España se sitúa entre los países donde la figura del Chief AI Officer (CAIO) está alcanzando un mayor grado de integración en la alta dirección de las empresas. Según un informe elaborado por el IBM Institute for Business Value (IBV), en colaboración con la Dubai Future Foundation (DFF), el 72% de los CAIO españoles reporta directamente al CEO o COO, superando el promedio global del 57%. Esta cifra indica que la inteligencia artificial (IA) está consolidando su papel en la definición de la estrategia empresarial y en los procesos de toma de decisiones al más alto nivel.
El estudio también revela que el 22% de las organizaciones españolas cuentan con un CAIO. Aunque este porcentaje se encuentra por debajo de países como Alemania (25%) o Suecia (24%), se aproxima a la media global del 26% y se sitúa por encima de otros mercados, como Sudáfrica (16%) y Catar (19%).
Alineación con la estrategia empresarial y apoyo de la alta dirección
La investigación destaca que, a pesar de la creciente presencia de los CAIO en los comités ejecutivos, aún existen áreas de mejora en el respaldo que reciben de la alta dirección. El 72% de los CAIO españoles considera que cuenta con suficiente apoyo del comité ejecutivo, frente al 80% a nivel mundial. Asimismo, el 67% asegura tener el respaldo de sus altos directivos, por debajo del 79% registrado en otros países.
Ana Gobernado, directora general de IBM Consulting para España, Portugal, Grecia e Israel, subraya que la función del CAIO está evolucionando para conectar el potencial de la IA con los resultados de negocio: “Estamos viendo cómo el rol del CAIO empieza a consolidarse para integrar la IA en la estrategia de las compañías. Aunque aún queda recorrido, muchas organizaciones ya están dando pasos para que la IA forme parte del núcleo operativo de la empresa, generando resultados tangibles”, afirmó Gobernado.
Evolución del talento y profesionalización del rol
El perfil del CAIO en España muestra características específicas en comparación con el panorama global. Un 72% de estos ejecutivos posee formación sólida en datos, similar al 73% mundial. Además, el 50% de los CAIO españoles procede de funciones operativas, frente al 38% de otros países. Sin embargo, solo el 39% ha accedido al puesto mediante promoción interna, frente al 57% global, lo que evidencia que el rol aún se está consolidando y profesionalizando dentro de las organizaciones.
Liderazgo en la ejecución pero con limitaciones en la gestión presupuestaria
La participación de los CAIO españoles en la ejecución de proyectos de IA es elevada. El 56% lidera la implementación de soluciones, superando el 48% global, y el 61% participa en la elaboración de casos de negocio para la adopción de IA, frente al 45% mundial. No obstante, solo la mitad (50%) tiene control directo sobre los presupuestos destinados a estas iniciativas, mientras que a nivel global la cifra alcanza el 61%. Esta limitación podría restringir su capacidad para impulsar proyectos de mayor alcance o justificar inversiones estratégicas en IA.
Desafíos en la medición del impacto de la IA
Uno de los retos identificados por el estudio es la falta de métricas claras para evaluar el impacto de las iniciativas de inteligencia artificial. El 72% de los CAIO en España declara iniciar proyectos sin contar con herramientas adecuadas para medir resultados, un porcentaje superior al 68% global. Asimismo, solo el 22% considera que la evaluación del éxito de las inversiones en IA forma parte de sus principales responsabilidades. La ausencia de mecanismos robustos de medición podría ralentizar la evolución del rol y dificultar la asignación de recursos a nuevas inversiones tecnológicas.
Perspectivas para el futuro del CAIO en España
El informe sugiere que el papel del CAIO continuará ganando relevancia a medida que las empresas busquen integrar la inteligencia artificial en sus operaciones y estrategias corporativas. La combinación de un mayor acceso a la alta dirección, experiencia técnica y enfoque en la ejecución posiciona a los CAIO españoles como agentes clave en la transformación digital del tejido empresarial. No obstante, la falta de métricas de impacto y la limitada autonomía presupuestaria representan desafíos pendientes para maximizar su contribución a los resultados del negocio.
