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Los cuatro retos tecnológicos que inquietan a los CIOs

Los cuatro retos tecnológicos que inquietan a los CIOs

  • Complejidad tecnológica, escasez de talento y cumplimiento normativo son algunos de los desafíos que más preocupan a los CIOs en España.
Inteligencia Artificial - Tendencias

Para los CIOs, Halloween no es solo una fecha simbólica. En un entorno donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, los temores más persistentes no vienen disfrazados, sino que se manifiestan en forma de retos estructurales que afectan a la operativa diaria y a la estrategia a largo plazo de las organizaciones.

Según el informe  IDC FutureScape: Worldwide CIO Agenda 2025 , más de la mitad de las empresas aún dependen de sistemas heredados que limitan su capacidad de innovación. A esto se suma la escasez de talento tecnológico, que sigue siendo una barrera crítica. De acuerdo con la Guía del Mercado Laboral IT 2025 de Hays, el 87% de las empresas del sector en España tiene dificultades para cubrir puestos clave. En este escenario, Entelgy, consultora tecnológica con dos décadas de trayectoria, ha identificado cuatro grandes desafíos que mantienen en vilo a los responsables de tecnología.

Complejidad tecnológica creciente

La aceleración en la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial generativa, el edge computing o la computación cuántica ha elevado la complejidad de los entornos corporativos. La integración de sistemas, la priorización de inversiones y la necesidad de mantener la eficiencia operativa se han convertido en tareas cada vez más exigentes.

Una encuesta interna de Entelgy revela que el 94% de los profesionales considera que la inteligencia artificial ya forma parte de la realidad empresarial. Sin embargo, esta percepción no siempre se traduce en claridad estratégica. La velocidad del cambio, lejos de facilitar la toma de decisiones, a menudo la entorpece. La falta de marcos de adopción claros y la presión por mantenerse competitivos generan bloqueos en la gestión tecnológica.

Para mitigar este efecto, las organizaciones están optando por estrategias de modernización tecnológica que incluyen la optimización de procesos y la adopción progresiva de tecnologías emergentes. No se trata solo de incorporar herramientas, sino de rediseñar estructuras que permitan agilidad sin perder el control.

Escasez de talento tecnológico

El déficit de profesionales cualificados no es nuevo, pero su impacto se ha intensificado. La digitalización acelerada ha disparado la demanda de perfiles especializados en ciberseguridad, ciencia de datos o desarrollo de software, entre otros. El problema no es solo encontrar talento, sino retenerlo en un mercado altamente competitivo.

La Guía del Mercado Laboral IT 2025 de Hays confirma que más del 80% de los departamentos IT en España reportan dificultades para cubrir vacantes críticas. Este cuello de botella afecta directamente a la capacidad de innovación de las empresas y ralentiza proyectos estratégicos.

Frente a esta situación, algunas compañías están invirtiendo en programas de formación interna (upskilling y reskilling), así como en modelos de colaboración que fomentan entornos de trabajo más flexibles y motivadores. Las metodologías ágiles y los ecosistemas colaborativos no solo mejoran la productividad, también inciden en la fidelización del talento.

La gestión de datos, un reto persistente

Aunque los datos son considerados el nuevo petróleo, su gestión sigue siendo una fuente constante de fricción. Muchas empresas enfrentan problemas relacionados con la calidad, el acceso y la integración de la información. Esto limita el potencial de herramientas avanzadas como la analítica predictiva o la inteligencia artificial.

Un estudio de la Cornell University estima que más del 60% de las organizaciones destinan hasta el 70% de su presupuesto IT al mantenimiento e integración de datos. Este desequilibrio presupuestario impide liberar recursos para iniciativas de mayor valor añadido.

Para revertir esta tendencia, se están adoptando arquitecturas modernas como data fabric, data mesh o cloud data lakes. Estas soluciones permiten un procesamiento más eficiente y una compartición segura de la información en tiempo real, facilitando la toma de decisiones basada en datos y reduciendo la dependencia de infraestructuras rígidas.

Cumplimiento normativo y gobernanza

La presión regulatoria también figura entre las principales preocupaciones de los CIOs. Normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), la Ley de Protección de Datos española y el futuro AI Act europeo exigen un control riguroso sobre el uso de la tecnología y el tratamiento de la información.

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El incumplimiento no solo conlleva sanciones económicas. También puede erosionar la reputación de la empresa y frenar su capacidad de innovar. En este contexto, la gobernanza tecnológica se convierte en un factor estratégico.

Las organizaciones están respondiendo con programas integrales de compliance y gestión de riesgos, que incluyen desde auditorías internas hasta la adaptación de procesos para cumplir con la legislación emergente. El objetivo no es solo evitar multas, sino construir una cultura de responsabilidad tecnológica que permita innovar sin comprometer la seguridad ni la ética.

“En un entorno donde la tecnología evoluciona a gran velocidad y los desafíos para los CIOs se multiplican, nuestro objetivo en Entelgy es acompañarlos para que puedan tomar decisiones seguras, estratégicas y eficientes”, afirma Manuel Ruiz, CIO de Entelgy. “Desde la gestión del talento hasta la modernización tecnológica y el cumplimiento normativo, trabajamos para que las empresas transformen sus retos en oportunidades de crecimiento sostenido y competitivo”.

Más allá del susto

Aunque el enfoque de Entelgy coincide con el calendario de Halloween, los problemas que señala no son estacionales. La complejidad tecnológica, la escasez de talento, la gestión de datos y el cumplimiento normativo forman parte de una agenda estructural que seguirá marcando el pulso de los departamentos IT en los próximos años.

La clave, según coinciden diversos analistas del sector, no está en eliminar estos retos, sino en aprender a gestionarlos con visión estratégica. En ese sentido, el papel del CIO ha dejado de ser meramente técnico para convertirse en un actor central en la transformación del negocio. Un rol que, lejos de desaparecer, se vuelve cada vez más crítico.

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