A poco más de un mes para que expire el plazo de solicitud del Kit Digital, el 31 de octubre de 2025, apenas un 11% del tejido empresarial español ha recurrido a este programa de subvenciones impulsado por el Gobierno. Dirigido a pymes de hasta 50 empleados y profesionales autónomos, el programa cuenta con un presupuesto superior a los 3.000 millones de euros, financiados por el Plan de Recuperación de la Unión Europea a través de los fondos Next Generation EU.
Según datos del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, se han concedido hasta la fecha más de 750.000 bonos digitales por valor de más de 3.000 millones de euros. Las ayudas están dirigidas a pequeñas empresas, microempresas y trabajadores autónomos, con el objetivo de facilitar la adopción de soluciones digitales. Sin embargo, el porcentaje de empresas beneficiadas sigue siendo reducido si se compara con el volumen total de posibles destinatarios.
De acuerdo con la Dirección General de Estrategia Industrial y de la Pequeña y Mediana Empresa, organismo dependiente del Ministerio de Industria y Turismo, al cierre de 2024 operaban en España más de 2,9 millones de pymes. A ellas se suman más de 3,4 millones de profesionales autónomos. Esto sitúa la tasa de penetración del programa por debajo del 11%, pese a la dotación presupuestaria y al alcance inicial previsto por las autoridades.
Última fase del programa y segmentos pendientes
El Kit Digital contempla tres segmentos en función del tamaño de la empresa. El plazo actual afecta al tramo que agrupa a empresas de entre 3 y 49 empleados. En paralelo, las microempresas de menos de 3 empleados se encuentran en fase final de asignación presupuestaria, por lo que se prevé un cierre progresivo del programa en las próximas semanas.
Las ayudas, gestionadas a través de la plataforma Acelera Pyme y coordinadas por Red.es, cubren la contratación de soluciones digitales en áreas como la presencia web, la gestión de clientes, el comercio electrónico, la ciberseguridad o la analítica de datos, entre otras.
Obstáculos en la selección y adopción de soluciones
Uno de los principales factores que explican la baja participación en el programa es la dificultad que tienen muchas empresas para identificar e implementar las herramientas digitales que realmente necesitan. La coexistencia de plataformas heredadas, la falta de personal técnico o la oferta fragmentada de servicios son elementos que complican la toma de decisiones.
Además, la digitalización implica no solo la adquisición de software, sino también la reorganización de procesos, la integración de sistemas y, en muchos casos, la formación del personal. Esta complejidad ha llevado a que muchas pymes pospongan la solicitud de ayudas o no las ejecuten una vez concedidas.
En este sentido, Sridhar Iyengar, director general en Europa de Zoho, advierte que “la digitalización es un trayecto y no solo una serie de hitos a cubrir. Por eso, es vital que la empresa valore adecuadamente qué herramientas y soluciones va a necesitar realmente para crecer y optimizar su trabajo, si va a necesitar formación para utilizarlas adecuadamente, etc.”.
El directivo subraya también el papel de los proveedores tecnológicos como facilitadores en este proceso: “Contar en este trayecto con partners que estén presentes en todo el camino, incluyendo nuevas funcionalidades a medida que estén disponibles, permite colaborar en la optimización del flujo de trabajo, aportar agilidad, respuestas rápidas y seguridad en sus operaciones”.
Inteligencia artificial y digitalización empresarial
El programa contempla también la incorporación de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, dentro del catálogo de soluciones financiables. Esta inclusión amplía el abanico de herramientas disponibles para las empresas y plantea nuevos retos vinculados a la implementación responsable de estas tecnologías.
La adopción de soluciones basadas en IA requiere, además, una infraestructura digital previa y una estrategia de integración que considere aspectos operativos, legales y éticos. No obstante, el acceso a estas tecnologías mediante subvención pública podría suponer un factor de aceleración para determinados sectores.
Evaluación parcial y perspectivas
A pesar de su volumen presupuestario y su cobertura teórica, el Kit Digital sigue mostrando limitaciones estructurales en términos de impacto efectivo. La baja tasa de adopción, unida a los obstáculos en la ejecución práctica de las ayudas, ha generado cuestionamientos sobre la eficacia del modelo actual.
Con la proximidad del cierre del programa, la atención se centra ahora en evaluar los resultados obtenidos y en extraer aprendizajes que puedan aplicarse en futuras iniciativas de digitalización empresarial. Entre las cuestiones pendientes figuran la necesidad de mejorar la orientación técnica a las empresas, simplificar los procedimientos de acceso y reforzar los mecanismos de seguimiento de los proyectos subvencionados.
