Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con…
Oracle Corporation, tradicionalmente identificada con el negocio de las bases de datos empresariales, atraviesa un momento decisivo en su historia. La compañía fundada en 1977 por Larry Ellison, Bob Miner y Ed Oates ha pasado de un papel rezagado en el mercado del cloud a situarse en el centro de la carrera global por la infraestructura de inteligencia artificial (IA).
El viraje hacia la computación en la nube y, en particular, hacia la provisión de capacidad para entrenar y desplegar modelos de IA de gran escala, ha transformado a la empresa en un proveedor cuya relevancia crece con rapidez.
En los últimos meses, Oracle ha multiplicado acuerdos multimillonarios con actores de primer nivel como OpenAI, Meta y ByteDance (TikTok), posicionándose como un actor clave en un mercado que hasta hace poco parecía dominado por Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud. Según como hemos adelantado recientemente en La Ecuación Digital, el pipeline de contratos de la compañía para dar servicio a proyectos de IA ha pasado de 138.000 millones de dólares a 455.000 millones en apenas tres meses, lo que refleja la magnitud de la demanda y la capacidad de Oracle para captarla.
Un acuerdo en negociación con Meta valorado en 20.000 millones de dólares
El último movimiento en esta estrategia es la negociación con Meta Platforms, matriz de Facebook e Instagram, para un contrato de unos 20.000 millones de dólares, según adelantó Bloomberg. El acuerdo, todavía en fase preliminar, prevé un compromiso plurianual por el que Oracle aportaría capacidad de computación destinada a entrenar y desplegar modelos de inteligencia artificial. Aunque las cifras y condiciones finales están sujetas a cambios, la magnitud del proyecto consolidaría la posición de la compañía como proveedor esencial de infraestructuras para las grandes tecnológicas.
De materializarse, el contrato con Meta se sumaría a otros acuerdos recientes que han disparado el negocio en la nube de Oracle. La firma ha informado de un incremento significativo de reservas que ha impulsado su cotización hasta máximos históricos. Entre sus clientes ya figuran OpenAI, con el que mantiene un contrato de 300.000 millones de dólares en el marco del proyecto Stargate, y xAI, la empresa de inteligencia artificial fundada por Elon Musk.
La acumulación de contratos de tal volumen ha generado dudas entre inversores acerca de la concentración del riesgo. Una parte sustancial del negocio depende actualmente de OpenAI, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de los ingresos futuros si la start-up no logra financiar su crecimiento. Aun así, los analistas destacan que Oracle está diversificando su cartera de clientes con acuerdos como el que negocia con Meta.
De proveedor de software a operador de infraestructuras
La historia de Oracle es la de una compañía que nació alrededor de un producto específico, la base de datos relacional, y que, tras décadas de dependencia de este negocio, se ha visto obligada a reinventarse. El salto a la nube llegó tarde en comparación con sus competidores. AWS lanzó sus servicios en 2006; Microsoft Azure debutó en 2010; y Google Cloud se expandió de manera decidida a partir de 2008. Oracle, en cambio, presentó Oracle Cloud Infrastructure (OCI) en 2016, cuando el mercado parecía ya repartido.

En aquel momento, la percepción general era que Oracle no podría competir frente a empresas que habían invertido durante una década en enormes centros de datos distribuidos por todo el mundo. Su propuesta inicial se percibió como un movimiento defensivo, dirigido principalmente a retener a sus clientes tradicionales de software empresarial.
Sin embargo, la compañía optó por un enfoque diferenciado. En lugar de replicar las arquitecturas de los llamados hiperescaladores, diseñó una infraestructura modular, más flexible, orientada a cargas de trabajo críticas y de alto rendimiento. Este diseño permitió a Oracle ofrecer versiones privadas de OCI con los mismos estándares de seguridad y capacidad que su nube pública, algo especialmente valorado por organizaciones con necesidades de soberanía del dato o de despliegues a menor escala.
Diferenciación en precio y flexibilidad
Uno de los elementos que ha distinguido a Oracle es su estrategia de precio-rendimiento. Larry Ellison ha subrayado en numerosas ocasiones que la compañía puede ofrecer despliegues privados de nube a costes muy inferiores a los de AWS o Azure. Un ejemplo citado por el propio Ellison es un despliegue de OCI valorado en seis millones de dólares frente a los 600 millones que, según él, requeriría una instalación equivalente en un hiperescalador.
La flexibilidad también ha sido clave. Oracle ha desarrollado capacidades de interoperabilidad que permiten integrar sus servicios con infraestructuras locales, sistemas heredados y, en algunos casos, con otras nubes públicas. Esta posibilidad de evitar un compromiso exclusivo con un solo proveedor responde a una demanda creciente entre empresas que buscan diversificar sus riesgos y costes.
Esta combinación de coste y flexibilidad ha abierto a Oracle un espacio propio en el mercado, especialmente atractivo para organizaciones que desarrollan modelos de IA de gran tamaño y que requieren capacidad de cálculo a gran escala.
La apuesta por la inteligencia artificial
El factor decisivo en la revitalización de Oracle ha sido su orientación hacia la inteligencia artificial. El auge de los modelos de lenguaje de gran tamaño y de la IA generativa ha desencadenado una necesidad sin precedentes de infraestructuras con capacidad de cálculo masiva. Estos procesos requieren miles de unidades de procesamiento gráfico (GPU) de alta gama, redes de baja latencia y un suministro energético descomunal.

