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Internet satelital: la demanda se dispara en verano impulsada por el teletrabajo y las segundas residencias

Internet satelital: la demanda se dispara en verano impulsada por el teletrabajo y las segundas residencias

  • El internet satelital gana fuerza en España en verano por teletrabajo y segundas residencias, con Andalucía, Valencia y Castilla y León al frente.
Satélite de comunicaciones

La contratación de internet satelital en España creció con fuerza entre junio y septiembre, con presencia en todas las comunidades autónomas y especial protagonismo en Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla y León. El fenómeno, vinculado al teletrabajo y al traslado estival a segundas residencias, consolida al satélite como alternativa estratégica allí donde la fibra o el ADSL no alcanzan.

La temporada estival ha puesto de relieve la importancia de contar con una conexión fiable, incluso en zonas rurales, de montaña o costeras. Según datos de Serenae, compañía española especializada en telecomunicaciones satelitales, entre el 21 de junio y el 8 de septiembre se registraron contrataciones en prácticamente todas las comunidades autónomas, confirmando la creciente relevancia de esta tecnología.

El teletrabajo, cada vez más consolidado en España, y el traslado de familias a segundas residencias durante los meses de verano han impulsado una demanda que refleja un cambio estructural: la conectividad se percibe como un servicio esencial, equiparable a la electricidad o al agua corriente.

Mapa España contratación satelital
Mapa España contratación satelital

Andalucía, Valencia y Castilla y León concentran la mayor demanda

El desglose territorial muestra que Andalucía lidera con un 22,42% de las contrataciones, seguida por la Comunidad Valenciana (15,76%) y Castilla y León (13,94%). Estas regiones combinan grandes extensiones rurales con un importante peso del turismo estacional, lo que las convierte en zonas estratégicas para el despliegue del satélite.

En Castilla-La Mancha (6,67%) y Extremadura (6,36%), territorios históricamente afectados por la brecha digital, la contratación también ha sido significativa. Incluso en comunidades con mayor despliegue de fibra, como Cataluña y Asturias (5,45% cada una), el satélite empieza a posicionarse como complemento para garantizar cobertura continua. Madrid, con un 4,55%, refleja un fenómeno particular: la búsqueda de conectividad en segundas residencias fuera del núcleo urbano.

El mapa se completa con incrementos en Murcia (4,24%), Canarias (3,94%), Aragón (3,33%) y Galicia (2,73%), mientras que regiones como Baleares, La Rioja, Cantabria, Navarra y País Vasco, aunque con porcentajes menores, confirman la tendencia transversal.

Cohesión territorial y derecho a la conectividad

Más allá de las cifras, el auge del internet satelital revela un cambio en los hábitos de los usuarios: ya no se acepta la desconexión por limitaciones tecnológicas. Para directivos y empresas, la continuidad digital se ha convertido en una condición imprescindible para mantener operaciones, teletrabajo y servicios esenciales.

El satélite se perfila así como una herramienta estratégica de cohesión territorial. Al ser la única tecnología sin limitaciones geográficas, garantiza cobertura en el 100% del país. Como señaló Vanessa Cota, directora de Marketing y Experiencia de Cliente de Serenae, “el satélite será siempre necesario para asegurar conectividad total, incluso en entornos urbanos cuando fallan las redes terrestres”.

Impacto social y económico del satélite

La dimensión del satélite no se limita a la infraestructura. Su despliegue facilita la digitalización de sectores clave como la educación, la sanidad o la atención a mayores, además de actuar como palanca para frenar la despoblación en áreas rurales.

En paralelo, la colaboración con socios como Hispasat permite ofrecer diferentes capas de conectividad adaptadas a las necesidades de cada entorno, garantizando fiabilidad y estabilidad frente a soluciones más volátiles. Esta apuesta se extiende a proyectos internacionales, especialmente en África, donde la tecnología se aplica para conectar explotaciones agrícolas, escuelas y centros de salud.

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El enfoque conecta con marcos regulatorios internacionales. En 2011, Naciones Unidas reconoció el acceso a internet como un derecho fundamental y, en 2017, la Unión Europea incluyó los servicios digitales básicos entre los derechos sociales esenciales. La expansión del satélite en España refuerza ese principio y abre nuevas oportunidades de desarrollo económico en zonas tradicionalmente desconectadas.

Una oportunidad estratégica para España y Europa

El crecimiento del internet satelital en verano es más que una tendencia estacional: revela un cambio estructural en la forma de entender la conectividad. Para las empresas, supone un entorno más previsible y sin brechas de servicio. Para la administración, abre la posibilidad de diseñar políticas públicas que garanticen igualdad digital en todo el territorio.

En el contexto europeo, donde la soberanía digital y la reducción de desigualdades regionales son prioridades estratégicas, el satélite se posiciona como una solución clave. España, con su experiencia en zonas rurales y en cooperación internacional, puede situarse como referente en este ámbito.

El internet satelital ha dejado de ser una solución de emergencia para convertirse en un componente estructural de la conectividad en España. Su expansión en verano confirma que la demanda de conexión fiable y universal seguirá creciendo, impulsada por el teletrabajo, la movilidad residencial y la exigencia ciudadana de servicios digitales sin interrupciones.

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