La energética Moeve y la startup francesa Mistral AI han firmado una alianza estratégica para desarrollar soluciones de inteligencia artificial generativa aplicadas al sector energético. El acuerdo, sellado este 4 de diciembre en Madrid, marca la primera colaboración de Mistral AI con una compañía energética española y refuerza el posicionamiento de ambas empresas en el impulso de una tecnología más eficiente, descentralizada y alineada con los objetivos de sostenibilidad europeos.
La primera iniciativa conjunta será un piloto de asistencia digital en los centros industriales de Moeve. El sistema, basado en modelos de lenguaje desarrollados por Mistral AI, facilitará la interpretación de documentación técnica y administrativa, con el objetivo de acelerar procesos internos y mejorar la productividad operativa. Aunque se trata de una aplicación concreta, el proyecto se enmarca en una estrategia más amplia de digitalización industrial, que ambas compañías prevén escalar a otras áreas de negocio.
Según explicó David Liras, Chief Digital Information Officer de Moeve, la alianza sitúa a la compañía “a la vanguardia de la innovación tecnológica europea y también de nuestro sector a nivel nacional”. Liras destacó además la eficiencia energética de los modelos de Mistral AI, un factor que, en su opinión, refuerza la coherencia entre digitalización y sostenibilidad. En paralelo, Marjorie Janiewicz, Chief Revenue Officer de Mistral AI, subrayó que el equipo de IA Aplicada de la startup trabajará estrechamente con los departamentos de I+D de Moeve para asegurar una implementación escalable y adaptada a las necesidades industriales.
Mistral AI, con sede en París, ha ganado notoriedad en el ecosistema europeo por su enfoque abierto y descentralizado del desarrollo de modelos de lenguaje. A diferencia de otros actores del sector, la compañía apuesta por modelos de código abierto y por una infraestructura propia, Mistral Compute, que busca reducir la dependencia de proveedores estadounidenses. Esta orientación ha sido interpretada por algunos analistas como una respuesta directa a la creciente preocupación por la soberanía tecnológica en Europa.
Moeve, por su parte, continúa con la ejecución de su plan estratégico Positive Motion, que contempla inversiones en energías sostenibles, movilidad eléctrica y producción de biocombustibles avanzados. La compañía, anteriormente conocida como Cepsa, anunció su nueva identidad corporativa a finales de 2024 como parte de una transformación orientada a liderar la transición energética en el sur de Europa. Actualmente, cuenta con más de 11.000 empleados y opera en áreas como el hidrógeno verde, los productos químicos sostenibles y la infraestructura de recarga eléctrica.
El acuerdo con Mistral AI se produce en un momento de creciente presión regulatoria y competitiva en torno a la adopción de tecnologías de IA en sectores industriales. La Comisión Europea ha reiterado en los últimos meses la necesidad de fomentar desarrollos propios que garanticen el control sobre los datos, la transparencia de los algoritmos y la eficiencia energética de los modelos. En este sentido, la colaboración entre Moeve y Mistral AI podría interpretarse como un movimiento alineado con las prioridades comunitarias, aunque su impacto dependerá de la capacidad de ambas compañías para escalar los resultados del piloto inicial.
No es la primera vez que una energética europea explora el uso de IA generativa en sus operaciones, pero sí una de las pocas en hacerlo con un proveedor europeo independiente. Hasta ahora, la mayoría de los proyectos en este ámbito han estado dominados por alianzas con grandes tecnológicas estadounidenses, lo que ha generado tensiones en torno a la dependencia tecnológica y la protección de datos industriales sensibles.
La elección de Mistral AI por parte de Moeve introduce un matiz relevante en este debate. La startup francesa ha defendido desde su fundación un modelo de desarrollo tecnológico centrado en la transparencia, la eficiencia y la descentralización. Su enfoque contrasta con el de los grandes modelos propietarios, que requieren infraestructuras de alto consumo energético y cuyos parámetros suelen estar cerrados al escrutinio externo.
En paralelo al piloto industrial, Moeve continúa avanzando en otros proyectos vinculados a su hoja de ruta de descarbonización. Entre ellos, destaca la construcción de una planta de biocombustibles de segunda generación en Huelva, que se suma a su red de infraestructuras para movilidad eléctrica en España y Portugal. Estas iniciativas forman parte de una estrategia más amplia que busca equilibrar la seguridad del suministro energético con la reducción de emisiones y la innovación tecnológica.
La colaboración con Mistral AI no solo refuerza esta estrategia, sino que también plantea interrogantes sobre el papel que jugarán las startups europeas en la configuración del nuevo mapa tecnológico del continente. Aunque aún es pronto para evaluar el alcance real del acuerdo, el movimiento de Moeve sugiere una voluntad de explorar alternativas locales frente a los gigantes globales de la IA. En un sector donde la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad se entrelazan cada vez más, las decisiones sobre con quién se colabora tecnológicamente adquieren un peso estratégico difícil de ignorar.