Oracle ha adaptado su arquitectura para responder a estas necesidades específicas. En el caso de OpenAI, la compañía se ha comprometido a proporcionar 4,5 gigavatios de capacidad de computación, una cifra sin precedentes en el sector. En paralelo, participa en el proyecto Stargate, que prevé una inversión conjunta de hasta 500.000 millones de dólares en infraestructuras de IA en Estados Unidos antes de 2030, junto a socios como SoftBank y MGX.
Este posicionamiento ha transformado la percepción de Oracle en el mercado. Lo que hace apenas un lustro se veía como un proveedor secundario en la nube se considera hoy un actor clave en el suministro de capacidad para IA, un segmento en el que la escasez de hardware y la urgencia de las grandes tecnológicas han abierto oportunidades que trascienden a los hiperescaladores tradicionales.
Larry Ellison: de escéptico de la nube a referente de la IA
La figura de Larry Ellison resulta central en esta transformación. Cofundador y actual presidente y director de tecnología de Oracle, Ellison fue durante años crítico con la computación en la nube, a la que llegó a calificar de “galimatías”. Su visión cambió a medida que la transición del software on-premise hacia modelos de suscripción y servicios en la nube se aceleraba.

Hoy, a los 81 años, Ellison se ha convertido en uno de los principales defensores de la infraestructura de IA. Su patrimonio personal se disparó en 2024, llegando a superar temporalmente al de Elon Musk tras el anuncio del acuerdo de 300.000 millones con OpenAI.
Ellison y la consejera delegada de Oracle, Safra Catz, han presentado a los inversores la IA como un vector de crecimiento capaz de transformar la compañía y de redefinir su papel en la industria tecnológica. La magnitud de los contratos anunciados ha sorprendido a Wall Street, que ha elevado el valor de las acciones de Oracle hasta máximos históricos.

