Qualcomm ha ampliado su portfolio de plataformas móviles con dos nuevos procesadores orientados a segmentos muy concretos del mercado: Snapdragon 6s 4G Gen 2 y Snapdragon 4 Gen 4. La decisión llega en un momento en el que el crecimiento del mercado de smartphones ya no depende tanto de la gama alta como de la capacidad de ofrecer experiencias consistentes en dispositivos más asequibles. La pregunta de fondo no es solo qué mejoras introducen estos chips, sino cómo encajan en una estrategia que busca mantener relevancia en mercados sensibles al precio sin renunciar a diferenciadores técnicos.
Ambas plataformas se dirigen a públicos distintos, aunque comparten una premisa común: acercar funciones tradicionalmente reservadas a gamas superiores, como fotografía avanzada, pantallas de alta tasa de refresco o conectividad robusta, a un mayor número de usuarios. Los detalles técnicos, recogidos en las fichas de producto de Qualcomm, permiten entender mejor hasta dónde llega ese planteamiento y dónde empiezan sus límites .
El Snapdragon 6s 4G Gen 2 se sitúa en la franja media del catálogo, pero con una particularidad clara: prescinde del 5G y apuesta de forma explícita por el 4G LTE. En un contexto europeo donde el 5G sigue avanzando de forma desigual y muchos dispositivos continúan vendiéndose sin esa conectividad, la elección no resulta tan anacrónica como podría parecer. Qualcomm refuerza esta plataforma con una CPU Kryo que, según la propia compañía, mejora el rendimiento respecto a la generación anterior y alcanza frecuencias de hasta 2,9 GHz, acompañada por una GPU Adreno con un incremento de rendimiento gráfico cercano al 20%.
Ese equilibrio entre CPU y GPU apunta a un uso cotidiano fluido, con multitarea estable y soporte para juegos y streaming en FHD+ a 120 Hz. No se trata de competir con los chips premium, sino de evitar cuellos de botella en escenarios reales. La compatibilidad con memorias LPDDR4x y almacenamiento UFS 2.2 marca también una frontera clara respecto a plataformas más avanzadas, aunque suficiente para el tipo de dispositivos a los que va dirigido.
Uno de los elementos más destacados del Snapdragon 6s 4G Gen 2 es su subsistema fotográfico. Qualcomm integra un Spectra Triple ISP capaz de procesar información de hasta tres cámaras de forma simultánea y soportar capturas de hasta 108 megapíxeles. Este dato, recurrente en la comunicación de los fabricantes, suele generar expectativas elevadas. Sin embargo, el valor real está más en la capacidad de procesado concurrente y en el soporte de color de 12 bits que en la cifra bruta de megapíxeles. La posibilidad de alternar entre sensores gran angular, ultra gran angular y teleobjetivo sin interrupciones refuerza la experiencia, aunque el resultado final dependerá, como siempre, de la implementación del fabricante.
La plataforma incorpora además funciones de asistencia basadas en inteligencia artificial de bajo consumo, apoyadas en el procesador Hexagon y el Sensing Hub. Entre ellas destacan la detección de campo lejano para micrófonos y la cancelación de eco, pensadas para mejorar la calidad de las llamadas y de la captura de vídeo en entornos ruidosos. Son mejoras discretas, poco visibles en una hoja de especificaciones, pero relevantes para el uso diario.
En cuanto a conectividad, el Snapdragon 6s 4G Gen 2 integra un módem LTE con velocidades de descarga de hasta 390 Mbps y soporte Dual SIM Dual Standby, además de Wi-Fi 5 y Bluetooth 5.2. No hay sorpresas, pero sí una apuesta por la estabilidad y la compatibilidad global, un factor clave para fabricantes que operan en múltiples mercados.
El Snapdragon 4 Gen 4, por su parte, se orienta a un segmento distinto: smartphones 5G de gama básica. Aquí el enfoque cambia de forma clara. Qualcomm introduce un proceso de fabricación de 4 nm, más eficiente que el de generaciones anteriores, con el objetivo de mejorar la autonomía sin sacrificar rendimiento. La CPU Kryo alcanza hasta 2,3 GHz y se acompaña de una GPU Adreno capaz de manejar pantallas con tasas de refresco de hasta 120 Hz, una característica que hace apenas unos años era impensable en esta gama.
La conectividad es uno de los ejes del Snapdragon 4 Gen 4. Integra un sistema módem-RF 5G compatible con 3GPP Release 16, tanto en modo standalone como non-standalone, con velocidades de descarga que pueden llegar a 2,5 Gbps en condiciones óptimas. A esto se suma Wi-Fi 5 y soporte para múltiples sistemas de posicionamiento por satélite, incluido BeiDou, Galileo y NavIC, con posicionamiento asistido para mejorar la precisión en entornos urbanos.
En el apartado fotográfico, el Snapdragon 4 Gen 4 adopta un enfoque más conservador que su hermano mayor. Soporta cámaras de hasta 36 megapíxeles y utiliza un ISP Spectra con reducción de ruido multifotograma acelerada por hardware. El objetivo aquí no es competir en versatilidad, sino garantizar resultados consistentes, especialmente en condiciones de poca luz. La grabación de vídeo se limita a 1080p, una restricción coherente con el posicionamiento del chip, aunque suficiente para el público objetivo.
La eficiencia energética es uno de los argumentos centrales de esta plataforma. El proceso de 4 nm, combinado con tecnologías como Quick Charge 4+, permite reducir el consumo y acelerar la recarga, con promesas de alcanzar hasta el 50% de batería en unos 15 minutos, siempre supeditadas al diseño final del dispositivo. Para fabricantes y operadores, este tipo de cifras resulta más tangible que incrementos marginales de rendimiento.
Si se analizan ambas plataformas en conjunto, emerge una estrategia clara por parte de Qualcomm. En lugar de concentrar todos sus esfuerzos en el extremo superior del mercado, la compañía refuerza capas intermedias y de entrada con mejoras incrementales pero bien seleccionadas. Fotografía computacional, pantallas rápidas y conectividad fiable se convierten en los nuevos mínimos exigibles, incluso en dispositivos más económicos.
Sin embargo, también aparecen tensiones. La coexistencia de un chip 4G avanzado y otro 5G básico refleja la fragmentación del mercado y la dificultad de establecer un estándar único. Mientras algunos fabricantes apuestan por el 5G como argumento comercial incluso en la gama baja, otros priorizan costes y autonomía en mercados donde el despliegue de redes sigue siendo limitado.
Para los fabricantes de smartphones, Snapdragon 6s 4G Gen 2 y Snapdragon 4 Gen 4 ofrecen herramientas distintas para resolver un mismo problema: cómo diferenciar productos en segmentos saturados. Para los operadores y el ecosistema en general, plantean otra incógnita más amplia. Hasta qué punto la evolución del hardware de entrada será suficiente para sostener nuevas experiencias sin que el 5G, la fotografía avanzada o la inteligencia artificial se conviertan en simples etiquetas comerciales.
La respuesta no es inmediata. Dependerá de cómo se materialicen estos chips en dispositivos concretos y de cómo reaccionen los usuarios ante mejoras que, aunque técnicas, buscan hacerse invisibles en el uso diario.