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Palo Alto y Google Cloud refuerzan su alianza en IA segura

Palo Alto y Google Cloud refuerzan su alianza en IA segura

  • Palo Alto Networks y Google Cloud amplían su alianza para integrar seguridad avanzada en infraestructuras de IA y nube híbrida, con foco en Prisma AIRS.
Inteligencia Artificial - Seguridad

En un momento en que las empresas tecnológicas intensifican su inversión en inteligencia artificial generativa y despliegues multicloud, Palo Alto Networks y Google Cloud han decidido estrechar su colaboración. El anuncio, realizado el 22 de diciembre de 2025, marca una nueva fase en su alianza estratégica, centrada en integrar capacidades de seguridad avanzadas directamente en las infraestructuras de IA y nube híbrida.

Según el último State of Cloud Report de Palo Alto Networks, publicado este mismo mes, el 99% de las organizaciones encuestadas sufrió al menos un ataque contra su infraestructura de IA en el último año. Este dato, que refleja una superficie de ataque en expansión, ha sido uno de los catalizadores del acuerdo. La colaboración se articula en torno a Prisma AIRS, la plataforma de seguridad de IA de Palo Alto, y los servicios de IA de Google Cloud como Vertex AI y Agent Engine.

La alianza contempla una integración profunda en cuatro frentes. Primero, una seguridad de IA de extremo a extremo, que abarca desde el desarrollo hasta la ejecución de modelos, incluyendo herramientas como AI Runtime Security, AI Red Teaming o AI Model Security. Segundo, un firewall de software de nueva generación, basado en la serie VM de Palo Alto, optimizado para entornos virtualizados y multicloud. Tercero, una plataforma SASE (secure access service edge) impulsada por IA, que mejora la conectividad y seguridad de usuarios remotos y oficinas distribuidas. Y por último, una experiencia de seguridad unificada, diseñada para reducir la fricción operativa y acelerar el cumplimiento normativo.

El enfoque no es nuevo, pero sí más ambicioso. Desde hace años, ambas compañías han trabajado en más de 75 integraciones conjuntas y han generado más de 2.000 millones de dólares en ventas a través del Google Cloud Marketplace. Lo que cambia ahora es la profundidad de la integración: Palo Alto migrará cargas de trabajo internas clave a Google Cloud como parte de un acuerdo multianual valorado en varios miles de millones de dólares. Además, sus copilots de seguridad ya funcionan sobre Vertex AI y los modelos Gemini de Google.

BJ Jenkins, presidente de Palo Alto Networks, subrayó que la prioridad de las juntas directivas es cómo aprovechar la IA sin comprometer la seguridad. “Estamos eliminando la fricción entre la seguridad y el desarrollo”, afirmó. Por su parte, Matt Renner, presidente y Chief Revenue Officer de Google Cloud, señaló que esta ampliación permitirá a los clientes “desarrollar nuevos agentes de IA con la seguridad integrada desde el inicio”.

Más allá de las declaraciones, el acuerdo plantea una cuestión estructural: ¿es posible escalar la IA generativa sin rediseñar por completo los modelos de seguridad? Las cifras del informe de Palo Alto sugieren que los enfoques actuales no bastan. La integración de la seguridad en el ciclo de vida completo del desarrollo de IA —desde el entrenamiento hasta la inferencia— apunta a una respuesta parcial, aunque no definitiva.

Otro aspecto relevante es el papel de la infraestructura. Al ejecutar Prisma Access sobre la red de Google y utilizar Google Cloud Interconnect para conectar infraestructuras WAN, Palo Alto busca garantizar políticas de seguridad coherentes en entornos distribuidos. Esto responde a una necesidad creciente entre las empresas que operan en múltiples nubes y geografías.

El movimiento también refuerza la posición de Google Cloud como proveedor de infraestructura de confianza para cargas críticas de seguridad. En contraste con otros hyperscalers, su apuesta por una pila de IA integrada —desde chips hasta modelos de lenguaje— le permite ofrecer un control más granular, algo que Palo Alto parece valorar especialmente.

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Sin embargo, la alianza no está exenta de desafíos. La promesa de una experiencia de seguridad unificada choca con la realidad de entornos empresariales heterogéneos, donde conviven soluciones heredadas, múltiples proveedores y equipos con distintos niveles de madurez en ciberseguridad. La interoperabilidad, más que la integración, podría convertirse en el verdadero campo de batalla.

La colaboración también tiene implicaciones regulatorias. A medida que la Unión Europea avanza en la implementación del AI Act y refuerza los requisitos de protección de datos en entornos cloud, las empresas tecnológicas se ven obligadas a demostrar no solo cumplimiento, sino trazabilidad y gobernanza en sus sistemas de IA. La inclusión de capacidades como AI Red Teaming y AI Model Security sugiere que Palo Alto y Google Cloud buscan anticiparse a estas exigencias.

En última instancia, el acuerdo refuerza una tendencia más amplia: la convergencia entre seguridad y desarrollo como condición para escalar la IA en entornos empresariales. Aunque aún quedan incógnitas sobre la eficacia operativa de estas integraciones, el movimiento de Palo Alto y Google Cloud apunta a una dirección clara: la seguridad ya no puede ser un añadido, sino una capa estructural del tejido digital.

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