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En una conversación abierta y repleta de matices, el CEO y cofundador de Atlassian, Mike Cannon-Brookes, abordó la dirección estratégica de la compañía durante su intervención en el Team ’25 Europe, el encuentro anual de Atlassian celebrado en Barcelona. En un formato cercano con la prensa, Cannon-Brookes analizó el impacto de la inteligencia artificial en la plataforma de la compañía, desgranó el sentido de las recientes adquisiciones y explicó la reorganización de su oferta en torno a nuevas Collections (suite de aplicaciones). El encuentro fue un ejercicio de transparencia operativa y de pensamiento en voz alta sobre el futuro del trabajo digital.
Desde el inicio de la conversación, Mike Cannon-Brookes dejó claro que Atlassian no está reformulando su hoja de ruta con cada nueva tecnología emergente. “Siempre estamos intentando evolucionar nuestras ofertas para hacerlas lo más simples posible para los clientes y a prueba de futuro”, señaló el ejecutivo ante una sala repleta de periodistas y analistas.
Esta filosofía de simplificación ha guiado dos movimientos estratégicos recientes: la introducción de Rovo, su motor de inteligencia artificial integrado en toda la plataforma, y la reestructuración de su portafolio en colecciones de productos orientadas por casos de uso concretos, como desarrollo de software o gestión de servicios. Según Cannon-Brookes, la complejidad creciente de su oferta requería una reorganización que ayudase tanto a usuarios finales como a los responsables de compras a entender “qué productos necesitan, cómo se combinan y por qué están agrupados”.
Frente a un panorama donde las herramientas proliferan y las integraciones se vuelven esenciales, Atlassian responde con una estrategia que combina cohesión interna y compatibilidad con soluciones externas. El CEO recordó que “los clientes no solo usan nuestro software”, y por eso las Collections incluyen no solo apps de Atlassian, sino también agentes y skills compatibles con productos de terceros, integrados mediante automatizaciones en Jira y otras plataformas de Atlassian.
Rovo: inteligencia artificial como capa transversal
Lejos de presentarse como una funcionalidad accesoria, Rovo representa un cambio de paradigma para Atlassian. “No va a ser un añadido. No será algo que compras aparte. Va a ser parte del tejido de todo”, afirmó Cannon-Brookes. La integración de capacidades de IA no se limita al asistente conversacional: Rovo opera como una capa de contexto que interpreta, automatiza y orquesta tareas dentro del ecosistema Atlassian.
Una de las aplicaciones que más entusiasmo ha despertado es la asignación de tickets en Jira a agentes de IA en lugar de humanos. Durante la sesión se mostró el ejemplo de un ticket dirigido a un agente de Canva, que puede ejecutar tareas de diseño y cerrar el ciclo de trabajo sin intervención humana. “Estamos hablando de orquestación agentica. Los agentes son cada vez más sofisticados, y nuestros clientes están empezando a utilizarlos en flujos reales de trabajo”, explicó el CEO.
Según datos compartidos por Atlassian, ya se han ejecutado millones de agentes activos dentro de automatizaciones en Jira y otros productos de su plataforma.
Adquisiciones recientes: DX, The Browser Company y más allá
Cannon-Brookes abordó con franqueza el contexto de las tres adquisiciones anunciadas recientemente, Cycle, DX y The Browser Company. Aclaró que no obedecen a una estrategia puntual de compras aceleradas, sino a una combinación de oportunidad y alineación cultural con Atlassian. “No fue algo planeado para septiembre. Simplemente sucedió. Preferimos que estén más espaciadas”, comentó.
DX, especializada en medir la productividad de los desarrolladores en entornos dominados por IA, aporta a Atlassian una forma de ayudar a sus clientes a entender mejor el retorno de sus inversiones en herramientas de IA, así como a gestionar los costes derivados de su uso. Según Cannon-Brookes, más del 90% de los clientes de DX ya eran usuarios de productos de Atlassian, lo que refuerza la lógica de la integración.
La adquisición de The Browser Company, desarrolladora del navegador ARC, fue descrita como una apuesta más arriesgada pero igualmente meditada. Cannon-Brookes afirmó que ARC representa “una forma distinta de usar las aplicaciones SaaS con las que los trabajadores del conocimiento interactúan a diario”. Frente a navegadores generalistas, Atlassian quiere construir un navegador optimizado para el trabajo digital, con fuerte énfasis en la integración de IA, usabilidad y contexto organizacional.
“Los navegadores actuales están hechos para navegar. Pero hoy pasamos la mayoría del tiempo de trabajo en ellos. Y tener 50 pestañas abiertas no es una forma productiva de trabajar”, resumió.