Retos de financiación y márgenes
El rápido crecimiento también plantea interrogantes. El suministro de infraestructura a gran escala para IA exige inversiones intensivas en centros de datos, redes y, sobre todo, en procesadores gráficos de Nvidia, cuya demanda supera a la oferta. Aunque Oracle asegura que puede operar estos sistemas a menor coste que sus competidores, analistas como Charles Fitzgerald advierten de que se trata de un negocio con márgenes limitados y muy dependiente de la capacidad de los clientes para financiar sus proyectos.
En particular, el acuerdo con OpenAI ha generado inquietud. La start-up, respaldada por Microsoft, acumula pérdidas y necesita acceder a cientos de miles de millones en capital adicional para sostener sus planes. Si no logra mantener ese flujo de financiación, los compromisos de Oracle podrían verse afectados.
A pesar de estas dudas, los analistas coinciden en que la compañía ha logrado situarse en el grupo de proveedores de referencia para proyectos de IA, junto a AWS, Azure y Google Cloud.
Relaciones con TikTok y diversificación de clientes
Otro capítulo relevante en la estrategia reciente de Oracle es su relación con ByteDance, matriz de TikTok. En 2020, Oracle se convirtió en proveedor de almacenamiento en la nube para los datos de usuarios de la aplicación en Estados Unidos, en un movimiento impulsado por las presiones regulatorias de la Administración Trump. Posteriormente, adquirió una participación del 12,5% en TikTok Global.
Más recientemente, ha surgido la posibilidad de que Oracle forme parte de un consorcio para adquirir las operaciones de TikTok en Estados Unidos, si finalmente la plataforma se ve obligada a separarse de su matriz china. Ellison, conocido por su proximidad política al expresidente Trump, ha desempeñado un papel visible en estas negociaciones.
Este tipo de acuerdos, sumados a los contratos con Meta, OpenAI y xAI, refuerzan la estrategia de diversificación de clientes más allá del negocio tradicional de bases de datos y aplicaciones empresariales.
Impacto en el mercado de la nube
El ascenso de Oracle como proveedor de infraestructuras de IA introduce un nuevo equilibrio en el mercado de la nube. Aunque AWS, Azure y Google Cloud mantienen cuotas de mercado superiores, la aparición de un competidor con características diferenciadas amplía las opciones para las empresas.
La tendencia conocida como alt cloud, alternativas a los hiperescaladores tradicionales, se nutre de proveedores que ofrecen servicios especializados, mayor flexibilidad o precios más competitivos. Oracle se ha integrado en este movimiento gracias a su foco en cargas de trabajo de alto rendimiento, en particular en IA y computación de alto rendimiento (HPC).
La demanda global de capacidad para IA ha puesto de manifiesto que el mercado no puede ser abastecido únicamente por los tres grandes proveedores. Esto ha abierto una ventana de oportunidad que Oracle ha aprovechado con rapidez.
Evolución histórica y legado en bases de datos
A pesar de la relevancia de la nube y la IA, el negocio de bases de datos continúa siendo un pilar esencial para Oracle. Su sistema de gestión de bases de datos relacional, lanzado en 1979, sigue presente en sectores críticos como telecomunicaciones, banca, seguros y automoción. Empresas como AT&T, Deutsche Bank, Munich Re o Stellantis utilizan aún estas tecnologías como núcleo de sus operaciones.
La capacidad de integrar este legado con la nueva infraestructura de nube es uno de los activos más valiosos de la compañía. Los clientes tradicionales encuentran en Oracle un puente entre los sistemas heredados y las nuevas arquitecturas de IA, lo que facilita la transición tecnológica sin necesidad de una migración completa hacia otros proveedores.
Perspectivas futuras
Oracle afronta los próximos años con una combinación de oportunidades y riesgos. Por un lado, su entrada en la infraestructura de IA le ha otorgado contratos de un volumen sin precedentes y una posición destacada frente a competidores a los que, hasta hace poco, parecía imposible alcanzar. Por otro, la concentración de ingresos en clientes como OpenAI y la necesidad de inversiones gigantescas para construir centros de datos generan incertidumbre sobre la sostenibilidad de su crecimiento.
La capacidad de Oracle para mantener márgenes en un negocio altamente competitivo dependerá de varios factores: la evolución de la demanda global de IA, la disponibilidad de hardware especializado, la estabilidad financiera de sus principales clientes y su habilidad para ejecutar proyectos de la escala prometida.
Lo que parece claro es que la compañía ha superado la percepción de rezagada en el mercado de la nube. En un contexto de escasez de capacidad y de presión regulatoria sobre las grandes plataformas, Oracle ha encontrado un espacio en el que competir con ventajas específicas.
Un nuevo capítulo para una empresa de cinco décadas
Con más de 50 años de historia, Oracle se enfrenta a un nuevo capítulo en su trayectoria. Desde sus inicios con el desarrollo de bases de datos hasta su entrada tardía en la nube, la compañía ha atravesado etapas de expansión, estancamiento y reinvención. Hoy, el auge de la IA le ofrece la oportunidad de consolidarse como proveedor estratégico en uno de los sectores más dinámicos y disputados de la industria tecnológica.
Si logra ejecutar los proyectos comprometidos y mantener la confianza de inversores y clientes, Oracle podría convertirse en un pilar fundamental de la infraestructura digital de la próxima década. En caso contrario, corre el riesgo de quedar atrapada en un ciclo de inversiones elevadas y márgenes estrechos que limite su capacidad de crecimiento.
Sea cual sea el desenlace, la transformación de Oracle en torno a la nube de IA ya constituye uno de los movimientos más significativos en la historia reciente del sector tecnológico.
Oracle AI World 2025: un nuevo escaparate de la estrategia de la compañía

Del 13 al 16 de octubre, Oracle celebrará en Las Vegas la primera edición de Oracle AI World, el encuentro que sustituye a CloudWorld y que refleja el reposicionamiento de la compañía en torno a la inteligencia artificial. El programa reunirá a clientes, socios y analistas en torno a seis grandes bloques de contenido: aplicaciones con IA embebida, infraestructura de gran escala, bases de datos para IA generativa, tecnologías para desarrolladores, aplicaciones sectoriales y analítica avanzada.
La evolución del evento —de OpenWorld a CloudWorld y ahora a AI World— muestra cómo Oracle ha ido adaptando su narrativa corporativa a las prioridades tecnológicas de cada etapa: primero las bases de datos, después la nube, y ahora la IA como capa transversal. En esta edición, se espera que las sesiones clave profundicen en la gestión de agentes de IA, la hoja de ruta de la IA generativa y la transformación de las aplicaciones analíticas.
Estaré en Las Vegas para cubrir Oracle AI World 2025 y dar seguimiento directo a los anuncios, ponencias y conversaciones con directivos y expertos de la industria. El evento servirá como termómetro de hasta qué punto la compañía logra consolidarse en la carrera global por la infraestructura de inteligencia artificial y cuál es su propuesta diferenciada frente a los grandes competidores de la nube.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
