Indra Group ha presentado oficialmente IndraMind, una nueva unidad de negocio centrada en el desarrollo de inteligencia artificial soberana para entornos de seguridad y defensa. El proyecto, que arranca con más de 300 millones de euros en ventas y 3.000 profesionales, se posiciona como una respuesta tecnológica a los desafíos de la guerra híbrida y la protección de infraestructuras críticas.
La compañía define IndraMind como una plataforma digital capaz de consolidar grandes volúmenes de datos procedentes de múltiples fuentes para transformarlos en conocimiento operativo. Según explicó Ignacio Martínez, director general de la unidad, se trata de «un cerebro digital que permite a los sistemas pensar, decidir y anticiparse», con capacidad de aprendizaje y adaptación en tiempo real. La solución está diseñada para operar tanto en contextos civiles como militares, desde la gestión de catástrofes hasta la vigilancia de fronteras o la defensa frente a ciberataques.
El lanzamiento se produce en un momento en que la seguridad nacional y europea se enfrenta a amenazas que combinan ciberespacio, desinformación, sabotaje físico y presión sobre servicios públicos. En este escenario, la noción de soberanía tecnológica adquiere un nuevo significado. No se trata solo de controlar los datos, sino también los algoritmos, el software y la infraestructura sobre la que se despliegan las capacidades críticas. «Hablamos de soberanía tecnológica en toda la cadena de valor», subrayó Martínez.
IndraMind se apoya en más de dos décadas de experiencia acumulada por Indra en campos como la ciberdefensa, la guerra electrónica, los sistemas autónomos o la inteligencia artificial. La compañía asegura que la nueva plataforma integra capacidades de mando y control, análisis masivo de datos y automatización de decisiones, con un enfoque orientado a la superioridad cognitiva y la resiliencia cibernética. «La velocidad es esencial en misiones críticas. Por eso, la automatización y la toma de decisiones en tiempo real son elementos centrales de nuestra propuesta», añadió el directivo.
El contexto geopolítico ha acelerado la demanda de soluciones que combinen inteligencia artificial, autonomía operativa y protección de infraestructuras. En Europa, los fondos de recuperación y los planes nacionales de modernización de la defensa están impulsando este tipo de desarrollos. IndraMind se presenta como una iniciativa alineada con estas políticas, aunque su alcance va más allá del marco institucional. La plataforma está concebida como un nodo tecnológico que pueda integrarse en ecosistemas de seguridad tanto nacionales como internacionales.
En contraste con otras propuestas de IA en defensa, IndraMind no se limita a ser un sistema de apoyo a la decisión. Su arquitectura permite la ejecución autónoma de operaciones mediante agentes inteligentes, como drones o plataformas antidrones, que actúan de forma coordinada. Esta capacidad de acción distribuida, combinada con una visión holística del entorno operativo, busca ofrecer una ventaja estratégica frente a amenazas complejas y cambiantes.
La compañía no ha detallado aún los contratos específicos asociados a IndraMind, pero sí ha confirmado que ya trabaja en casos de uso concretos. Entre ellos, la protección de infraestructuras críticas, la gestión de emergencias y la defensa ante ataques híbridos. En todos los casos, la clave está en la anticipación: detectar patrones, correlacionar señales débiles y activar respuestas antes de que el daño sea irreversible.
Aunque el concepto de IA soberana aún genera debate en el ámbito europeo, especialmente por las dependencias tecnológicas con proveedores externos, Indra defiende que su propuesta es integral. Desde el diseño de algoritmos hasta el despliegue en infraestructuras propias, pasando por el control de los datos y la propiedad intelectual del software. «No se trata solo de tener tecnología, sino de entenderla, gobernarla y adaptarla a nuestras necesidades estratégicas», apuntó Martínez.
IndraMind se suma así a una tendencia creciente en Europa: el desarrollo de capacidades tecnológicas autónomas en sectores sensibles. En este sentido, la iniciativa conecta con otros proyectos impulsados por la Comisión Europea y por gobiernos nacionales que buscan reducir la dependencia de terceros países en áreas críticas como la ciberseguridad, la defensa o la inteligencia artificial.
Más allá del discurso institucional, el reto será demostrar que una IA soberana puede competir en eficacia y escalabilidad con soluciones globales. La ambición de IndraMind es clara: convertirse en un actor de referencia en la nueva arquitectura de seguridad europea. Pero su éxito dependerá, en última instancia, de su capacidad para integrarse en entornos operativos reales, adaptarse a escenarios cambiantes y generar confianza entre los actores que gestionan la seguridad de los ciudadanos.
