Crayon ha anunciado el lanzamiento de una nueva versión de Cloud-iQ, su plataforma de gestión de servicios en la nube, que ahora incorpora una interfaz rediseñada, capacidades analíticas avanzadas y una integración más profunda con los principales proveedores cloud.
Esta actualización, que se convierte en la interfaz predeterminada para todos los clientes y partners de la compañía a nivel global, marca un paso estratégico en la evolución del comercio digital en entornos multicloud.
Según ha comunicado la empresa, la nueva versión de Cloud-iQ permitirá a las organizaciones adquirir, gestionar y optimizar servicios de proveedores como Microsoft, AWS, Google Cloud y Adobe desde un único entorno. La plataforma, que ya había sido reconocida por su enfoque en la eficiencia operativa, introduce ahora funciones de automatización más sofisticadas, así como un motor de facturación mejorado con soporte para múltiples divisas.
La presentación llega en un momento de consolidación para Crayon, tras su reciente fusión con SoftwareOne. De acuerdo con Gudmundur Adalsteinsson, director de Partners y Ventas de SoftwareOne, “Cloud-iQ representa nuestra visión sobre el futuro del comercio en la nube”. La plataforma, añade, ofrece un nivel de cumplimiento normativo y una amplitud de catálogo que, en su opinión, supera a lo que actualmente ofrecen sus competidores.
La integración de capacidades predictivas y de inteligencia en tiempo real es uno de los elementos que más destacan en esta actualización. Larrie Clark, CTO de SoftwareOne, explica que “la previsión y la predicción de gastos eran clave para nuestros clientes, por eso incorporamos una sección de optimización de costes predictiva”. Esta funcionalidad busca anticipar desviaciones presupuestarias y facilitar decisiones más informadas sobre consumo cloud.
Aunque la automatización y la analítica son dos de los pilares de la nueva versión, la compañía también ha puesto énfasis en la experiencia de usuario. La interfaz ha sido rediseñada para facilitar la navegación y reducir la curva de aprendizaje, una mejora que, según Crayon, responde directamente a las demandas de sus partners. Kai Loon, director general de Prodginet, una empresa malasia especializada en soluciones cloud, afirma que “la nueva interfaz es muy clara, dinámica y mucho más fácil de navegar. Ha hecho que nuestro trabajo diario sea más fluido y atractivo”.
Uno de los elementos diferenciales de esta versión es su integración con el nuevo Microsoft Marketplace. Esta funcionalidad permite a las organizaciones descubrir, adquirir y gestionar soluciones directamente desde la plataforma, sin necesidad de cambiar de entorno. En un ecosistema cada vez más fragmentado, esta capacidad de centralización podría suponer una ventaja competitiva, especialmente para empresas que operan en entornos híbridos o multicloud.
La compañía también ha confirmado que los usuarios actuales de Cloud-iQ podrán migrar a la nueva versión sin costes adicionales ni pérdida de funcionalidades. La transición, aseguran, será transparente y permitirá a los clientes acceder a un conjunto más amplio de datos y herramientas sin alterar su operativa habitual.
La evolución de Cloud-iQ se enmarca en un contexto de creciente presión sobre las empresas para optimizar sus inversiones en la nube. Según datos de Gartner, el gasto mundial en servicios cloud públicos superará los 679.000 millones de dólares en 2024, impulsado por la adopción de modelos de negocio digitales y la necesidad de escalar infraestructuras de forma ágil. En este escenario, plataformas como Cloud-iQ buscan posicionarse no solo como herramientas de gestión, sino como activos estratégicos para la toma de decisiones.
Pese a las mejoras anunciadas, el mercado de plataformas de gestión cloud sigue siendo altamente competitivo. Empresas como Flexera, CloudHealth (de VMware) o Apptio ofrecen soluciones con enfoques similares, centrados en la visibilidad del gasto, la gobernanza y la automatización. La diferencia, en el caso de Crayon, podría residir en su capacidad para integrar verticalmente servicios de consultoría, licenciamiento y soporte técnico, algo que no todas las plataformas ofrecen de forma nativa.
La fusión con SoftwareOne añade otra capa de complejidad. Aunque ambas compañías comparten una orientación hacia la optimización de costes y la gestión de entornos complejos, la consolidación de sus carteras tecnológicas y comerciales aún está en proceso. La evolución de Cloud-iQ podría ser una de las primeras señales tangibles de esa integración, aunque todavía es pronto para evaluar su impacto en el mercado europeo.
Con presencia en más de 70 países y un equipo de 13.000 profesionales, Crayon y SoftwareOne buscan posicionarse como un actor global con capacidad local. En España, donde la adopción de servicios cloud sigue creciendo, especialmente entre medianas y grandes empresas, la nueva versión de Cloud-iQ podría encontrar un terreno fértil. La clave estará en su capacidad para demostrar que la promesa de simplicidad y control no se diluye en la complejidad técnica del entorno multicloud.
