En un movimiento que refuerza su estrategia de servicios digitales en zonas remotas, Serenae ha anunciado una colaboración con la plataforma sueca Nextory para ofrecer acceso gratuito a contenidos culturales en municipios rurales. La iniciativa, que permite a los usuarios leer o escuchar libros y revistas sin necesidad de conexión permanente, se apoya en la infraestructura de Internet satelital que la compañía despliega en áreas donde no llegan otros operadores.
Según ha comunicado la empresa, los clientes actuales y nuevos de Serenae podrán disfrutar de entre 30 y 40 días de acceso gratuito a Nextory. La medida no busca promocionar una plataforma concreta, sino ilustrar cómo la conectividad satelital puede habilitar servicios culturales que hasta ahora estaban restringidos a entornos urbanos. “Internet satelital no es solo velocidad, es la posibilidad real de acceder a oportunidades que antes estaban limitadas a los entornos urbanos”, ha señalado Vanessa Cota, directora de Marketing y Experiencia del Cliente de Serenae.
La colaboración con Nextory se enmarca en una visión más amplia que la compañía viene desarrollando desde hace años: convertir la conectividad en un habilitador de servicios esenciales para quienes viven en el medio rural. A través de su app Serenae Conect@, los usuarios ya podían acceder a consultas online con médicos, veterinarios y abogados. Ahora, la cultura se suma a esa oferta digital, ampliando el alcance de lo que significa vivir conectado en un pequeño municipio.
Durante décadas, la falta de infraestructuras culturales ha sido una constante en muchas zonas rurales de España. Bibliotecas cerradas, librerías inexistentes y una oferta cultural limitada por la distancia física. La tecnología satelital, al llegar al 100% del territorio, elimina esa barrera. Lo relevante no es solo el acceso en tiempo real, sino la posibilidad de descargar contenidos y consumirlos offline, algo especialmente útil en entornos con limitaciones de datos o cobertura intermitente.
En este sentido, la propuesta de Serenae no solo beneficia a lectores habituales. También impacta en familias con hijos en edad escolar, que ahora pueden acceder a lecturas obligatorias sin desplazarse, y en adultos que convierten los trayectos o las tareas del campo en momentos de aprendizaje gracias a los audiolibros. “La tecnología satelital rompe la distancia: la cultura viene a ti”, apuntan desde la compañía.
La elección de Nextory no es casual. La plataforma, que compite en Europa con servicios como Audible o Scribd, ha apostado por un modelo híbrido que combina lectura y escucha, con una interfaz adaptada a distintos niveles de conectividad. Su capacidad para funcionar sin conexión permanente encaja con el perfil de usuario rural que Serenae busca atender: personas con acceso limitado a redes móviles o fibra, pero con necesidades culturales y educativas similares a las de cualquier ciudadano urbano.
La iniciativa también plantea una cuestión más estructural: hasta qué punto la conectividad, por sí sola, puede reducir la brecha territorial. Serenae parece responder a esa pregunta con una estrategia de servicios integrados. No basta con llevar internet a los pueblos, sostienen desde la empresa. Hace falta construir un ecosistema digital que incluya salud, asesoría legal, educación y, ahora también, cultura.
En contraste con otros operadores que centran su propuesta en la velocidad o el precio, Serenae ha optado por una narrativa centrada en la calidad de vida. “Nuestro objetivo es democratizar el acceso no solo a internet, sino también a la cultura, la salud digital y los servicios esenciales”, explican sus responsables. Una visión que, aunque ambiciosa, responde a una demanda creciente: la de quienes quieren vivir en el campo sin renunciar a los recursos de la ciudad.
La compañía, con más de 12.000 clientes y dos décadas de experiencia en conectividad satelital, ha intensificado en los últimos años su papel como agente de transformación rural. La colaboración con Nextory se suma a una serie de alianzas que buscan ampliar el alcance de sus servicios. Según fuentes internas, Serenae está explorando nuevos acuerdos con entidades culturales, educativas y sociales para seguir ampliando su oferta digital.
El reto, sin embargo, no es solo tecnológico. También es cultural y político. La digitalización del mundo rural exige infraestructuras, sí, pero también voluntad de integrar servicios y adaptar modelos pensados para entornos urbanos. En ese sentido, la apuesta de Serenae por servicios como Conect@ o la biblioteca digital no resuelve todos los problemas, pero sí plantea un modelo replicable: llevar no solo conectividad, sino también contenido y utilidad a cada rincón del país.
A medida que la despoblación y la desigualdad territorial se consolidan como desafíos estructurales en España, iniciativas como esta adquieren una dimensión estratégica. No se trata solo de acceso a internet, sino de acceso a derechos, oportunidades y vida cultural. Y en ese terreno, la conectividad satelital empieza a mostrar un potencial que va más allá de lo técnico.
