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En un movimiento que marca un punto de inflexión en el despliegue de redes móviles en Europa, MasOrange ha activado la primera red 5G comercial basada en tecnología Open RAN del continente. Según ha confirmado la compañía, cerca del 30% de sus nodos 5G en España ya están preparados para operar bajo esta arquitectura abierta, lo que convierte a su infraestructura en una de las más avanzadas del panorama europeo.
La iniciativa, desarrollada en colaboración con Ericsson, introduce un modelo de red móvil más flexible, interoperable y automatizable. A diferencia de las redes tradicionales, donde el hardware y el software suelen estar integrados por un único proveedor, Open RAN permite combinar componentes de distintos fabricantes gracias al uso de interfaces abiertas. Esto no solo reduce la dependencia tecnológica, también abre la puerta a una innovación más ágil y a una gestión más eficiente de los recursos.
De acuerdo con MasOrange, la integración de la plataforma Ericsson Intelligent Automation Platform (EIAP) ha sido clave para alcanzar este hito. Esta solución incorpora aplicaciones de software —conocidas como rApps— que automatizan tareas críticas como la planificación de red, la detección de anomalías o la gestión energética. Entre ellas destacan el Cell Anomaly Detector, que identifica proactivamente problemas de cobertura o interferencias, y el Nix RAN Energy Saver, desarrollado por Future Connections, que optimiza el consumo energético sin comprometer la calidad del servicio.
La automatización avanzada, combinada con inteligencia artificial, permite que la red se autorregule en tiempo real, sin necesidad de intervención manual inmediata. Esto se traduce en una mayor resiliencia operativa y una capacidad de respuesta más rápida ante incidencias, lo que impacta directamente en la experiencia del usuario final.
Aunque el despliegue de Open RAN ha sido objeto de debate en Europa por sus implicaciones en seguridad, interoperabilidad y madurez tecnológica, el caso de MasOrange introduce un precedente comercial que podría acelerar su adopción en otros mercados. Hasta ahora, los principales pilotos y despliegues significativos de esta tecnología se habían concentrado en Estados Unidos y Asia. Europa, pese a contar con iniciativas regulatorias y fondos para fomentar su desarrollo, no había logrado consolidar una red comercial a gran escala.
La apuesta de MasOrange también tiene una dimensión estratégica. Al fomentar un ecosistema de múltiples proveedores, la compañía contribuye a diversificar la cadena de suministro europea en telecomunicaciones, un objetivo que Bruselas ha señalado como prioritario en el contexto de la autonomía digital. Además, la interoperabilidad que permite Open RAN podría facilitar la entrada de nuevos actores especializados en software, IA o ciberseguridad, ampliando el tejido industrial del sector.
Desde el punto de vista del mercado, la red 5G Open RAN de MasOrange está diseñada para habilitar servicios de alto valor añadido tanto para consumidores como para empresas y administraciones públicas. La compañía destaca que la red abierta y programable permitirá desarrollar aplicaciones adaptadas a sectores específicos, desde la industria 4.0 hasta la sanidad conectada o la gestión inteligente de infraestructuras.
Miguel Santos, CTO de MasOrange, ha subrayado que el despliegue se está realizando «en tiempo récord» y que la compañía está sentando las bases para una infraestructura móvil «abierta y programable» que impulsará el crecimiento tecnológico y sostenible en España y Europa. Aunque la declaración refuerza el posicionamiento estratégico de la empresa, también plantea interrogantes sobre la velocidad de adopción en el resto del continente y la capacidad de otros operadores para replicar este modelo.
La eficiencia energética es otro de los argumentos centrales. Gracias a la automatización inteligente, la red puede ajustar dinámicamente su consumo en función de la demanda, lo que contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este enfoque se alinea con los objetivos de sostenibilidad de la compañía y con las exigencias regulatorias europeas en materia de transición ecológica.
En términos de cobertura, MasOrange afirma que su red móvil 5G alcanza ya al 90% de la población española, con más de 4.000 municipios conectados. La compañía, que opera bajo marcas como Orange, Yoigo, Jazztel, MASMOVIL, simyo o Pepephone, cuenta con más de 41 millones de líneas activas y una oferta convergente que incluye fibra, televisión, energía y servicios financieros.
La introducción de Open RAN en una red de esta escala no está exenta de desafíos. La interoperabilidad entre proveedores, la seguridad de las interfaces abiertas y la gestión de la complejidad operativa son aspectos que requerirán una supervisión constante. Sin embargo, el despliegue de MasOrange podría servir como laboratorio real para validar la viabilidad técnica y comercial de esta arquitectura en Europa.
En contraste con la prudencia mostrada por otros operadores europeos, que han optado por pilotos limitados o pruebas de laboratorio, MasOrange ha optado por una implementación directa en red comercial. Esta decisión podría acelerar la curva de aprendizaje del sector y ofrecer datos reales sobre el rendimiento, la estabilidad y los costes operativos de Open RAN en entornos de alta demanda.
A medio plazo, el éxito o las dificultades de esta red podrían influir en las decisiones estratégicas de otros operadores y en la evolución de las políticas públicas europeas en materia de telecomunicaciones. La Comisión Europea, que ha promovido la diversificación tecnológica como parte de su agenda digital, podría encontrar en el caso español un argumento a favor de reforzar los incentivos a esta tecnología.
Mientras tanto, MasOrange se posiciona como un actor central en la transformación de las redes móviles en Europa. No solo por ser el primero en activar una red 5G Open RAN comercial, sino por hacerlo a una escala que obliga a reconsiderar los tiempos y modelos de adopción previstos hasta ahora.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
