La alianza entre Fujitsu y Scaleway introduce un movimiento estratégico en el ecosistema europeo de la inteligencia artificial al formalizar un Memorando de Entendimiento (MoU) orientado a explorar nuevas formas de desplegar la inferencia de IA.
El acuerdo pone el foco en el uso de CPU de alto rendimiento y bajo consumo energético como alternativa a las arquitecturas tradicionales basadas en GPU, en un momento en que eficiencia, costes y soberanía tecnológica ganan peso en las decisiones de diseño.
La colaboración se centra en el procesador FUJITSU-MONAKA, una CPU basada en arquitectura ARM que incorpora tecnologías desarrolladas en el ámbito de la supercomputación. La iniciativa busca responder a dos retos crecientes: el consumo energético de los centros de datos y la dependencia tecnológica de infraestructuras no europeas. Scaleway, proveedor francés de servicios cloud y parte del grupo Iliad, aportará su experiencia en despliegues cloud soberanos y eficientes.
Aunque las GPU siguen siendo la opción dominante para entrenar y ejecutar modelos de IA, especialmente en tareas de aprendizaje profundo, las CPU están ganando relevancia en escenarios de inferencia donde la eficiencia energética, la estabilidad del rendimiento y la integración con sistemas existentes son prioritarias. En este sentido, la propuesta de Fujitsu y Scaleway introduce un matiz relevante en el debate sobre la sostenibilidad de la IA en Europa.
La CPU FUJITSU-MONAKA, aún en fase de desarrollo, está diseñada con tecnología de 2 nanómetros y emplea empaquetado 3D avanzado, así como circuitos de voltaje ultra bajo. Estas características, según Fujitsu, permitirán ejecutar cargas de trabajo de IA empresarial con un menor coste total de propiedad (TCO) y una huella de carbono más reducida. La tecnología se basa en parte en resultados obtenidos en proyectos subvencionados por la New Energy and Industrial Technology Development Organization (NEDO) de Japón.
Yann-Guirec Manac’h, responsable de I+D de hardware en Scaleway, subraya que la integración de esta CPU en su infraestructura cloud permitirá ofrecer a los clientes soluciones de IA más sostenibles y adaptadas a sus necesidades específicas. “Esta colaboración no solo fortalece nuestra capacidad para responder a las demandas cambiantes del mercado, sino que también garantiza a nuestros clientes el acceso a tecnologías de IA avanzadas y sostenibles”, afirmó.
El acuerdo contempla una fase inicial de pruebas y validación conjunta, con un Proof of Concept (PoC) previsto para la segunda mitad de 2026. En función de los resultados, ambas compañías planean lanzar entornos piloto para clientes a partir de 2027. La hoja de ruta incluye también la exploración de nuevos servicios comerciales de inferencia de IA basados en CPU, específicamente diseñados para el mercado europeo.
Este enfoque responde a una presión creciente sobre los centros de datos europeos, que deben equilibrar rendimiento, eficiencia energética y cumplimiento normativo en materia de protección de datos. La soberanía tecnológica, en particular, se ha convertido en una prioridad estratégica para muchas organizaciones, especialmente en sectores regulados como la sanidad, la banca o la administración pública.
En contraste con los grandes proveedores de cloud globales, Scaleway ha apostado por una infraestructura completamente europea, con centros de datos ubicados en Francia y una política de transparencia en consumo energético y costes. Esta posición le ha permitido ganar terreno entre desarrolladores de IA que buscan alternativas locales a los hyperscalers estadounidenses.
Fujitsu, por su parte, continúa ampliando su presencia en Europa con una oferta centrada en la sostenibilidad y la transformación digital. En el ejercicio fiscal cerrado en marzo de 2025, la compañía registró ingresos por 23.000 millones de dólares, consolidándose como el mayor proveedor de servicios digitales de Japón. Su estrategia actual se apoya en cinco pilares tecnológicos: IA, computación, redes, datos y seguridad.
La colaboración con Scaleway no es un movimiento aislado. Se enmarca en una tendencia más amplia de diversificación de arquitecturas informáticas para IA, en la que actores como Intel, AMD o SiPearl también están desarrollando soluciones CPU optimizadas para cargas de trabajo específicas. Sin embargo, el enfoque de Fujitsu y Scaleway introduce una variable diferencial: la combinación de eficiencia energética, soberanía del dato y adecuación al tejido empresarial europeo.
A medio plazo, el éxito de esta iniciativa dependerá de varios factores. Entre ellos, la capacidad de las CPU para ofrecer un rendimiento competitivo frente a las GPU en tareas de inferencia, la facilidad de integración en entornos cloud híbridos y la respuesta del mercado a una oferta que prioriza sostenibilidad sobre potencia bruta. La presión regulatoria y los objetivos climáticos de la UE podrían inclinar la balanza.
Mientras tanto, el desarrollo de FUJITSU-MONAKA avanza. Según Naoki Shinjo, responsable de desarrollo tecnológico avanzado en Fujitsu, la alianza con Scaleway representa “un paso decisivo para acelerar la transformación verde de Europa y construir un futuro sostenible para todos”. La afirmación, aunque ambiciosa, refleja una preocupación compartida por muchos actores del sector: cómo escalar la inteligencia artificial sin comprometer el equilibrio energético y la autonomía tecnológica del continente.
