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Telefónica cerró el tercer trimestre de 2025 con un beneficio neto de 271 millones de euros derivados de sus operaciones continuadas, en línea con el foco geográfico y operativo de su nuevo plan estratégico. En total, los ingresos ascendieron a 8.958 millones de euros entre julio y septiembre, con una evolución orgánica positiva del 0,4 %, impulsada especialmente por el crecimiento en España y Brasil.
El incremento del EBITDA, que alcanzó los 3.071 millones de euros (+1,2 % en términos orgánicos), refleja una mejora operativa que no se ha visto completamente trasladada a los resultados reportados debido al impacto negativo de los tipos de cambio. Aun así, la compañía mantiene su hoja de ruta de rentabilidad, apoyada en la eficiencia operativa y la simplificación del modelo de negocio.
Crecimiento sostenido en los mercados prioritarios
España y Brasil, dos de los cuatro mercados estratégicos definidos en el plan Transform & Grow, han mostrado una evolución sólida en el trimestre. Telefónica España registró un crecimiento interanual del 2,4 % en accesos de banda ancha fija, el mayor avance en casi una década, lo que impulsó sus ingresos (+1,6 %), EBITDA (+1,1 %) y caja operativa (+3,9 %).
En Brasil, el grupo afianzó su liderazgo con un incremento del 6,5 % en ingresos y un aumento del EBITDA del 8,8 % en moneda local. La evolución del indicador EBITDAaL-CapEx —que descuenta las inversiones— fue aún más significativa, con un crecimiento del 13,6 %.
Alemania, por su parte, mostró mejoras en rentabilidad gracias a las eficiencias alcanzadas, elevando el margen EBITDAaL-CapEx en 0,2 puntos porcentuales.
Hispanoamérica sigue en proceso de reestructuración. En el trimestre, se completaron las ventas de las filiales en Uruguay y Ecuador, que se suman a las ya cerradas en Argentina y Perú. Telefónica mantiene en curso la operación para desprenderse de su negocio en Colombia, el último gran activo pendiente en la región.
Beneficio neto positivo en el trimestre, pero pérdidas acumuladas por salidas
Aunque el beneficio neto del trimestre asciende a 276 millones de euros, la compañía aclara que 271 millones provienen de operaciones continuadas. Los cinco millones restantes proceden de negocios en discontinuación —incluidos los mercados latinoamericanos ya desinvertidos—, cuyas pérdidas acumuladas han arrastrado el resultado neto del año a cifras negativas.
En los nueve primeros meses del ejercicio, Telefónica acumula una pérdida neta de 1.080 millones de euros, compuesta por un beneficio de 828 millones en operaciones continuadas y unas pérdidas de 1.908 millones en las operaciones desinvertidas. Este desequilibrio subraya el impacto financiero del redimensionamiento geográfico del grupo.
Inversión ajustada, pero foco en infraestructura
La inversión del grupo alcanzó los 1.167 millones de euros en el tercer trimestre, un 7 % menos que en el mismo periodo del año anterior. En el acumulado anual, la cifra asciende a 3.170 millones, con una ratio de inversión sobre ventas del 11,8 %.
Este ajuste, que se enmarca dentro de la estrategia de eficiencia del plan Transform & Grow, no ha frenado el despliegue de infraestructura. Telefónica mantiene un perfil diferencial en cobertura de red, con 350,2 millones de accesos totales al cierre de septiembre. De ellos, 16,4 millones corresponden a conexiones de fibra, un 8 % más que hace un año.
El despliegue de FTTH alcanza ya 82,6 millones de unidades inmobiliarias (+9 %), mientras que la cobertura 5G se sitúa en el 78 % en sus principales mercados, ocho puntos más que en 2024. La combinación de cobertura fija y móvil sigue siendo una de las principales ventajas competitivas de Telefónica frente a otros operadores europeos.
Flujo de caja y deuda bajo control
En el tercer trimestre, el flujo de caja libre generado por las operaciones continuadas fue de 123 millones de euros, alcanzando los 414 millones en el acumulado hasta septiembre. El indicador EBITDAaL-CapEx, que refleja la capacidad de generación de valor operativo después de inversiones, creció un 3,4 % en el trimestre, hasta los 1.252 millones de euros.
La deuda financiera neta del grupo se mantiene en 28.233 millones de euros a 30 de septiembre, una cifra contenida teniendo en cuenta el volumen de inversión y las operaciones de desinversión ejecutadas. Telefónica reitera que su política de dividendos estará directamente vinculada a la evolución del flujo de caja libre, con el objetivo de garantizar sostenibilidad financiera a medio y largo plazo.
Una transición de fondo, con impacto financiero parcial
El tercer trimestre confirma que la transformación del grupo empieza a trasladarse a los indicadores operativos, especialmente en los mercados core. Sin embargo, el impacto financiero pleno del plan Transform & Grow aún se verá de forma más clara en próximos ejercicios, a medida que se consoliden las eficiencias y se reduzca la exposición a mercados no estratégicos.
Lo relevante ahora para el grupo es sostener el crecimiento orgánico en un entorno aún condicionado por la presión competitiva, las divisas y la necesidad de escalar en digitalización. Telefónica ha optado por una estrategia menos dispersa, con foco en rentabilidad, infraestructura y simplificación operativa. Las cifras del trimestre sugieren que ese camino, aunque todavía en construcción, empieza a tomar forma.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
