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El sector de las telecomunicaciones atraviesa un punto de inflexión. Tras más de una década marcada por la expansión del mercado móvil, el crecimiento se ha detenido y la industria se orienta hacia una fase de consolidación a diferentes niveles. La saturación del mercado de smartphones, la ralentización del tráfico de datos móviles y la presión sobre fabricantes de chips y proveedores de software de redes abiertas (Open RAN) son síntomas de un cambio estructural que transformará el modelo de negocio de los operadores y sus proveedores.
Fin del crecimiento y saturación del mercado móvil
Según un análisis publicado en Fierce Network por Joe Madden, fundador de la consultora Mobile Experts, el mercado de telecomunicaciones ha dejado atrás la fase de expansión. La adopción masiva de smartphones ha llegado a su límite y el incremento del tráfico móvil se ha reducido de forma significativa. Esto repercute directamente en la demanda de infraestructuras y componentes, generando un estancamiento que obliga a los actores de la industria a replantear sus estrategias.
El informe señala que la expectativa de un mercado en expansión, que en anteriores ciclos tecnológicos (2G, 3G y 4G) impulsaba fusiones de gran escala, ha quedado atrás. En la actualidad, las operaciones corporativas responden más a la necesidad de eficiencia que a la búsqueda de nuevas oportunidades de crecimiento.
Consolidación en toda la cadena de valor
El sector ya muestra movimientos de concentración en distintos niveles:
- Operadores móviles: se espera que el número de competidores en cada mercado se reduzca de tres o cuatro a uno o dos, con fusiones y adquisiciones orientadas a reforzar la rentabilidad.
- Proveedores de redes: el panorama del Open RAN, presentado como alternativa para diversificar el mercado, se ha estrechado. Ericsson mantiene una posición dominante, mientras otros proveedores han perdido relevancia.
- Fabricantes de chips: compañías como Intel han reducido su presencia en soluciones de banda base móvil, y Marvell ha ralentizado sus inversiones en este ámbito debido al aumento de los costes de I+D y a la limitada dimensión del mercado.
- Estrategias de diversificación: empresas como Nokia exploran nuevos horizontes vinculados al centro de datos y a la inteligencia artificial, buscando reducir su dependencia de las redes móviles.
- Nuevas fuentes de ingresos: FWA y comunicaciones directas por satélite
A pesar de este escenario de contracción, emergen oportunidades en segmentos adyacentes. El acceso inalámbrico fijo (FWA) y los servicios de comunicación satelital directa a dispositivos (D2D) se perfilan como vectores de crecimiento. Mobile Experts estima que estas tecnologías podrían generar ingresos adicionales de 100.000 millones de dólares a nivel mundial en 2030.
El D2D, en particular, ofrece potencial para la integración con redes terrestres en un modelo multinivel capaz de garantizar acuerdos de nivel de servicio (SLA) más fiables. Este aspecto resulta clave para empresas que requieren continuidad operativa sin interrupciones, incluso en áreas con cobertura terrestre limitada.
El mercado empresarial como motor de transformación
El segmento de conectividad empresarial se perfila como un campo donde la estandarización y la commoditización aún no han desplazado la diferenciación del servicio. Organizaciones de sectores industriales y corporativos demandan soluciones que integren conectividad, edge computing y capacidades de inteligencia artificial.
Nokia o Huawei ya han realizado proyectos con clientes pioneros, pero se estima que existe un volumen mucho mayor de empresas interesadas en redes privadas celulares que aún no encuentran proveedores capaces de ofrecer una combinación adecuada de red, computación y software.
Perspectiva a largo plazo: auge de las redes privadas
El mercado de redes móviles privadas se vislumbra como un ciclo de expansión de entre 20 y 30 años, con capacidad de alcanzar dimensiones similares a las que tuvo la banda ancha móvil en su momento álgido. A diferencia del mercado de consumo, caracterizado por la homogeneidad en el uso de smartphones, el ecosistema empresarial presenta una diversidad mucho mayor de aplicaciones, desde logística y manufactura hasta salud y transporte.
La integración de conectividad satelital con redes privadas podría habilitar un modelo de servicio premium basado en la fiabilidad más que en la velocidad, un factor crítico para sectores donde la continuidad de servicio es prioritaria.
Adaptación a una nueva realidad
El tránsito del mercado de telecomunicaciones hacia un modelo de eficiencia y consolidación marca el final de una era de crecimiento sostenido en movilidad. Sin embargo, este cambio abre la puerta a un desarrollo significativo en servicios empresariales y soluciones híbridas que combinan redes terrestres y satelitales. La capacidad de las compañías del sector para adaptarse a esta nueva realidad determinará su relevancia en un escenario cada vez más competitivo y orientado a la especialización.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
