Synack ha anunciado una alianza estratégica con Tenable que permitirá a las organizaciones centrarse en las amenazas realmente explotables y reducir de forma significativa la fatiga de alertas.
Esta colaboración introduce una integración que combina gestión de vulnerabilidades con pruebas de penetración continuas y validadas por expertos. El objetivo no es menor: reducir el ruido generado por alertas automatizadas y centrarse en las amenazas que realmente pueden ser explotadas en entornos empresariales.
En lugar de añadir otra capa de detección, la alianza busca filtrar. Tenable aporta su plataforma de Vulnerability Management, conocida por su capacidad para mapear y clasificar vulnerabilidades en infraestructuras complejas. Synack, por su parte, integra su sistema de Penetration Testing as a Service (PTaaS), que incorpora un triaje asistido por inteligencia artificial y una red global de 1.500 hackers éticos. Según datos de la propia compañía, este equipo ha acumulado cerca de 10 millones de horas de pruebas expertas desde su fundación.
El núcleo técnico de esta integración se apoya en Sara, el marco de IA agéntica desarrollado por Synack. Esta tecnología permite clasificar vulnerabilidades a gran escala, pero lo hace con una lógica distinta a la de los escáneres tradicionales: no solo identifica, sino que discrimina. Es decir, prioriza en función de la explotabilidad real, un criterio que a menudo se pierde en la avalancha de alertas que reciben los equipos de ciberseguridad.
Aunque la automatización ha mejorado la detección, también ha generado un efecto colateral: la fatiga de alertas. En entornos corporativos, donde se reportan miles de vulnerabilidades potenciales cada semana, distinguir entre lo crítico y lo irrelevante se ha vuelto un desafío estructural. La propuesta de Synack y Tenable apunta precisamente a ese cuello de botella. Al combinar la amplitud de datos de Tenable con la capacidad de validación de Synack, los responsables de seguridad pueden priorizar con mayor precisión y actuar con mayor rapidez.
«La clave está en reducir el tiempo entre la detección y la remediación, pero sin perder rigor en el análisis», explican desde Synack. La validación humana sigue siendo un componente central. El Synack Red Team (SRT), compuesto por investigadores acreditados, verifica manualmente la explotabilidad de las vulnerabilidades detectadas y evalúa la eficacia de los parches aplicados. Esta doble capa —IA para escalar, humanos para confirmar— busca ofrecer una cobertura más robusta en entornos híbridos y distribuidos.
La alianza también introduce una lógica de pentesting continuo, que contrasta con el enfoque tradicional de auditorías periódicas. En lugar de realizar pruebas puntuales, las organizaciones pueden mantener una validación constante de su superficie de ataque. Esto resulta especialmente relevante en sectores como el financiero o el sanitario, donde los entornos cambian con rapidez y las ventanas de exposición pueden ser críticas.
El contexto regulatorio también influye. Normativas como la NIS2 en Europa o los marcos de cumplimiento sectoriales exigen no solo detectar vulnerabilidades, sino demostrar que se han gestionado de forma eficaz. En ese sentido, la integración ofrece un rastro verificable de cada hallazgo, su validación y su resolución, lo que puede facilitar auditorías y revisiones externas.
La presión no es solo normativa. La velocidad de los ciberataques, impulsada en parte por herramientas de IA generativa utilizadas por actores maliciosos, obliga a las empresas a anticiparse. Aquí, la combinación de inteligencia artificial y análisis humano se presenta como una respuesta híbrida. No elimina el riesgo, pero permite reducirlo de forma más estratégica.
En contraste con otras soluciones centradas exclusivamente en la automatización, la propuesta de Synack y Tenable introduce una capa de contexto operativo. No se trata solo de saber qué vulnerabilidades existen, sino de entender cuáles pueden ser utilizadas realmente contra una organización concreta, en un momento determinado y bajo unas condiciones específicas.
Este enfoque no es nuevo, pero sí gana tracción en un mercado saturado de herramientas de detección. La diferencia, según apuntan analistas del sector, está en la capacidad de escalar sin perder precisión. Y en eso, la validación humana sigue siendo difícil de reemplazar.
La integración ya está disponible para clientes de ambas plataformas y se espera que tenga una adopción significativa entre empresas con infraestructuras complejas o requisitos de cumplimiento estrictos. Aunque no se han revelado cifras concretas, desde Synack señalan que varios clientes del sector financiero y tecnológico ya han comenzado a implementar el modelo conjunto.
A medio plazo, esta alianza podría marcar un cambio en la forma en que se concibe la gestión de vulnerabilidades: menos centrada en la detección masiva y más orientada a la acción priorizada. No elimina la necesidad de escanear, pero introduce una capa de decisión más afinada. En un entorno donde cada minuto cuenta, esa diferencia puede ser decisiva.
