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Virkkunen defiende el Digital Networks Act como vía para simplificar normas y atraer inversión

Virkkunen defiende el Digital Networks Act como vía para simplificar normas y atraer inversión

  • Henna Virkkunen afirma que el Digital Networks Act simplificará el marco normativo para facilitar inversión en conectividad, IA y ciberseguridad en la UE.
Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea responsable de Tecnología, Seguridad y Democracia

La carrera tecnológica global avanza a un ritmo que amenaza con dejar atrás a Europa. Ante este panorama, la Comisión Europea ha centrado su discurso en dos ejes estratégicos: soberanía digital y simplificación normativa. Así lo expresó Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea responsable de Tecnología, Seguridad y Democracia, durante su intervención en el FT Connect Europe Forum.

En una entrevista en directo conducida por Henry Foy, corresponsal jefe en Bruselas del Financial Times, Virkkunen desgranó los pilares de la nueva agenda regulatoria que Bruselas pretende desplegar en los próximos meses. Su intervención abordó desde la necesidad de crear un verdadero mercado único digital hasta la implementación del Digital Networks Act (DNA), pasando por la reestructuración de las reglas de competencia y el calendario de aplicación del AI Act.

Bruselas defiende simplificar las reglas para recuperar la competitividad digital - FT Connect Europe Forum
Bruselas defiende simplificar las reglas para recuperar la competitividad digital – FT Connect Europe Forum

Fragmentación, exceso regulatorio y falta de inversión

Desde el inicio de su intervención, Virkkunen identificó con claridad los principales obstáculos que lastran el desarrollo digital de Europa. El primero: la inexistencia de un mercado único digital real. “Tenemos una sólida base de talento, un ecosistema de investigación potente y miles de startups prometedoras, pero todas se enfrentan a una estructura de mercado fragmentada”, afirmó. La comisaria insistió en que, a diferencia de sectores como la energía o las finanzas, el ámbito digital sigue funcionando como una suma de mercados nacionales aislados.

El segundo obstáculo señalado fue el marco regulador actual. A pesar de los avances normativos, Virkkunen admitió que existe una superposición de reglas que genera complejidad administrativa. “No necesitamos más normas, sino revisar las que ya existen. Hay duplicidades, obligaciones de reporte excesivas y elementos desfasados respecto a la evolución tecnológica”, explicó. Su propuesta: unificar, simplificar y armonizar la legislación existente en el ámbito de las telecomunicaciones.

La tercera barrera destacada por la comisaria fue la debilidad inversora. Aunque la Unión Europea ha fijado objetivos ambiciosos en materia de conectividad, buena parte de ellos siguen sin cumplirse. Virkkunen remarcó que “las buenas conexiones son la base de toda innovación tecnológica” y advirtió que Europa aún está rezagada respecto a otras regiones en despliegue de infraestructuras críticas.

El Digital Networks Act como marco de simplificación

Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea responsable de Tecnología, Seguridad y Democracia
Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea responsable de Tecnología, Seguridad y Democracia

En este contexto, el Digital Networks Act se presenta como el instrumento legislativo clave para articular una respuesta estructural. Virkkunen señaló que el texto tiene como objetivo “consolidar distintas normativas que afectan al sector de las telecomunicaciones en un único marco armonizado”. Entre sus metas, citó explícitamente la creación de condiciones comunes para la inversión, la eliminación de barreras regulatorias innecesarias y la transición desde un modelo basado en reglas ex ante hacia un esquema ex post, más orientado a la competencia efectiva.

Además, la comisaria confirmó que el DNA no será una directiva, sino un reglamento, lo que implica aplicación directa en todos los Estados miembros sin necesidad de trasposición nacional. Esta decisión busca evitar el llamado gold plating, la práctica por la cual algunos gobiernos añaden requisitos adicionales a las normas europeas. y acelerar su implementación.

Consolidación: sí, pero con equilibrio competitivo

Uno de los temas recurrentes del foro fue la consolidación del sector de las telecomunicaciones. Actualmente, Europa cuenta con más de 100 operadores que compiten en condiciones desiguales con plataformas digitales de escala global. Preguntada al respecto, Virkkunen reconoció que «cuando hay una lógica empresarial clara, debe existir flexibilidad para permitir fusiones», aunque insistió en la necesidad de preservar un entorno de competencia y pluralidad.

Sin embargo, evitó comprometerse con una reforma inmediata de las guías de concentración, limitándose a señalar que “muchos agentes del sector no consideran que el equilibrio actual sea el adecuado”. Su posición sugiere apertura al cambio, pero sin renunciar a una evaluación caso por caso ni a los principios tradicionales de la política de competencia europea.

