La startup catalana LuxQuanta ha cerrado una ronda de financiación Serie A por valor de 8 millones de euros. La operación, liderada por Big Sur Ventures y con A&G como principal inversor, incluye también la participación de GMV, Wayra y el Fondo EIC, así como el respaldo renovado de Corning y GTD. Esta inyección de capital permitirá a la compañía escalar su tecnología de distribución de claves cuánticas (CV-QKD), ampliar su equipo y acelerar su expansión internacional.
La financiación se complementa con una subvención de 2,5 millones de euros concedida por el European Innovation Council (EIC) en marzo de 2024, dentro del programa EIC Accelerator. Según la empresa, el objetivo es claro: convertir su tecnología en un estándar viable para proteger las comunicaciones digitales frente a amenazas emergentes, como las que plantea la computación cuántica.
La tecnología CV-QKD (Continuous Variable Quantum Key Distribution) que desarrolla LuxQuanta permite generar claves criptográficas imposibles de interceptar sin ser detectadas. A diferencia de otros enfoques de distribución cuántica de claves, el protocolo de LuxQuanta se basa en estados coherentes modulados gaussianos (GMCS), lo que le otorga ventajas en términos de escalabilidad y compatibilidad con infraestructuras ópticas ya desplegadas.
El producto insignia de la compañía, NOVA LQ, cuya segunda generación fue presentada en marzo de 2025, está diseñado para integrarse en redes ópticas existentes sin necesidad de modificaciones drásticas. Soporta tanto configuraciones punto a punto como punto a multipunto, lo que reduce significativamente los costes de despliegue. Además, cumple con los estándares ETSI GS QKD 014 y SKIP, facilitando su interoperabilidad con sistemas de gestión de claves y cifradores de terceros.
La amenaza que pretende abordar LuxQuanta no es teórica. El avance de la computación cuántica plantea riesgos reales para los sistemas de cifrado actuales. Técnicas como el «harvest now, decrypt later» —recoger datos cifrados hoy para descifrarlos en el futuro con ordenadores cuánticos— han dejado de ser una hipótesis académica para convertirse en una preocupación estratégica. Instituciones públicas y privadas se enfrentan al reto de adaptar sus infraestructuras antes de que la capacidad de descifrado cuántico se materialice.
Fundada en 2021 como spin-off del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), LuxQuanta ha logrado desplegar su tecnología en más de una docena de países europeos y ha iniciado operaciones en Asia-Pacífico, Latinoamérica y Estados Unidos. Aunque aún joven, la compañía ha generado ventas multimillonarias y ha consolidado una red de alianzas estratégicas con actores clave del ecosistema tecnológico.
Vanesa Díaz, CEO de LuxQuanta, subraya que la ronda representa “una validación de nuestra visión de proteger las comunicaciones globales en la era cuántica”. Según Díaz, la inversión permitirá escalar operaciones, mejorar la tecnología y reforzar la presencia internacional de la compañía.
Desde el lado inversor, Big Sur Ventures destaca la madurez técnica de la solución. “La probada tecnología CV-QKD de LuxQuanta y sus exitosos despliegues la posicionan como líder en ciberseguridad cuántica”, afirma Ismael Almazán, socio de la firma. A&G, por su parte, valora la aplicabilidad de la tecnología en sectores críticos como energía o infraestructuras. Telefónica, a través de Wayra, ve en esta colaboración una extensión natural de su trayectoria en comunicaciones cuánticas.
El respaldo del EIC refuerza la dimensión estratégica del proyecto. Lars Frølund, miembro del consejo del fondo europeo, considera que las soluciones de LuxQuanta son “fundamentales para garantizar el futuro de las comunicaciones digitales” y sitúan a Europa en una posición de liderazgo en innovación cuántica.
Más allá del capital, la compañía también gana en capacidad operativa. Con sede en Barcelona y una unidad de negocio en Madrid, LuxQuanta planea trasladarse a unas instalaciones de mayor tamaño, aumentar su capacidad de producción y contratar nuevos perfiles técnicos y comerciales. La inversión también se destinará a avanzar en fotónica integrada, una tecnología que permite miniaturizar y abaratar los componentes ópticos, facilitando así su adopción a gran escala.
Aunque el mercado de la ciberseguridad cuántica aún está en fase de consolidación, los movimientos de empresas como LuxQuanta apuntan a una aceleración. La necesidad de infraestructuras resistentes a la computación cuántica no es solo una cuestión de innovación, sino de resiliencia estratégica. Y en ese terreno, la ventana de oportunidad no permanecerá abierta indefinidamente.
