En España, el 99,8% del tejido empresarial está compuesto por pymes. Según el Informe Emprende 2025, elaborado por Holded en colaboración con Toluna Corporate, estas pequeñas y medianas empresas generan el 72% del empleo privado y el 65% del PIB empresarial. El estudio, basado en más de 1.500 entrevistas a emprendedores activos y retirados, ofrece una radiografía detallada del ecosistema emprendedor español, sus motivaciones, barreras y perspectivas.
La digitalización y la inteligencia artificial emergen como motores de crecimiento para seis de cada diez emprendedores, que perciben un entorno favorable pese a los obstáculos estructurales. Madrid lidera el emprendimiento nacional, con más del 20% del total, mientras que sectores como las energías renovables, el software SaaS para pymes y la logística urbana muestran un dinamismo notable.
Sin embargo, el informe también revela tensiones persistentes. Solo el 18% de las pymes se considera innovadora, frente al 52% de las grandes empresas. La inversión media en innovación apenas alcanza el 1,2% de la facturación, muy por debajo del 3,5% que destinan las compañías de mayor tamaño. Esta brecha tecnológica se agrava por la estructura del tejido empresarial: el 94,4% de las pymes son microempresas con menos de 10 empleados, lo que limita su capacidad para escalar, acceder a financiación o afrontar procesos de transformación digital más ambiciosos.
El perfil del emprendedor español combina resiliencia, creatividad y una búsqueda clara de independencia financiera. La franja de edad predominante se sitúa entre los 31 y los 43 años, y aunque los hombres siguen siendo mayoría (56%), el emprendimiento femenino gana terreno. Las motivaciones más frecuentes son el deseo de autonomía económica y el equilibrio entre vida personal y profesional, especialmente entre los emprendedores de mediana edad.
La red de apoyo más habitual sigue siendo el entorno cercano: familia y amigos respaldan al 54% de los emprendedores. Las mujeres tienden a emprender en sectores relacionados con el consumo y los cuidados, mientras que los hombres lo hacen en tecnología e infraestructuras. Entre los más jóvenes, la sostenibilidad y el impacto social adquieren un peso creciente, en contraste con los mayores, que priorizan la estabilidad económica.
La digitalización, aunque generalizada, no está exenta de barreras. El 96% de los emprendedores utiliza alguna herramienta digital, siendo las soluciones en la nube y las redes sociales las más comunes. No obstante, el coste (37%), la falta de conocimiento (28%) y la dificultad técnica (26%) siguen limitando una adopción más profunda. El ahorro de tiempo gracias a la digitalización depende del tamaño del negocio: mientras los autónomos apenas perciben mejoras, más del 40% de las empresas con más de 10 empleados afirman ahorrar más de 20 horas mensuales.
La colaboración con asesorías externas también es frecuente: uno de cada dos emprendedores cuenta con una. Sectores como la hostelería o la construcción recurren más a estos servicios, mientras que actividades como el e-commerce o la educación tienden a la autogestión. En todos los casos, la confianza y el conocimiento del asesor son factores determinantes.
Por sectores, las energías renovables destacan con un crecimiento del 28% en facturación y un 20% más de empresas respecto al año anterior. Les siguen las soluciones SaaS para pymes, el comercio electrónico local, la salud digital y la logística urbana. Las empresas con mayor supervivencia combinan digitalización avanzada, proyección internacional e innovación continua, lo que sugiere una correlación entre tecnología, apertura de mercados y resiliencia empresarial.
El acceso a la financiación sigue siendo una de las principales barreras: más del 60% de los emprendedores ha tenido dificultades para obtener crédito bancario, y solo uno de cada cuatro considera adecuado el apoyo institucional. La burocracia y los costes laborales también figuran entre los principales obstáculos.
Pese a ello, el 60% de los emprendedores ve su sector en crecimiento. La percepción es especialmente optimista entre los más jóvenes, que identifican la digitalización, la inteligencia artificial y la sostenibilidad como los tres ejes estratégicos para el futuro. La flexibilidad organizativa también gana peso: el 62% de las pymes recurre a freelancers, y la facturación se multiplica por diez cuando se supera el umbral de los nueve empleados.
El Informe Emprende 2025 traza un mapa de contrastes. Por un lado, un ecosistema emprendedor dinámico, digitalizado y con una visión de futuro clara. Por otro, un entorno operativo marcado por la fragmentación empresarial, la escasa inversión en innovación y la persistente dificultad para acceder a recursos financieros. En ese equilibrio inestable se mueve hoy el emprendimiento en España.
