Ericsson ha anunciado el nombramiento de Juan Olivera como country manager y presidente del consejo de administración de Ericsson España, con efecto desde el 1 de septiembre. Este cargo se suma a sus responsabilidades actuales como máximo responsable de Ericsson Portugal, consolidando así un rol estratégico que abarca la gestión de ambos mercados ibéricos.
El directivo reportará directamente a Christian Leon, CEO de la Unidad de Clientes de Europa Occidental de Ericsson, en el marco de la nueva estructura regional que la compañía está desplegando en Europa, Oriente Medio y África. Este movimiento responde a la transformación organizativa que Ericsson impulsa para ganar eficiencia y simplificar su estructura, con el objetivo de adaptarse a los retos de la industria de las telecomunicaciones y acelerar su capacidad de innovación.
Un liderazgo con proyección ibérica
Olivera, que se incorporó a Ericsson en 2011, ha desempeñado distintos puestos de responsabilidad en varias geografías, lo que le ha permitido acumular un profundo conocimiento de los mercados español y portugués. Desde 2022 dirige la filial portuguesa, donde ha consolidado la posición de la compañía en proyectos de digitalización y despliegue de redes 5G.
En su nuevo cargo, además de representar institucionalmente a Ericsson España ante Gobierno, administraciones e interlocutores del sector, asumirá un papel clave en la coordinación de las operaciones ibéricas, mientras que la gestión comercial en España seguirá recayendo en la organización de ventas nacional, también bajo la supervisión de Christian Leon.
Reorganización estratégica en Europa Occidental
El nombramiento de Olivera se enmarca en el rediseño organizativo anunciado por Ericsson en febrero de 2025, que supuso la creación de la nueva Área de Mercado Europa, Oriente Medio y África. Como parte de este proceso, el 1 de julio se constituyó la Unidad de Clientes de Europa Occidental, que agrupa a los mercados de España, Portugal, Francia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo.
Con este modelo, Ericsson busca simplificar su estructura, ganar agilidad y reforzar su capacidad de respuesta en un sector marcado por la consolidación empresarial, la presión sobre márgenes y la necesidad de invertir en redes de nueva generación. Para el ecosistema español de telecomunicaciones, esta reorganización significa un mayor alineamiento con los objetivos europeos de digitalización y despliegue de infraestructuras críticas.
Implicaciones para el mercado español
El papel de Olivera será decisivo en un momento en que España encara importantes retos y oportunidades en materia de conectividad. El país ha sido pionero en el despliegue de 5G, pero afronta ahora la presión de garantizar la sostenibilidad del sector, avanzar en la compartición de redes y atraer inversiones para consolidar la transición hacia la economía digital.
Desde su nueva posición, Olivera tendrá que equilibrar las prioridades globales del grupo con las especificidades del mercado español, donde la relación con operadores como Telefónica, Masorange o Vodafone será determinante para el futuro de Ericsson. Asimismo, la interlocución con las instituciones públicas se perfila como un factor estratégico, especialmente en lo relativo a la asignación de espectro, las políticas de ciberseguridad y la financiación de proyectos europeos de conectividad.
Continuidad y relevo en la dirección
La compañía también ha confirmado la salida de Diego Martínez, anterior CEO de Ericsson Iberia, quien deja la organización para emprender nuevos proyectos profesionales. Martínez había liderado la filial en un periodo marcado por el avance del 5G y la consolidación de la posición de Ericsson como socio tecnológico de referencia en el mercado español.
“Con su liderazgo en el sector de las telecomunicaciones y su profundo conocimiento del mercado español, Juan seguirá reforzando las relaciones estratégicas de Ericsson y nuestro compromiso con el futuro digital de España”, destacó Christian Leon en el comunicado oficial, subrayando la importancia del relevo para garantizar continuidad y estabilidad en la región.
