España registra el mayor uso diario de inteligencia artificial en Europa, con más del 25% de los ciudadanos utilizando esta tecnología varias veces al día, frente al 21% de media regional.
Los datos proceden de una encuesta realizada a 6.000 personas en seis países del área EMEA (Europa, Oriente Medio y África), que analiza el grado de uso, comprensión y confianza en la IA entre consumidores europeos. El estudio ha sido elaborado por la firma de investigación Censuswide a petición de Equinix.
La investigación también destaca un nivel elevado de aceptación: el 82% de los encuestados en España afirma no tener miedo ni preocupación ante el creciente papel de la IA en la sociedad, y más del 65% la valora de forma positiva. Sin embargo, este nivel de confianza no siempre va acompañado de un conocimiento profundo de la tecnología. Solo el 36% de los españoles reconoce que utiliza aplicaciones o servicios basados en IA en su día a día, y un 13% incluso asegura no usarlos nunca, lo que apunta a una disonancia entre el uso real y la percepción individual.
Confianza en la IA: una cuestión generacional y de género
La encuesta detecta diferencias notables en la autopercepción del conocimiento sobre la IA. A escala EMEA, el 56% de los participantes indica sentirse seguro de entender cómo funciona esta tecnología. Esta percepción varía significativamente según la edad: el 72% de los menores de 35 años se siente confiado en comparación con el 41% de los mayores de 55.
También se aprecia una brecha de género: el 62% de los hombres declara entender la IA frente al 50% de las mujeres. Esta diferencia podría estar relacionada con factores estructurales como la representación en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) o el acceso desigual a formación tecnológica especializada.
Uso frecuente pero poco identificado
Uno de los hallazgos centrales de la investigación es la desconexión entre el uso real de la IA y la conciencia pública de su presencia. A pesar de que muchas aplicaciones cotidianas ya integran inteligencia artificial, como asistentes de voz, plataformas de recomendación, servicios de navegación o diagnósticos médicos, el 41% de los consumidores en la región EMEA afirma que rara vez o nunca utiliza IA en su vida diaria.
En España, aunque la adopción es mayor, persiste esta paradoja: una mayoría considera que entiende el funcionamiento de la IA, pero una proporción considerable no identifica su uso en herramientas que emplea con frecuencia. Bruce Owen, presidente de Equinix en EMEA, señala que “la IA ya está en tu bolsillo, en tu muñeca y en tu bandeja de entrada, pero estos datos demuestran que la mayoría de la gente no lo sabe”.
Infraestructura y educación: claves para una adopción informada
Según Equinix, los avances actuales en IA, como el desarrollo acelerado de medicamentos, la mejora en la eficiencia energética o la optimización de procesos industriales, no serían viables sin una infraestructura digital robusta y distribuida. La compañía sostiene que la confianza en la tecnología no debe desvincularse de una comprensión clara de su funcionamiento. “La confianza sin un verdadero entendimiento puede ralentizar la adopción y limitar el potencial de la IA”, indica Owen.
En esta línea, la compañía ha impulsado recientemente un entorno de pruebas global denominado AI Proving Ground, diseñado para que las empresas colaboren con socios tecnológicos en el desarrollo, testeo y despliegue de soluciones basadas en IA. El objetivo, según Equinix, es reducir riesgos, acortar los tiempos de salida al mercado y facilitar una implementación más eficaz.
La empresa opera más de 120 centros de datos en la región EMEA, infraestructura que considera esencial para soportar el crecimiento de sistemas de IA distribuidos, caracterizados por requerimientos de baja latencia, seguridad y gran capacidad de procesamiento.
La IA como tecnología de adopción acelerada
Los resultados del estudio sugieren que la inteligencia artificial podría convertirse en la tecnología de adopción más rápida de las últimas décadas. A diferencia de innovaciones anteriores —como internet o la telefonía móvil—, la IA cuenta ya con un nivel de aceptación inicial superior. Cuatro de cada cinco encuestados en EMEA (77%) aseguran no tener inquietud alguna respecto a su integración en la sociedad.
Sin embargo, la historia de las grandes innovaciones muestra que la popularización de una tecnología no depende exclusivamente de la confianza del usuario, sino también de la claridad en su funcionamiento, las garantías en su implementación y la transparencia en el uso de los datos. La IA, en este sentido, enfrenta el desafío de consolidar su utilidad sin generar opacidad en sus procesos.
Diferencias regionales en el uso y percepción de la IA
España destaca como el país con mayor frecuencia de uso diario de IA en la muestra analizada. Le siguen otras economías europeas como Alemania, Reino Unido y países nórdicos, aunque con niveles de adopción menores. Esta diferencia podría atribuirse a factores como el nivel de digitalización de los servicios públicos y privados, la familiaridad con tecnologías emergentes o el tipo de herramientas tecnológicas más extendidas entre la población.
En contraste, algunos segmentos de la población europea mantienen una visión más escéptica. Aunque el nivel general de confianza es elevado, persiste un porcentaje de usuarios —especialmente mayores de 55 años— que expresa dudas o desconocimiento respecto al papel de la IA.
Formación y divulgación como ejes estratégicos
La falta de comprensión sobre qué es y cómo se utiliza la inteligencia artificial se ha convertido en un factor limitante para su expansión a gran escala. Tanto desde el sector público como desde las empresas tecnológicas, se plantea la necesidad de reforzar los programas de educación y divulgación en torno a esta tecnología.
Equinix propone que los gobiernos y la industria trabajen conjuntamente para garantizar que la ciudadanía no solo use la IA, sino que también comprenda su funcionamiento básico, implicaciones éticas y aplicaciones reales. Esta estrategia se presenta como un paso necesario para lograr que la adopción de la IA se base en decisiones informadas y no únicamente en la inercia tecnológica.
España ante el reto de liderar la comprensión tecnológica
Aunque los datos posicionan a España como líder europeo en frecuencia de uso de herramientas de IA, también evidencian que este liderazgo no se traduce en un conocimiento proporcional. La brecha entre uso y entendimiento plantea un reto para las instituciones educativas, el sector empresarial y los responsables de políticas públicas.
El caso español podría convertirse en un modelo para analizar cómo un país con alta adopción de una tecnología puede —o no— desarrollar al mismo tiempo una cultura digital crítica y participativa. La próxima fase de expansión de la IA requerirá no solo infraestructura y confianza, sino también alfabetización tecnológica que permita a los usuarios comprender y participar activamente en las decisiones sobre su uso.
