Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con…
Cinco meses después de anunciar su lanzamiento, MasOrange ha completado el despliegue de 5G Advanced en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja de Sevilla. La capital andaluza se convierte así en la primera ciudad española en contar con esta evolución del estándar 5G, que anticipa algunas de las capacidades que se esperan del futuro 6G.
Según datos facilitados por la compañía, las pruebas realizadas en el parque han alcanzado velocidades de hasta 5,2 Gbps por usuario, con una latencia inferior al milisegundo y una cobertura optimizada incluso en entornos urbanos densos. Aunque estas cifras aún no son representativas del uso comercial generalizado, sí marcan un salto técnico respecto a los despliegues actuales de 5G SA (standalone).
El despliegue ha implicado una modernización integral de la red de acceso radio, incluyendo nuevo hardware en bandas medias y bajas, la utilización completa de los 140 MHz disponibles en la banda de 3,5 GHz —la mayor asignación para un operador en España— y la instalación de antenas en la banda milimétrica de 26 GHz. Además, la red de transmisión que conecta el parque con la infraestructura troncal de MasOrange ha multiplicado por diez su capacidad, alcanzando los 10 Gbps.

Este avance se enmarca en el proyecto eCity Sevilla, una iniciativa público-privada que busca convertir el parque de la Cartuja en un entorno digital, sostenible y energéticamente autosuficiente. MasOrange se suma así a un consorcio liderado por la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla, Endesa y el propio PCT Cartuja, con el objetivo de desarrollar casos de uso avanzados para ciudades inteligentes.
El 5G Advanced introduce capacidades que van más allá de la conectividad. Entre ellas, el llamado sensing, que permite detectar objetos con una precisión inferior a los 10 centímetros, y el 5G New Calling, que mejora las llamadas de voz con funciones multimedia en tiempo real. También se incorpora el protocolo RedCap, diseñado para mejorar la eficiencia en dispositivos IoT de gama media, lo que abre la puerta a nuevas aplicaciones industriales y urbanas.
Aunque aún en fase temprana, esta tecnología plantea implicaciones relevantes para sectores como la logística, la movilidad urbana o la gestión energética. La posibilidad de experimentar con estas capacidades en un entorno real como el PCT Cartuja permite a empresas y administraciones explorar modelos de digitalización más complejos y sostenibles.
Sevilla no ha sido elegida al azar. MasOrange ha invertido más de 5.500 millones de euros en Andalucía en los últimos años y prevé destinar otros 700 millones en los próximos tres. La región representa una pieza estratégica en su despliegue de infraestructuras, con más de 5,6 millones de hogares y empresas conectados por fibra óptica y una cobertura móvil que alcanza al 99 % de la población con 4G, al 95 % con 5G y al 63 % con 5G+.
La compañía también participa en programas de digitalización rural y formación tecnológica como Único Redes Activas, GarageLabs o las aulas EDYTA, en colaboración con entidades locales. Este enfoque territorial, más allá del despliegue técnico, busca consolidar un ecosistema de innovación que combine conectividad, talento y servicios públicos digitales.
El despliegue en la Cartuja refuerza además la posición de MasOrange como primer operador nacional en introducir 5G Advanced, en un momento en que el sector comienza a perfilar la hoja de ruta hacia el 6G. Aunque la estandarización del próximo salto generacional no se espera antes de 2030, los operadores están ya probando funcionalidades que podrían formar parte de esa futura arquitectura.
La red de MasOrange, que cubre más del 90 % del territorio español con 5G y alcanza a más de 4.000 municipios, se convierte así en una plataforma de pruebas para tecnologías emergentes. En paralelo, la compañía mantiene su estrategia multimarcas —con Orange, Yoigo, Jazztel, MASMOVIL, Simyo, Pepephone, Lebara y Lyca, entre otras— para atender distintos segmentos del mercado.
El despliegue de 5G Advanced en Sevilla no solo representa un avance técnico. También plantea preguntas sobre el ritmo de adopción, la sostenibilidad del modelo de inversión en redes y la capacidad de las ciudades para absorber estas innovaciones en sus procesos públicos y privados. La Cartuja, como laboratorio urbano, ofrece una primera respuesta. Pero su extrapolación al resto del país dependerá de factores que van más allá de la tecnología.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
