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La industria de las telecomunicaciones enfrenta un desafío estructural que podría desembocar en un network crunch antes de 2030. Según el informe State of Disaggregation Report 2025, elaborado por RtBrick a partir de encuestas a 200 altos directivos del sector en Estados Unidos, Reino Unido y Australia, la resistencia de la cúpula de las operadoras a respaldar de forma decidida la desagregación tecnológica amenaza con dejar las redes obsoletas frente a la creciente demanda de tráfico impulsada por la inteligencia artificial y el consumo masivo de vídeo en streaming.
Qué significa desagregación en telecomunicaciones
En el contexto de las redes, la desagregación consiste en separar el hardware del software de los equipos de telecomunicaciones. En el modelo tradicional, los routers y switches se adquieren como soluciones cerradas de un único proveedor, con hardware y software integrados. Esto limita la capacidad de innovación y obliga a depender del ritmo de evolución tecnológica de cada fabricante.
La desagregación permite, en cambio:
- Utilizar hardware estandarizado procedente de distintos fabricantes.
- Instalar sobre ese hardware un software de red independiente, encargado de gestionar el enrutamiento, la seguridad o el tráfico.
- Crear infraestructuras abiertas, modulares y programables, que se adaptan mejor a los aumentos de demanda y a los nuevos usos de red.
Este enfoque se vincula estrechamente con redes abiertas, virtualización y arquitecturas definidas por software (SDN), y se plantea como la base necesaria para afrontar el crecimiento de datos provocado por IA y servicios digitales de gran consumo de ancho de banda.
La paradoja de la desagregación
El estudio identifica una contradicción central: el 93% de los encuestados afirma que no recibe apoyo suficiente de la alta dirección para desplegar desagregación, pese a que 91% de las organizaciones declara estar dispuesta a invertir en ella. Sin embargo, la ejecución real es mínima:
- Solo 1 de cada 50 líderes confirma estar en fase de despliegue.
- El 49% permanece en fase exploratoria.
- El 38% sigue en planificación inicial.
Esta falta de avance contrasta con la presión de la demanda. El 90% de los operadores espera que para 2030 los clientes exijan velocidades de banda ancha muy superiores, y el 80% cree que los consumidores están dispuestos a pagar más por ese incremento.
Obstáculos invisibles
El informe apunta a una serie de frenos internos que bloquean la adopción:
- Complejidad operativa (61%).
- Procesos internos rígidos (52%).
- Reticencia cultural al cambio (46%).
- Falta de experiencia técnica (44%).
- Escasez de recursos financieros (33%).
Estos factores, más ligados a la gestión y la toma de decisiones que a limitaciones tecnológicas, explican el estancamiento.
La amenaza del “bandwidth time bomb”
El documento alerta de un desequilibrio creciente entre la capacidad de red disponible y el volumen de datos que se espera gestionar. Actualmente, el 84% de los ejecutivos reconoce que las expectativas de los clientes ya superan las capacidades de sus redes, mientras que un 81% admite que sus arquitecturas actuales no están preparadas para soportar la próxima ola de tráfico asociado a IA y contenidos en streaming.
La consecuencia podría ser una sobrecarga estructural hacia el final de la década, con impacto directo en la calidad del servicio.
El reto de la inteligencia artificial
En el ámbito de la IA, el estudio revela que más del 90% de los operadores no consigue desbloquear su valor real debido a la falta de datos de red más ricos y en tiempo real. Esta carencia está directamente ligada al modelo de infraestructura heredado. La desagregación, que permite arquitecturas abiertas, modulares y definidas por software, se perfila como la vía para superar ese límite.
Opiniones críticas y posibles sesgos
Aunque el estudio ha sido elaborado por la consultora independiente Vanson Bourne, es importante tener en cuenta el papel de RtBrick como patrocinador. La compañía, fundada en 2015, es un proveedor especializado en software de enrutamiento para redes desagregadas y ha trabajado con operadores como Deutsche Telekom. Este posicionamiento hace que los resultados puedan reflejar una visión favorable a la adopción de esta tecnología.
En contraste, otros análisis de mercado apuntan matices. Un estudio de Omdia revela que el 50% de los proveedores considera la desagregación “excelente en teoría pero difícil de aplicar a gran escala”, mientras que el 46% ve potencial, aunque aún sin despliegues significativos. Solo un 4% sostiene que hoy es viable en la práctica.
Por su parte, Dell Technologies ha declarado que la industria se encuentra en una fase crítica de transición. Dennis Hoffman, directivo de la compañía, reconocía recientemente que la arquitectura de red “se está desagregando” y que este movimiento responde a una presión inevitable en el mercado, aunque con desafíos de adopción.
La brecha entre líderes y rezagados
Aunque la mayoría de operadores presiona a sus proveedores tradicionales para que ofrezcan soluciones desagregadas en un plazo de tres años, algunos actores ya han dado el paso. AT&T, Deutsche Telekom y Comcast figuran entre las compañías que despliegan desagregación a gran escala, logrando mayor control operativo, flexibilidad de proveedores y rapidez en la puesta en marcha de servicios.
Esta diferencia de velocidad en la adopción está generando una brecha competitiva cada vez más evidente: quienes demoran las decisiones corren el riesgo de quedarse atrás en un mercado que no admite esperas.
Qué implica para las operadoras
La investigación subraya que la desagregación no es una mejora incremental, sino una transformación estructural. Los beneficios citados por los encuestados incluyen:
- Mayor rapidez en el lanzamiento de nuevos servicios (57%).
- Más eficiencia operativa (53%).
- Reducción de costes de infraestructura (48%).
- Flexibilidad para elegir proveedores (46%).
- Mayor independencia tecnológica (43%).
La advertencia final del informe es clara: el tiempo para reaccionar se reduce, y la ventana de oportunidad para modernizar las redes antes de que la demanda sobrepase los límites actuales se está cerrando.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