El AI Act no se retrasa, pero exige implementación técnica

Virkkunen también abordó la controversia en torno al calendario del AI Act, cuya entrada en vigor escalonada ha generado dudas tanto en la industria como en algunos círculos políticos. En respuesta a la propuesta de Mario Draghi de pausar temporalmente su aplicación, la comisaria fue tajante: “No soy partidaria de retrasos. Es importante mantener el calendario”.

Reconoció, no obstante, que ciertos elementos clave, como los estándares técnicos para usos de alto riesgo, aún no están plenamente definidos, y que los Estados miembros no han avanzado al mismo ritmo en la preparación de sus autoridades competentes. “Necesitamos que los organismos de estandarización completen su trabajo, y que los países aceleren la implementación para que las empresas puedan acceder a las certificaciones necesarias”, señaló.

Virkkunen subrayó que la mayoría de aplicaciones de IA no entran en categorías de alto riesgo, y que el marco legislativo ha sido diseñado para proteger derechos fundamentales sin frenar la innovación. “La certeza jurídica es fundamental para invertir”, dijo, recalcando que la Comisión ofrecerá apoyo específico a pymes para facilitar su cumplimiento normativo.

Soberanía digital y autonomía estratégica

La vicepresidenta situó la cuestión de la soberanía tecnológica en el centro del debate. En su opinión, Europa debe reforzar su capacidad interna en tecnologías críticas como la inteligencia artificial, la computación cuántica, los semiconductores y la ciberseguridad. “No podemos depender exclusivamente de terceros países o de un puñado de empresas en sectores estratégicos”, afirmó.

Sin embargo, rechazó cualquier enfoque aislacionista: “Queremos trabajar con socios afines en todo el mundo. Nadie puede ser competitivo solo”. En ese sentido, reafirmó la relación con Estados Unidos como “el socio más importante en materia de seguridad y tecnología”, aunque apuntó que las grandes plataformas tecnológicas defienden sus intereses de forma más agresiva que las instituciones públicas.

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Virkkunen reconoció que la creciente dependencia de proveedores externos puede convertirse en un riesgo geopolítico. En alusión implícita a China y a la guerra en Ucrania, afirmó que “las dependencias pueden convertirse en armas contra nosotros”.

Urgencia en la implementación, no en la retórica

En la parte final de su intervención, Virkkunen asumió el llamamiento a acelerar los procesos legislativos. Recordó que la Comisión ha adoptado ya seis paquetes normativos de simplificación, los llamados omnibus package,  pero advirtió que “el trabajo no termina en Bruselas”. Para que las reformas se materialicen, los Estados miembros y el Parlamento Europeo deben avanzar en su aprobación y ejecución.

Cuando Foy le preguntó si compartía la crítica de la presidenta Von der Leyen sobre la falta de urgencia institucional, la comisaria respondió con matices: “En los primeros nueve meses hemos avanzado mucho, especialmente en seguridad y competitividad, pero necesitamos que todos los actores participen activamente para que los ciudadanos perciban los resultados”.

Legislación sí, pero también capacidad industrial

Virkkunen cerró su intervención con una visión más amplia: el marco normativo es condición necesaria, pero no suficiente. “Europa tiene oportunidades reales en tecnologías como la IA. Tenemos que invertir más en capacidad de cómputo, en infraestructuras y en formación”, afirmó. Como ejemplo, citó el proyecto de las AI factories, una iniciativa conjunta de 13 Estados miembros para multiplicar por cinco la capacidad de entrenamiento de modelos de IA en un año.

También señaló el papel dual de tecnologías como la inteligencia artificial, la ciberseguridad o la computación cuántica, relevantes tanto para usos civiles como para defensa. En su opinión, el aumento del gasto militar en Europa —que pasó de 70.000 millones a más de 130.000 millones en dos años— puede actuar como motor de innovación tecnológica en sectores clave.

Una Comisión más técnica y más estratégica

La intervención de Henna Virkkunen refleja el intento de la Comisión Europea por reorientar su política digital desde una lógica normativa hacia una visión industrial y estratégica. La simplificación de reglas, la creación de un mercado único digital real y la inversión en capacidades críticas aparecen como los tres pilares del nuevo enfoque.

La pregunta abierta, sin embargo, sigue siendo la misma que recorre todo el foro: ¿será suficiente este giro para cerrar la brecha de competitividad digital frente a Estados Unidos y China?

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