El Consejo de Administración de Telefónica ha aprobado este martes el nombramiento de César Mascaraque como nuevo consejero independiente, elevando a nueve el número de vocales con esta categoría y reforzando el peso del capital profesional frente al institucional. La decisión, adoptada por unanimidad y a propuesta de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, se produce tras la renuncia voluntaria de Javier de Paz, quien, después de 18 años en el órgano de gobierno, asume nuevas funciones ejecutivas dentro del grupo.
De Paz ocupará desde ahora el puesto de Director Adjunto al Presidente, con responsabilidades sobre infraestructuras, activos inmobiliarios y responsabilidad social corporativa. Mantendrá, no obstante, la presidencia no ejecutiva de Movistar Plus+, plataforma clave en la estrategia de contenidos de Telefónica y que en los últimos meses ha intensificado su actividad en alianzas con plataformas internacionales.
El relevo llega en un momento sensible para el grupo, que afronta un proceso de reorganización de activos, marcado por tensiones geopolíticas y cambios regulatorios, especialmente tras la entrada del grupo saudí STC en su accionariado. El nuevo consejero aporta, en este contexto, un perfil de corte técnico-empresarial con fuerte orientación internacional.
Un perfil con trayectoria en tecnología y mercados internacionales
Mascaraque, ingeniero industrial formado en Barcelona y MBA por Harvard, cuenta con más de dos décadas de experiencia en el sector tecnológico. Su carrera ha transcurrido entre el emprendimiento digital y la gestión de operaciones corporativas en multinacionales como Google o IAC. Su vínculo actual con Telefónica no es nuevo: forma parte desde hace tiempo del consejo de Telefônica Brasil, filial cotizada del grupo en América Latina.
El grueso de su trayectoria combina conocimiento técnico, desarrollo de negocio y experiencia en mercados de alto crecimiento. Fundó en Reino Unido Finexia, una plataforma de financiación para pymes que fue vendida en 2003. Desde entonces, ha ocupado cargos ejecutivos en compañías con fuerte presencia digital. En Google lideró el desarrollo de negocio en el sur de Europa y varios mercados emergentes. Posteriormente, en IAC, fue responsable de la expansión en Europa de sus servicios de búsqueda y medios.
En 2012 fundó BPM Marketing Ltd, centrada en herramientas de inteligencia artificial para marketing digital, una área que Telefónica viene explorando desde varios frentes, tanto en el ámbito corporativo como a través de sus divisiones de innovación.
El nuevo consejero ha sido también presidente no ejecutivo de Media Response Group y ha colaborado como miembro del consejo asesor en firmas de capital riesgo como Seaya Ventures, lo que refuerza su conocimiento del ecosistema de inversión tecnológica en España y Reino Unido.
Cambios internos con impacto estratégico
El nombramiento de Mascaraque no es el único movimiento en el Consejo de Telefónica. Ana María Sala Andrés, que ya formaba parte del órgano, ha sido designada presidenta de la Comisión de Sostenibilidad y Regulación, en sustitución del propio Javier de Paz. Esta comisión, clave en el diálogo con reguladores y en el diseño de políticas ESG, ha ganado relevancia en los últimos ejercicios ante el endurecimiento normativo en telecomunicaciones y los objetivos de descarbonización fijados a nivel europeo.
Además, Guillermo Ansaldo, hasta ahora responsable de Infraestructuras, seguirá vinculado al grupo en calidad de consejero del área, apoyando la transición en un momento en que Telefónica estudia la reorganización de sus activos de red, incluida la posibilidad de abrir parcialmente el capital de su filial de cable submarino o de escindir parte de su negocio de torres.
La estructura de poder en el Consejo también se reconfigura ligeramente. Con la incorporación de Mascaraque, el 60 % de sus miembros ostenta la condición de independiente, una proporción significativa en el actual contexto de revisión de gobernanza corporativa en las grandes cotizadas españolas.
El trasfondo: estabilidad en medio de presión
La llegada de Mascaraque, el refuerzo de la comisión de sostenibilidad y el rediseño del área de infraestructuras coinciden con un proceso de presión creciente sobre la gobernanza de Telefónica. A la situación accionarial, marcada por el desembarco del capital saudí, se suman desafíos regulatorios y operativos que exigen una respuesta estratégica coordinada.
Aunque el nombramiento no supone, a priori, un giro de rumbo, sí introduce matices. El perfil técnico y global de Mascaraque puede aportar una perspectiva útil en áreas como la digitalización de servicios, la monetización de activos tecnológicos o la relación con startups e inversores internacionales.
En contraste con los perfiles más institucionales que han predominado en etapas anteriores, Mascaraque representa una figura menos vinculada a las dinámicas políticas y más próxima a la innovación empresarial. El tiempo dirá si este equilibrio entre continuidad y renovación basta para encarar los desafíos del nuevo ciclo que afronta la teleco.
