El acceso a la tecnología móvil por parte de la población joven en España se produce ahora a edades más tempranas, generando una complejidad creciente en el panorama de la seguridad digital. En este entorno, la Fundación Oesía ha decidido intensificar el alcance de su programa En Red Sin Riesgos, una iniciativa enfocada en la protección y la concienciación de colectivos que la organización identifica como más vulnerables a las amenazas en línea. La decisión coincide con el Día Internacional del Voluntariado, un momento que la Fundación ha elegido para reivindicar el papel de sus expertos en la transferencia de conocimiento técnico.
El impulso a este tipo de programas preventivos encuentra un fuerte respaldo en las cifras recientes. Según el informe Infancia, adolescencia y bienestar digital, elaborado por UNICEF España, Red.es, el Ministerio de Juventud e Infancia y el INE, el 82,4% de los menores posee un teléfono móvil propio, un dispositivo al que acceden en promedio a los 10,8 años. Lo que a menudo se pasa por alto es que la alta penetración de dispositivos y redes sociales –más del 92% de los menores está en al menos una plataforma– viene aparejada con riesgos muy concretos, y en ocasiones, graves.
La prevalencia del sexting alcanza el 14,9% entre adolescentes, y alrededor de uno de cada diez menores reconoce haber sufrido ciberacoso.
Esta estadística evidencia que la velocidad de la adopción tecnológica no se corresponde con la madurez digital necesaria para gestionar sus riesgos.
La ciberseguridad como brecha social
Desde su puesta en marcha en 2018, ‘En Red Sin Riesgos’ ha formado a casi 6.000 beneficiarios a través de más de 150 acciones de concienciación. La iniciativa trabaja con menores, jóvenes y personas con discapacidad, enseñando a identificar y prevenir amenazas que van desde el ciberacoso y el robo de datos hasta los fraudes digitales. Este enfoque no solo aborda el peligro de la estafa económica o la suplantación, sino también el impacto social y psicológico de la violencia en línea.
El modelo se apoya en el voluntariado corporativo: profesionales de Grupo Oesía, con expertise en tecnología y ciberseguridad, dedican tiempo a impartir sesiones y talleres. Lo curioso es que, si bien la tecnología es el origen del riesgo, es también el medio por el que los expertos de la misma industria pueden desplegar una acción social sólida, escalable y con impacto medible. La integración del conocimiento técnico especializado en el ámbito social es, de hecho, un contraste con otras iniciativas que se centran únicamente en la pedagogía sin la profundidad tecnológica requerida.
«En Red Sin Riesgos es un programa estratégico y medular para la Fundación. Ofrece una respuesta comprometida a uno de los desafíos sociales más acuciantes y urgentes, con el convencimiento de que la tecnología debe generar oportunidades, no brechas”, ha señalado Pascual García, Director General de Fundación Oesía. A pesar de los avances y la consolidación del programa, García admite la complejidad del escenario: “En un entorno digital cada vez más complejo, este programa cobra un mayor sentido y debe ampliar su alcance y proteger a más personas”.
El desafío de la escalabilidad y la proyección
El plan para 2026, anunciado por la Fundación, busca justamente incrementar la escala de su acción. La organización ampliará su base de voluntarios con el objetivo de multiplicar las acciones de concienciación en centros educativos y entidades sociales a lo largo del territorio español.
Aunque a menudo se pasa por alto en la esfera pública, la dependencia de iniciativas de voluntariado especializado como esta subraya un déficit estructural en la educación formal: la formación en seguridad digital, una competencia básica en el siglo XXI, sigue recayendo en gran medida en el sector privado y las fundaciones. El papel de organizaciones como Oesía, al potenciar alianzas externas, es crucial para movilizar los recursos necesarios. En contraste con la respuesta lenta de los marcos curriculares, la Fundación intenta anticiparse y reaccionar a la rápida evolución de las amenazas.
La realidad es que la exposición de los menores a riesgos como el sexting o el ciberbullying exige una respuesta que trascienda la mera alerta y se concrete en la prevención activa. La ampliación del programa En Red Sin Riesgos de la Fundación Oesía, que busca consolidarse como una iniciativa de referencia en la protección digital, apunta hacia una proyección de servicio más intensivo, adaptado a la velocidad del cambio tecnológico y la urgencia social.
