industrial consolidada y redes logísticas capaces de soportar un despliegue tecnológico de gran envergadura.
La planta operará íntegramente con energía renovable y adoptará sistemas de refrigeración líquida directa al chip de circuito cerrado, diseñados para maximizar la eficiencia térmica. El calor residual generado por el funcionamiento de las GPUs se canalizará hacia empresas locales con procesos de bajas emisiones, contribuyendo a un modelo de economía circular y reduciendo el impacto ambiental de la instalación.
Impacto económico y desarrollo de competencias
El proyecto tendrá un efecto directo en la actividad económica del norte de Noruega mediante la creación de empleo y la atracción de proveedores especializados en infraestructuras digitales. Stargate Norway también prevé colaborar con universidades e institutos de investigación de la región para formar especialistas en IA y fomentar la transferencia de conocimiento entre el sector académico y la industria.
Parte de la capacidad de cómputo se reservará para el uso interno de OpenAI, Nscale y Aker, mientras que el excedente se ofrecerá a organizaciones públicas y privadas del Reino Unido, países nórdicos y el norte de Europa. Con ello se busca facilitar el acceso a recursos de cálculo avanzados a desarrolladores, startups y centros científicos, reforzando la autonomía tecnológica de la región.
Josh Payne, director ejecutivo de Nscale, señaló que la puesta en marcha de Stargate Norway supone “un paso estratégico para disponer de infraestructura de IA soberana y sostenible en Europa”. Øyvind Eriksen, presidente y consejero delegado de Aker, afirmó que Noruega, tradicionalmente vinculada a industrias basadas en energía limpia como la del aluminio o fertilizantes, “tiene ahora la oportunidad de convertirse en plataforma digital para el desarrollo de la inteligencia artificial a escala global”.
Por su parte, Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, indicó que Europa necesita incrementar su capacidad de procesamiento para aprovechar el potencial de la IA y que Narvik reúne “las condiciones óptimas de energía, clima e infraestructura para albergar un centro de estas características”.
Relevancia estratégica y regulatoria
Stargate Norway se alinea con las directrices europeas de soberanía digital y sostenibilidad en el ámbito de la inteligencia artificial. La iniciativa busca ofrecer capacidad de cómputo localizada dentro de la Unión Europea y cumplir con los requisitos del reglamento de IA y la Directiva de Eficiencia Energética, que promueven operaciones transparentes, reutilización del calor y reducción de la huella de carbono en grandes centros de datos.
Con este proyecto, OpenAI inicia su primer despliegue de infraestructuras en el continente europeo, ampliando su presencia fuera de Estados Unidos y Oriente Medio. Para Noruega, supone consolidar su posición como polo tecnológico alimentado por energía renovable y para Europa, representa un paso hacia una mayor independencia y competitividad en el desarrollo de inteligencia artificial avanzada.
