En la primera keynote del Oracle AI World 2025 , Mike Sicilia, nuevo Chief Executive Officer de Oracle, trazó una narrativa que sintetiza la transformación más profunda en los casi cincuenta años de historia de la compañía: el paso de un modelo centrado en el dato a una infraestructura completamente nativa en inteligencia artificial.
Lejos de presentar una sucesión de productos o demostraciones tecnológicas, Sicilia planteó una visión estructural sobre cómo la inteligencia artificial está reconfigurando las bases del software empresarial y la gestión operativa de las organizaciones.
Su mensaje fue claro: la IA ya no es una capa añadida a la tecnología existente, sino un nuevo cimiento que redefine cómo las empresas toman decisiones, se relacionan con sus clientes y organizan su trabajo. En esta edición del evento, Oracle no solo exhibió su catálogo de soluciones, sino también los resultados tangibles de su aplicación en sectores tan diversos como la energía, la movilidad, la hostelería o la biotecnología.
Un momento generacional para Oracle
Sicilia abrió su intervención con un diagnóstico rotundo: “Nos enfrentamos a un momento único en una generación, en el que la inteligencia artificial cambia todo”. Según el directivo, el conjunto de innovaciones acumuladas por Oracle durante décadas, desde las bases de datos hasta la nube, sirve ahora como cimiento de una nueva plataforma orientada a la IA empresarial.
El Oracle AI World, explicó, es la materialización de ese cambio: una convergencia entre infraestructura, aplicaciones, modelos generativos y datos. “No estamos simplemente añadiendo funciones de IA a viejas tecnologías”, insistió, “sino construyendo una arquitectura en la que la inteligencia esté integrada en cada capa del stack”.
Ese enfoque de “IA integrada y no añadida” marcó el hilo conductor de todo el evento. Oracle busca diferenciarse de los hyperscalers tradicionales —Microsoft, AWS o Google Cloud— con una propuesta más cerrada, pero más cohesionada: combinar en un mismo entorno los datos, la infraestructura, las aplicaciones empresariales y las capacidades generativas. La compañía sostiene que esta integración nativa ofrece ventajas en seguridad, gobernanza y eficiencia operativa, factores especialmente sensibles para las grandes organizaciones.
Sin embargo, más allá de la narrativa, el discurso de Sicilia fue más afirmativo que demostrativo. No ofreció métricas concretas ni comparativas que sustenten la posición de Oracle como líder en IA empresarial. En un contexto dominado por AWS, Azure y Google Cloud, la promesa de “liderazgo” sigue siendo más retórica que empírica.
La base de datos como eje de la estrategia
Sicilia dedicó buena parte de su intervención a subrayar el papel de la Oracle Database como el centro gravitacional del nuevo ecosistema. “Durante décadas, nuestra base de datos ha gestionado la información más valiosa del mundo; hoy, esa base de datos es nativa en IA”, afirmó.
El concepto de “AI Native Database” implica que la base de datos no solo almacena información estructurada, sino que incorpora directamente modelos generativos y mecanismos de razonamiento semántico sobre datos no estructurados. Esto permite crear agentes de IA, ejecutar análisis avanzados y combinar datos privados con modelos públicos sin comprometer la confidencialidad.
En paralelo, Oracle Cloud Infrastructure (OCI) se posiciona como el motor que sustenta esta ambición: una infraestructura de alto rendimiento, optimizada para entrenamiento y despliegue de modelos, que según Sicilia, “entrena y sirve más modelos de IA que cualquier otro proveedor global”.
Una afirmación difícil de sostener con datos públicos: Oracle sigue ocupando el cuarto puesto mundial con entre el 3 % y el 5 % de cuota de mercado cloud, muy por detrás de los tres grandes. Su reciente crecimiento en cargas de trabajo de IA proviene sobre todo de acuerdos con OpenAI y NVIDIA, no de una adopción empresarial masiva. Sin embargo, si el análisis se limitara únicamente al uso de la nube en cargas de trabajo de misión crítica, la posición de Oracle sería considerablemente más relevante dentro de ese segmento.
El mensaje, más que cuantitativo, fue conceptual: Oracle quiere que la IA deje de ser una función en la periferia del software y se convierta en un principio arquitectónico que atraviese todos los sistemas de gestión empresarial. Pero el discurso omitió dos factores críticos: la dependencia de modelos fundacionales desarrollados por terceros y la falta de referencias al AI Act europeo o a la soberanía digital, temas clave en su estrategia global.
