La aplicación de la inteligencia artificial en procesos corporativos avanza hacia modelos que integran de forma activa la participación humana. Uno de los enfoques que cobra mayor protagonismo en este marco es el denominado Human-In-The-Loop (HITL), que plantea una colaboración continua entre personas y sistemas automatizados, con el objetivo de reforzar el control, la calidad de las decisiones y la adaptabilidad de los resultados.
Este modelo implica que las personas intervienen en fases clave del ciclo de vida de los sistemas de IA, desde el entrenamiento de los algoritmos, aportando datos o corrigiendo sesgos, hasta la validación final de las decisiones automatizadas antes de su ejecución. El HITL se está consolidando especialmente en ámbitos donde la supervisión humana es crítica para garantizar el cumplimiento normativo, la seguridad y la coherencia operativa.
En este contexto, una compañía tecnológica con sede en España ha integrado el modelo HITL en sus operaciones, aplicándolo a 17 áreas internas mediante más de 100 casos de uso. Según datos internos, esta implantación ha permitido un ahorro de aproximadamente 1.000 horas mensuales en tareas repetitivas, redistribuyendo el tiempo hacia actividades de mayor valor añadido.
Supervisión activa en todo el ciclo de IA
La implementación del modelo HITL abarca la supervisión de los sistemas de inteligencia artificial desde tres frentes principales: la intervención humana en el entrenamiento de los modelos, el control sobre decisiones críticas y la validación de salidas automatizadas. Este enfoque no sólo aporta garantías desde el punto de vista técnico y regulatorio, sino que también permite conservar un componente estratégico en los procesos de automatización.
La arquitectura organizativa que soporta este despliegue se alinea con los requisitos de seguridad y gobernanza establecidos por la normativa vigente y futura, incluida la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea (AI Act). Esto permite mantener un control efectivo sobre el funcionamiento de los modelos, su trazabilidad y la protección de los datos empleados en cada fase.
Luis Barreiro, Director Corporativo de Estrategia e Innovación de Babel, señala: “Partimos de un enfoque Human-In-The-Loop, en el que nuestros profesionales interactúan constantemente con las herramientas y aplicaciones de IA para mejorar los flujos de trabajo y procesos. Los resultados de esta combinación de personas y máquina se están traduciendo en una mayor eficiencia operativa, más rapidez comercial, una garantía para la calidad de nuestros servicios y un mayor valor estratégico tanto para la compañía como para nuestros clientes”.
Automatización con control en múltiples áreas
El modelo de supervisión humana se ha extendido a distintas funciones corporativas con carácter transversal. En el área de Recursos Humanos, por ejemplo, se ha incorporado inteligencia artificial para optimizar la gestión administrativa, analizar más de 10.000 habilidades y certificaciones internas y asignar con mayor precisión los perfiles a los proyectos.
La revisión humana permanece como parte indispensable del proceso, asegurando un uso responsable de los datos y la adecuación de cada asignación. En el caso de las nuevas incorporaciones, el uso de IA ha permitido reducir el tiempo de adaptación en un 35% para perfiles junior.
En el área de Operaciones, la generación de borradores automatizados y la normalización de formatos documentales han reducido los cuellos de botella en los ciclos de entrega. Esto permite centrar los recursos humanos en tareas estratégicas y acortar plazos de respuesta en los procesos de negociación.
El mismo principio de intervención humana en sistemas automatizados se aplica en otras áreas corporativas. En Finanzas, la validación de documentos requiere menos pasos gracias a herramientas automatizadas, mientras que en Sistemas Internos el autoservicio asistido por IA permite gestionar un mayor volumen de solicitudes sin disminuir la calidad del servicio. Estas operaciones, sin embargo, mantienen el control humano como elemento de supervisión obligatoria.
En el ámbito Legal, el uso de inteligencia artificial se ha orientado a la revisión de contratos, la generación de actas y la preparación de documentación regulatoria. La supervisión jurídica permanece activa para verificar cada salida automatizada, reforzando el cumplimiento normativo. También en Marketing, la segmentación de audiencias, la generación de informes y la automatización de mensajes han sido parcialmente delegadas a sistemas de IA bajo control supervisado, con mediciones sistemáticas para validar su efectividad.
Despliegue medido y con seguimiento
La aplicación del modelo HITL en la compañía contempla una estrategia de despliegue controlado y medible. Cada nuevo caso de uso incorpora métricas específicas y un mecanismo de verificación constante que permite escalar la implantación sin comprometer la seguridad, la calidad ni el cumplimiento regulatorio. El control humano no se elimina, sino que se reconfigura para asumir nuevas funciones centradas en la validación, el juicio crítico y el perfeccionamiento de los procesos.
Este enfoque permite integrar la inteligencia artificial en la actividad diaria sin ceder el control de decisiones relevantes a sistemas autónomos. De este modo, el modelo HITL se consolida como una alternativa estructurada frente a despliegues automatizados sin intervención humana, en un momento en que las normativas europeas y los requisitos de gobernanza tecnológica apuntan a la necesidad de marcos híbridos, verificables y sostenibles.