Seguridad, privacidad y gobernanza de la IA
Al ser preguntado por los riesgos asociados al uso de un navegador con capacidades de IA, Cannon-Brookes abordó la cuestión en tres planos: seguridad del navegador, controles empresariales y gobernanza de la IA.
Aunque ARC está basado en Chromium, y por tanto hereda su historial de seguridad, Atlassian planea aportar su experiencia en controles empresariales, como prevención de pérdida de datos y políticas de cumplimiento, al navegador. También se refirió al uso de modelos internos y gateways de IA auditables, lo que permitirá a los clientes mantener el control sobre los datos usados por los agentes.
“Hay empresas donde ARC está directamente prohibido. Queremos ayudar a cambiar eso. No porque sea inseguro, sino porque las organizaciones necesitan confianza en cómo se usa la IA”, explicó el CEO.
¿Construir o adquirir? La IA cambia el equilibrio
Sobre cómo la irrupción de la inteligencia artificial está influyendo en la decisión de construir o adquirir tecnología, Cannon-Brookes defendió el enfoque pragmático de Atlassian. “No creemos que toda la innovación tenga que venir de dentro. Pero tampoco queremos depender solo de comprar. Es un equilibrio”, afirmó.
Reconoció que la existencia de una plataforma fuerte complica las adquisiciones, al elevar el nivel de integración necesario. Sin embargo, remarcó que todas las recientes compras superaron el listón cultural que Atlassian considera esencial: “Si no hay encaje cultural, por muy buenos que sean los números, la adquisición será un fracaso”.
Customer Service Management: competir en un mercado consolidado
La incursión de Atlassian en el mercado de atención al cliente (CSM) fue otra de las cuestiones abordadas. Cannon-Brookes reconoció que compiten con actores muy establecidos como Salesforce o Zendesk, pero subrayó que un 30% de los clientes actuales de Jira Service Management ya utilizan el producto para atención al cliente.
Lo que distingue la propuesta de Atlassian, según el CEO, es la capacidad de conectar los equipos de soporte con los de desarrollo, ingeniería o ventas, gracias a la plataforma común. Añadió que muchas herramientas del sector están “aisladas y no se integran bien”, mientras que Atlassian parte de una infraestructura común entre departamentos.
Además, afirmó que las capacidades de IA ya disponibles desde el primer día, incluyendo ingestión de datos, agentes virtuales y flujos automatizados, colocan a su oferta en una buena posición de salida, incluso si aún debe demostrar su capacidad de escalar.
La IA en la práctica: eficiencia en tareas “aburridas”
En uno de los momentos más reveladores del encuentro, Cannon-Brookes citó como caso de uso más exitoso, y al mismo tiempo más “aburrido”, la capacidad de los agentes de IA para interpretar documentación interna y responder a preguntas frecuentes.
“En tu empresa, nadie lee la documentación. Te lo garantizo”, sentenció. El ejemplo fue una herramienta interna apodada ELI5 (Explain Like I’m Five), que ayuda a los empleados a entender los procesos de evaluación del rendimiento sin tener que leer extensos manuales.
Casos similares se aplican a recursos humanos, ventas y cumplimiento normativo. “No es mágico, pero ahorra tiempo. Y funciona ahora. No en el futuro”, enfatizó.
¿Cómo llegar al gran público?
Frente al reto de comunicar el valor real de la IA en un contexto de expectativas infladas, Cannon-Brookes afirmó que Atlassian prefiere hablar a través de sus clientes. Citó más de 3 millones de usuarios activos mensuales en funciones de IA como prueba del uso efectivo de la tecnología, frente a lo que considera “grandes promesas sin base real” por parte de otros actores.
“No estamos aquí para hacer marketing de IA. Queremos que se use y aporte valor. Si no lo usan, no sirve”, sentenció.
Un futuro impulsado por el conocimiento y la colaboración
Cannon-Brookes cerró su intervención reafirmando que la dirección estratégica de Atlassian está anclada en facilitar el trabajo a los equipos de conocimiento, mejorando sus flujos de información, su capacidad de automatizar tareas y su entendimiento organizativo.
Aunque reconoce que aún hay desafíos técnicos y culturales, cree que la IA está siguiendo el mismo patrón que otras revoluciones tecnológicas anteriores: sobreexpectación inicial, seguido de consolidación y crecimiento real.
“Estamos intentando ayudar a que nuestros clientes sufran el menor crash posible y obtengan el máximo valor lo antes posible”, concluyó.
Editor en La Ecuación Digital. Analista y divulgador tecnológico con más de 30 años de experiencia en el estudio del impacto de la tecnología en la empresa y la economía.