La IA dentro de Oracle: laboratorio interno y prueba de concepto
El propio funcionamiento de Oracle se ha convertido en el ejemplo que Sicilia utiliza para validar su tesis. Según la compañía, el 80 % de los empleados afirma que la IA ya ha mejorado la calidad de su trabajo. Los resultados internos ilustran el impacto transversal:
- Finanzas: automatización de gastos e ingresos que acorta los ciclos de cierre.
- RR. HH.: IA integrada en Fusion HCM que agiliza la contratación.
- Ventas: progresión guiada por IA que acelera los ciclos comerciales.
- Cadena de suministro: predicciones en tiempo real más precisas.
- Atención al cliente: resolución automática de incidencias que reduce los tiempos a la mitad.
Sin embargo, el discurso evitó una cuestión central: el retorno económico. Sicilia habló de eficiencia y velocidad, pero no de rentabilidad. En un mercado que exige evidencias medibles de impacto, la falta de indicadores financieros refuerza la impresión de que la IA de Oracle está más avanzada en concepto que en resultados.
Casos de uso: cuatro industrias, una misma narrativa
Para reforzar su visión, Sicilia invitó al escenario a cuatro directivos que representan sectores estratégicos. Sus testimonios cumplieron una doble función: validar el discurso y dotarlo de humanidad. Pero el nivel de madurez real fue desigual.
Exelon: la aplicación más sólida y creíble
Calvin Butler, CEO de la mayor distribuidora eléctrica de EE. UU., ofreció el relato más convincente. Habló de seguridad, mantenimiento predictivo y comunicación con clientes con conocimiento técnico y pragmatismo. “Cada pieza de tecnología que añadimos debe hacernos más eficientes, no más vulnerables”, subrayó.
Su enfoque evidencia una adopción tangible y un uso operativo de la IA como herramienta industrial, no como promesa.
Avis Budget Group: discurso inspirador, despliegue limitado
Ravi Simhambhatla, EVP de Innovación Digital, presentó una visión atractiva, aunque más teórica que operativa. Explicó cómo el Oracle AI Database permite realizar consultas en lenguaje natural y automatizar compras, pero sin métricas verificables.
Su frase “AI stands for Augmenting Individuals” funcionó como lema inspirador más que como descripción técnica de un proceso consolidado.
Marriott: visión humana, detalle técnico difuso
Ty Breland defendió una visión centrada en las personas. “Si lo hacemos bien, la IA no sustituye el toque humano: lo aumenta.” El rediseño del check-in y la integración de sistemas son pasos creíbles dentro de una modernización digital ya en marcha.
Su aportación, más emocional que tecnológica, reforzó el discurso cultural de Oracle, pero sin evidencias concretas sobre cómo la IA transforma la operación hotelera.
Biofire Technologies: la prueba más contundente
El testimonio de Paulo Pérez, CEO de Biofire, fue el más sólido. Su uso de IA y bases vectoriales para reducir diagnósticos de infecciones de cinco días a cuatro horas muestra un impacto real.
El caso combina ciencia, tecnología y propósito: salvar vidas. También fue el único ejemplo donde la IA de Oracle demostró resultados medibles y transformadores.
Visión estructural, ejecución pendiente
La intervención de Mike Sicilia dejó una conclusión clara: Oracle ha conseguido redefinir su papel en la conversación global sobre inteligencia artificial.
Sin embargo, el salto de la visión a la verificación sigue siendo su mayor desafío. La compañía se presenta como arquitecta de una IA integrada, pero su ecosistema aún muestra fragmentación y dependencia de socios externos.
Su discurso, aunque coherente y bien articulado, se sostiene más sobre la promesa de integración que sobre la evidencia de adopción masiva.
En conjunto, Oracle AI World 2025 no evidenció aún un liderazgo consolidado en IA, aunque sí mostró las bases sobre las que podría construirlo en los próximos años, reafirmando su papel central en la conversación tecnológica global. Sicilia logró reposicionar a Oracle como un actor con ambición, coherencia y propósito, aunque todavía necesitado de demostrar que su visión puede traducirse en ventaja competitiva sostenible.
