En un entorno como la Fórmula 1, caracterizado por ciclos de decisión cada vez más cortos y una creciente dependencia del análisis de datos, Aston Martin Aramco Formula One ha completado la migración de su almacenamiento a la infraestructura de NetApp. La escudería utiliza actualmente soluciones como StorageGRID y BlueXP para gestionar la totalidad de sus datos operativos, que abarcan desde los procesos de diseño hasta el soporte a las decisiones en pista. El acuerdo sitúa a NetApp como proveedor exclusivo en este ámbito, en un momento en el que la gestión del dato se ha convertido en un elemento estructural dentro de la competición.
Según anunció la compañía esta alianza tecnológica permite al equipo acceder de forma fluida y segura a petabytes de datos generados por simulaciones, telemetría y cargas de trabajo intensivas en inteligencia artificial. La decisión no es menor: implica que todo el flujo de información crítica, desde el túnel de viento hasta el pit lane, depende ahora de una única plataforma de datos.
NetApp StorageGRID, su solución de almacenamiento de objetos, ofrece escalabilidad geográfica y resiliencia de nivel empresarial. Esto resulta clave en un entorno donde los datos se generan en múltiples ubicaciones y deben estar disponibles en tiempo real. Por su parte, BlueXP proporciona observabilidad y control centralizado sobre todo el ecosistema de datos, tanto en la nube como en el extremo.
Fabrizio Pilotti, director de Informática del equipo Aston Martin Aramco, lo resume así: “Desde las simulaciones en el túnel de viento CoreWeave y las cargas de trabajo CFD hasta la telemetría en pista, generamos y analizamos petabytes de datos con el objetivo de construir un coche y un equipo ganador”. La infraestructura de NetApp, añade, está diseñada para soportar cargas de trabajo de alto rendimiento y capacidades de IA, lo que permite tomar decisiones basadas en datos en cada fase del proceso.
La colaboración entre ambas entidades no es nueva, pero el paso a una dependencia total marca un punto de inflexión. En contraste con modelos híbridos anteriores, donde se combinaban soluciones de distintos proveedores, la apuesta por una única plataforma busca reducir la complejidad operativa y mejorar la eficiencia en la toma de decisiones. Aunque esto también implica una concentración de riesgos tecnológicos, el equipo confía en la resiliencia y flexibilidad de la arquitectura de NetApp.
Gabie Boko, directora de Marketing de NetApp, señala que “la Fórmula Uno es uno de los entornos técnicos más exigentes del mundo”. Según explica, las decisiones que se toman en pista en fracciones de segundo están respaldadas por miles de decisiones de ingeniería previas. En ese contexto, la capacidad de acceder a grandes volúmenes de datos sin fricciones se convierte en un factor competitivo.
El uso de NetApp también permite acelerar las simulaciones aerodinámicas y los ciclos de diseño, lo que repercute directamente en el rendimiento del monoplaza. Al reducir el tiempo entre iteraciones, los ingenieros pueden validar hipótesis más rápidamente y ajustar parámetros antes de que el coche toque el asfalto. Esto es especialmente relevante en una temporada donde las regulaciones técnicas y las limitaciones presupuestarias exigen una eficiencia quirúrgica.
La infraestructura de NetApp está diseñada para entornos de nube híbrida, lo que permite a Aston Martin Aramco distribuir sus cargas de trabajo entre centros de datos locales y servicios en la nube. Esta flexibilidad es esencial para gestionar picos de demanda durante los fines de semana de carrera o en fases intensivas de desarrollo. Además, la integración con herramientas de IA y análisis predictivo permite anticipar fallos, optimizar estrategias y mejorar la fiabilidad del vehículo.
Aunque la Fórmula 1 suele asociarse con motores y aerodinámica, la realidad actual es que los datos se han convertido en el nuevo combustible. La cantidad de información que genera un coche durante una carrera supera los varios terabytes, incluyendo parámetros de motor, desgaste de neumáticos, condiciones de pista y comportamiento del piloto. Gestionar esa información de forma eficiente no solo permite reaccionar en tiempo real, sino también planificar a medio plazo.
El equipo Aston Martin Aramco ha invertido en los últimos años en infraestructuras como el AMR Technology Campus en Silverstone, inaugurado en 2023, y un túnel de viento de última generación operativo desde 2025. Estas instalaciones están diseñadas para maximizar el uso de datos en todas las fases del desarrollo. La alianza con NetApp se integra en esa estrategia de digitalización profunda.
Más allá del rendimiento en pista, la colaboración también tiene implicaciones en sostenibilidad y eficiencia energética. La gestión centralizada de datos permite reducir duplicidades, optimizar el uso de recursos y minimizar el consumo energético asociado al procesamiento masivo de información. Aunque estos beneficios son difíciles de cuantificar en términos absolutos, forman parte del cumplimiento de estándares como la norma ISO 50001, que el equipo ya ha certificado.
En paralelo, Aston Martin Aramco mantiene una presencia activa en iniciativas de inclusión y sostenibilidad a través de su programa Make A Mark y asociaciones con entidades como Racing Pride o la Fundación Aleto. La tecnología de NetApp, al facilitar la gestión de datos en entornos distribuidos, también puede contribuir a estas iniciativas, aunque de forma indirecta.
La decisión de migrar todo el almacenamiento a NetApp no es solo una cuestión técnica. Refleja una tendencia más amplia en la industria: la consolidación de infraestructuras de datos como base para la innovación. En un deporte donde los márgenes son mínimos y la presión es constante, tener una arquitectura de datos robusta y adaptable puede marcar la diferencia entre competir y liderar.
