El segundo satélite del programa SpainSat NG, desarrollado por Hisdesat para garantizar comunicaciones gubernamentales y militares seguras, será lanzado el próximo 22 de octubre desde Cabo Cañaveral. Con él, se completará la constelación espacial de comunicaciones seguras más avanzada de Europa. La ingeniería española, a través de empresas como Sener, juega un papel decisivo en esta infraestructura crítica para la soberanía tecnológica y la defensa nacional.
SpainSat NG II replicará las capacidades de su satélite gemelo, SpainSat NG I, que opera con éxito desde su puesta en órbita en enero. Ambos satélites, basados en la plataforma Eurostar Neo de Airbus, cubrirán una franja geográfica que se extiende desde América hasta Oriente Medio, garantizando un servicio operativo de 15 años para las Fuerzas Armadas españolas y otras entidades gubernamentales.
Participación tecnológica de Sener
La aportación de Sener en el programa SpainSat NG va más allá de una colaboración industrial. La empresa ha sido responsable del diseño, fabricación y validación de varios de los sistemas más complejos del satélite, muchos de ellos críticos para su funcionamiento y seguridad operativa.
Uno de los bloques más relevantes ha sido la integración de más de un centenar de cadenas completas para las antenas de transmisión y recepción en banda X. Cada una incluye componentes avanzados como amplificadores de potencia dual de estado sólido (DSSPA) o amplificadores de bajo ruido (DLNA), diseñados para garantizar señal estable incluso en condiciones de interferencia o amenazas externas.
A esto se suman seis sistemas de reflectores orientables mecánicamente, destinados a las comunicaciones en banda Ka. Estos equipos, montados en un panel desplegable, permiten modificar la orientación de la señal durante la operación del satélite, lo que añade flexibilidad táctica y operativa al sistema. Las cadenas radiantes asociadas —también diseñadas por Sener— incorporan polarizadores y guías de onda, componentes esenciales para mantener la integridad de la señal.
En paralelo, la empresa ha desarrollado y suministrado las antenas de telemetría y telecomando en banda S, así como una antena de cobertura global con polarización dual. Estos elementos permiten mantener el control del satélite en todas las fases de su misión, desde el lanzamiento hasta las operaciones en órbita.
Sin embargo, uno de los desarrollos más complejos ha sido el OMUX de tres canales para la carga en UHF. Este dispositivo filtra y agrupa las señales antes de su transmisión, manejando potencias elevadas en una banda de frecuencia especialmente exigente para aplicaciones espaciales. Su diseño ha requerido una alta especialización en ingeniería de radiofrecuencia y validación térmica.
Tecnología contra interferencias y amenazas
Tanto SpainSat NG I como NG II incorporan medidas avanzadas de protección frente a intentos de interferencia, suplantación de señal o ataques de guerra electrónica. Además, están blindados frente a fenómenos nucleares a gran altitud, una capacidad poco habitual en satélites comerciales y reservada a programas de defensa de alta criticidad.
Este tipo de prestaciones refuerzan no solo la resiliencia del sistema, sino también su valor estratégico. En un contexto de creciente dependencia de las infraestructuras espaciales y de proliferación de amenazas en el ciberespacio y el espectro electromagnético, disponer de capacidades autónomas y seguras se ha convertido en un objetivo geoestratégico para muchos países europeos.
España, con este programa, no solo garantiza su autonomía operativa, sino que se posiciona como proveedor y desarrollador de tecnología espacial en el ámbito de la defensa.
Industria nacional con trayectoria internacional
Sener, con más de 10.000 equipos suministrados y embarcados en más de 1.400 satélites, ha consolidado su presencia en todos los segmentos del mercado espacial: desde observación terrestre hasta navegación y telecomunicaciones. Su cartera incluye contribuciones a misiones europeas e internacionales, tanto en órbitas bajas (LEO) como en geoestacionarias (GEO), pasando por órbitas medias (MEO) y lanzadores espaciales.
La participación en SpainSat NG refuerza su perfil como proveedor estratégico dentro de programas gubernamentales. En palabras de Diego Rodríguez, director de Espacio y Ciencia en Sener, “el éxito operacional de SpainSat NG I desde su lanzamiento en enero valida nuestras soluciones tecnológicas y refuerza nuestro compromiso con la soberanía tecnológica española en el ámbito espacial”.
Lo relevante, en este caso, no es solo la participación técnica, sino el tipo de tecnología desarrollada. A diferencia de otros sectores donde la industria española actúa como ensambladora o proveedora de bajo nivel, en el ámbito espacial y de defensa, empresas como Sener ocupan posiciones clave en el diseño y validación de subsistemas complejos, con propiedad intelectual y capacidad exportadora.
Una infraestructura crítica para la próxima década
Con el despliegue de SpainSat NG I y II, España se convierte en uno de los pocos países europeos con una constelación propia de satélites de comunicaciones seguras, operativa y protegida frente a amenazas externas. Esta infraestructura permitirá mantener conectadas a las unidades desplegadas fuera del territorio nacional, incluso en escenarios de conflicto o catástrofe, y facilitará la coordinación con aliados internacionales bajo entornos cifrados y protegidos.
Además, la tecnología desarrollada en este programa tiene aplicaciones potenciales más allá del ámbito militar. Desde comunicaciones gubernamentales hasta servicios de emergencia, pasando por posibles colaboraciones con la OTAN o la Agencia Europea de Defensa, la infraestructura SpainSat NG se posiciona como un activo dual con proyección internacional.
En contraste con otros programas espaciales donde Europa avanza de forma fragmentada o dependiente de terceros países, la constelación SpainSat NG representa un ejemplo de autonomía tecnológica con base industrial nacional. Una señal, no menor, en un momento en el que el control de las infraestructuras críticas vuelve a ocupar el centro de las estrategias de seguridad.
