Telefónica trabaja en un nuevo plan de ajuste de plantilla que podría afectar a entre 6.000 y 7.000 empleados en España, según ha adelantado el diario Expansión citando fuentes conocedoras. La medida, que aún no se ha comunicado oficialmente, se encuentra en fase de análisis interno y su anuncio se produciría previsiblemente tras la presentación del nuevo plan estratégico por parte del presidente ejecutivo Marc Murtra el próximo 4 de noviembre, durante el Capital Markets Day.
Aunque la empresa ha indicado que “no hay sobre la mesa el planteamiento de un ERE en este momento”, las fuentes consultadas por Expansión aseguran que el expediente ya está en preparación y que su alcance será superior al último proceso de ajuste llevado a cabo en enero de 2024, que afectó a 3.421 trabajadores y supuso una provisión de 1.300 millones de euros, con un ahorro anual estimado de 285 millones.
Ampliación del alcance a nuevas filiales
A diferencia de anteriores expedientes, centrados principalmente en Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones —empresas incluidas dentro del Convenio de Empresas Vinculadas (CEV)—, el nuevo plan afectaría también a otras filiales del grupo. Entre las unidades que podrían verse implicadas figuran Telefónica Soluciones Audiovisuales, Telefónica Global Solutions, Telefónica I+D, Telefónica Tech, Telxius, Telyco (la red de tiendas) y Movistar+. Por primera vez, también se baraja la posibilidad de que el ajuste alcance al centro corporativo, hasta ahora solo impactado por salidas individuales.
La afectación principal seguiría concentrándose en las tres filiales del CEV, que agrupan en conjunto alrededor de 5.000 empleados de los potenciales afectados. No obstante, si se amplía el perímetro del ajuste, la cifra inicial de 6.000 podría elevarse hasta los 7.000 trabajadores, dentro de un universo de 25.000 empleados en España. En procesos anteriores, como el de 2023, las cifras iniciales fueron rebajadas hasta un 33% tras las negociaciones con los sindicatos.
Calendario previsto y carga contable al ejercicio 2025
El calendario previsto por la compañía contempla la presentación del plan a los representantes sindicales entre mediados de noviembre y principios de diciembre. De acuerdo con la legislación vigente, una vez notificado el preaviso del ERE, existen quince días para constituir las mesas negociadoras y otros treinta días naturales para alcanzar un acuerdo. Esto permitiría cerrar el proceso antes del 31 de diciembre o, como ocurrió en 2023, justo a comienzos del nuevo año fiscal.
La empresa pretende cargar el coste contable de las salidas al ejercicio 2025, que ya se ha visto afectado por las provisiones derivadas de la salida de filiales en América Latina. Según los resultados del primer semestre de 2025, Telefónica acumuló unas pérdidas de 1.355 millones de euros, que incluyen 1.913 millones de euros por operaciones discontinuadas, compensadas parcialmente por 558 millones procedentes de actividades en curso.
El planteamiento de concentrar los costes extraordinarios —tanto los derivados del ajuste de plantilla como los asociados a la reestructuración internacional— en el mismo ejercicio fiscal responde a la lógica de cerrar el año contable con todos los impactos negativos asumidos, dejando el camino despejado para iniciar 2026 con una base operativa más ligera.
Condiciones del plan: carácter voluntario y perfiles objetivo
Al igual que el anterior ERE, el nuevo plan se articularía preferentemente mediante bajas voluntarias. En el expediente de 2024, las condiciones estaban dirigidas a trabajadores mayores de 55 años y el volumen de solicitudes voluntarias superó el número final de salidas acordadas. La compañía prevé una dinámica similar en este nuevo proceso.
El esquema mantendría la estructura de compensaciones y condiciones de salida basada en la antigüedad y el salario, aunque estos detalles deberán ser objeto de negociación con las centrales sindicales. De acuerdo con las mismas fuentes, Telefónica busca evitar despidos forzosos, aunque esta posibilidad no se descarta si no se alcanzan las cifras objetivo a través de la vía voluntaria.
Racionalización de costes en línea con la estrategia de Murtra
El plan de ajuste de plantilla se enmarca dentro de las líneas estratégicas definidas por Marc Murtra desde su nombramiento como presidente ejecutivo, formalizado en la junta de accionistas del pasado 10 de abril. En esa ocasión, Murtra subrayó la necesidad de reforzar la disciplina financiera y simplificar la estructura del grupo.
Uno de los ejes principales de esta estrategia es la automatización de procesos mediante tecnologías como la inteligencia artificial, tanto en la operación de red como en la atención al cliente, lo que reduciría la necesidad de personal en ciertas áreas operativas. La revisión de costes también es vista como un paso previo para acometer posibles operaciones de consolidación o desinversiones en mercados clave, que podrían incluir movimientos de M&A, según lo esperado en el próximo Capital Markets Day.
Participación del Gobierno y respaldo institucional
Telefónica cuenta actualmente con el respaldo accionarial del Estado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que posee un 10% del capital y ostenta representación en el consejo de administración. Este vínculo institucional puede facilitar la aprobación del plan, al tiempo que añade una dimensión política a las decisiones laborales que adopte la compañía en los próximos meses.
En todo caso, cualquier plan de ajuste requerirá el aval del consejo de administración, en el que también participan otros accionistas estratégicos como el grupo saudí STC, que posee un 9,9% del capital, y CaixaBank, con un 3,5%.
Impacto futuro y eficiencia operativa
La dimensión final del expediente dependerá del número de adhesiones y del alcance de las filiales afectadas. Si se materializa la salida de 6.000 a 7.000 empleados, la provisión contable superaría con probabilidad los 1.300 millones de euros registrados en 2023, aunque los ahorros anuales también se incrementarían proporcionalmente.
Este ajuste permitiría a Telefónica reducir su base de costes laborales de manera significativa justo antes de afrontar un nuevo ejercicio en el que, previsiblemente, se pondrán en marcha nuevas líneas de negocio asociadas a la digitalización y la venta de servicios avanzados.
La compañía no ha confirmado oficialmente los detalles del plan ni ha adelantado el impacto económico que tendrá, a la espera de iniciar las conversaciones formales con los sindicatos tras el anuncio de su estrategia a inversores. Hasta entonces, se mantendrán los análisis internos para ajustar la dimensión del expediente a las necesidades operativas futuras del grupo.
